“CARLOS ES EL FUERTE APACHE”
BALTHAZAR MURILLO: TEVEZ EN LA FICCION
Cuarteto, reggaetón, cumbia, baladas… No, no es la final del “Bailando por un Sueño” ni el repertorio de una fiesta de casamiento. Esta mezcla de ritmos tan diversos entre sí es el sonido que se oye entre cada uno de los Nudos del Barrio Ejército de los Andes, conocido popularmente como el Fuerte Apache. Ese lugar al que muchos le temen y que queda a tan sólo veinte kilómetros del Obelisco, esconde mucho más que un crisol de géneros musicales. Aquí, en el seno de una familia golpeada por la marginalidad nació la estrella del fútbol, Carlos Tévez (35), y es aquí donde “Netflix” y “Torneos y Competencias” se afincaron por casi cinco meses para contar la historia de este hijo pródigo que aún triunfando en el mundo entero siempre vuelve a sus raíces. Tras el estreno de “Apache” en la plataforma de streaming y para toda Latinoamérica, Balthazar Murillo (15) se sincera sobre cómo fue darle vida a uno de los jugadores más carismáticos de la Argentina y cómo este papel parece ser su pasaporte a la cima.
“Fue una de las mejores experiencias de trabajo que tuve hasta ahora. Me da un poco de miedo todo esto porque soy bastante tímido. La serie se ve en muchos países y es una gran responsabilidad para mí mostrarles a los espectadores quién es Carlos Tévez y qué es el Fuerte Apache”, dice.
Niño prodigio, Balthazar dio sus primeros pasos en la actuación a los seis años. Hizo televisión y cine, destacándose en series como “La Fragilidad de los Cuerpos” y “Un Gallo para Esculapio”. Fanático del fútbol, soñaba con convertirse en jugador y debutar en el club de sus amores: Independiente; pero el llamado del arte fue más fuerte y hoy disfruta de este rol que le permitió unir sus dos sus pasiones. “¿Imagínate lo que significó para mí, que soy fan del fútbol y de Carlos, entrar al Fuerte, conocer a su familia, su historia, sus amigos? Fue una aventura hermosa. Y encima hacerlo con Adrián (Caetano)… Es un genio. Es uno de los mejores directores que tenemos en el país. Yo hice una de mis primeras cosas con él, una película que se llamaba ‘Mala’. Casi que empecé con él y ahora volver a trabajar juntos para mi primer protagónico es un sueño”, agrega.
Para Caetano, Nicolás Parodi y Leonardo De Pinto, tridente creador de “Apache”, Murillo era el indicado para interpretar al delantero de
“¿Imagínate lo que significó para mí, que soy fan del fútbol y de Carlos, entrar al Fuerte? Fue una aventura.”
Boca. Tras una reunión en las oficinas de “Torneos y Competencias”, productora que junto a “Netflix” llevó adelante el proyecto, y la pasada de una escena corroboraron que sus pálpitos eran ciertos: Balthazar era el indicado. Un mes y medio después llegó el esperado llamado que lo sorprendió al actor y, según él mismo revela, “me hizo llorar como un nene”.
Para darle vida a Tevéz, el joven se embarcó en un proyecto que, parafraseando al jugador, le resultó “very difficult”. “Hacer un personaje que existe es muy complicado. Cuando es un personaje de ficción a vos te dan cierta imagen pero vos lo podés hacer más desde tu punto de vista y crearle cosas diferentes. Cuando existe, es un poco diferente. Tenés que copiarlo un poco, no imitándolo. Los gestos de la cara, el caminar y el habla los tuve que trabajar mucho. Para acercarme a su manera de hablar tuve que ir a una fonoaudióloga, Mercedes Bassi se llama. Yo tenía una prótesis y se me hacía un poco difícil hablar y ella me ayudó mucho”, asegura.
Al trabajo actoral, Balthazar tuvo que sumarle otro desafío: la gran cicatriz que cubre parte del pecho y el cuello del jugador. Para crearla de la manera más real posible, el equipo de maquillaje destinaba entre cuarenta minutos y dos horas de trabajo en colocar la prótesis de látex al cuerpo del actor. “Si la hacíamos completa había que calcularle dos horas. Cuando no grababa en ‘cuero’ tardábamos una hora como mucho, porque la del pecho no era necesario colocarla. Filmamos en verano y era todo un tema porque con el calor y la transpiración se despegaba. En las escenas en las que jugaba al fútbol tenía que tener especial cuidado. Fuera de cámara, por ahí, surgía algún que otro ‘picadito’ y yo me quedaba afuera porque si no se me despegaba la cicatriz y estábamos veinte minutos retocándola y perdíamos tiempo. Era un poco cansador”, explica.
Además de todos los retos a los que tuvo que enfrentarse para interpretar a “Carlitos”, tuvo que adentrarse en el Fuerte Apache los casi cinco meses que duró el rodaje. “El Fuerte es el Fuerte y nosotros grabamos en cada lugar por el que él pasó. Por ejemplo, la casa del tío es dónde vivió el tío de verdad... A mí me sirvió un montón estar en el Fuerte. En los escenarios reales, conocer a la gente, conocer más de la vida de Carlos a través de lo que nos contaban los vecinos, salían y decían: ‘Yo estuve con Carlos
“Carlitos” asistió al el estreno de “Apache” con sus tíos y padres adoptivos, Segundo y Adriana, Vanesa, su mujer, y sus hijos, Lito Jr., Florencia y Katie.
y sé tal historia’, y eso nos re ayudaba. Si hubiéramos grabado en un set no hubiera sido lo mismo. Carlos es el Fuerte”.
Si bien el desafío al que se sumó Murillo estuvo lleno de dificultades, para él todo valió la pena, más al tratarse de un proyecto que lo acercó a su ídolo. “Lo primero que me dijo cuándo me vio fue: “¿Qué hacés ´mostro’?”(Risas). Charlamos mucho y se tomó el tiempo de contarnos cada detalle de su historia en la reunión de actores. En lo personal, me aconsejó que lo haga desde mi punto de vista, que no lo imite, que me saliera desde adentro. Carlos es una persona muy linda. Es muy amable y gracioso. Siempre estuvo ahí cuando tuve preguntas para él”, revela.
Custodiado por los amigos, que se maravillaban por el parecido que guardaba con “Carlitos”, Balthazar vivió una de las experiencias más alocadas de su vida. No sólo le dio vida a su ídolo, sino que recorrió cada una de las calles que él recorrió y sintió en primera persona los sonidos entre los que se crió. “Hoy lo admiro mucho más porque conozco a fondo todo lo que tuvo que pasar para estar dónde está hoy. Haber crecido en el Fuerte, haber hecho todo lo que estaba a su alcance por sacar a su familia adelante… La vida que tuvo es admirable”, concluye el joven actor al que hoy todos aplauden por decirle que sí al desafío de darle vida al “Apache”.