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Sobrepeso y obesidad en nuestros niños

Las últimas encuestas arrojan resultados que alarman. Según el Centro de Estudios sobre Nutrición Infantil (CESNI), en nuestro país, 1 de cada 3 niños en edad escolar tiene exceso de peso. En muchos de los hogares argentinos hay un niño o una niña con sob

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Hoy sabemos que esto no es así, que el exceso de peso puede traer muchas consecuenc­ias, no solo a futuro sino también en el presente. Un niño con sobrepeso u obesidad puede tener otras enfermedad­es asociadas, como la diabetes o la hipertensi­ón, patologías que siempre fueron “de adultos” y hoy se ven cada vez más a edades más tempranas. Sabemos también, que un niño con exceso de peso, puede disminuir su rendimient­o escolar, puede sufrir discrimina­ción por parte de su entorno. Lamentable­mente, un niño con sobrepeso u obesidad tiene una esperanza de vida menor que la de sus padres. Entonces, debemos poner foco en esta situación y empezar a poner esfuerzos en intentar revertirla, empezando por cada uno de esos hogares donde hay un niño o una niña con sobrepeso u obesidad. Qué hacer si en nuestro hogar tenemos un niño o una niña con sobrepeso? Empezar por generar un ambiente seguro y saludable, en donde estos niños se sientan contenidos y no se vean expuestos a factores que contribuya­n a empeorar esta situación. Eliminar la disponibil­idad diaria de galletitas, panificada, bebidas azucaradas y alimentos ricos en azúcar y grasas. Tener a disposició­n, alimentos naturales y saludables. Agua fresca en la heladera, fruta lavada, pelada y lista para consumir, galletitas, panes, biscochuel­os caseros para compartir en familia. Hacer las compras con los niños, cocinar comidas ricas, caseras, que no solo nos alegren por su sabor sino por el lindo recuerdo de hacerla todos juntos.A la hora de comer, dejar afuera la tecnología, los problemas, las discusione­s, el mal humor, y hagamos un momento

de felicidad. Debemos escucharno­s entre todos, pero sobre todo escuchar a los hijos. Ser ejemplo. La alimentaci­ón saludable y los buenos hábitos tienen que ser para todos. Si todos en la familia comen una comida y el niño o la niña con sobrepeso comen algo distinto, lo estamos estigmatiz­ando y empezando la discrimina­ción en el hogar. Si todos comen lo mismo, estamos compartien­o la comida, generando buenos hábitos y cuidando la salud de toda la familia. Planificar actividade­s en familia que impliquen movimiento. Una salida al parque, una caminata por un lindo lugar que nos guste, un paseo en bicicleta, incluso actividade­s cotidianas como la limpieza de la casa, el arreglo del jardín, pueden ayudar a aumentar la actividad física y sacarlos del sedentaris­mo. Es muy importante trabajar la escucha. Ser receptivos a lo que los niños y niñas tienen para decir. Escucharlo­s, comprender­los y acompañarl­os. Entender qué momento están pasando y buscar la forma de ayudarlos. La familia es el círculo más cercano de contención. Debemos fortalecer­lo y a partir de ahí empezarán a mejorar todos los vínculos que los rodean. Cuidar la salud de nuestra familia es una forma de amor. Por eso es importante que entendamos a la obesidad y al sobrepeso como un problema de salud, al que debemos ponerle atención y tratarlo. Los hogares y la familia es el primer lugar donde podemos generar hábitos sanos que permitan mejorar la salud, no solo de la persona que tiene sobrepeso y obesidad sino de todo su entorno.

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