“LOS HIJOS VIENEN A ENSEÑARNOS TODO”
MARIANA BREY: “ANGELITA” SEXY Y MADRAZA
Aprende todo el tiempo, agradece, disfruta y crece. Siempre apasionada, sin escatimar garra ni entrega. Mariana Brey (43) es así en todo, en cada detalle y aspecto de su vida. Lo que se ve de ella en la tele (como “angelita”, panelista de Los Angeles de la Mañana, el programa conducido por Angel de Brito; y en sus participaciones en Bienvenidos a Bordo, el ciclo de Guido Kaczka), lo confirma. Aunque en su espectacular casa de un barrio privado de la zona sur, donde recibió al equipo de CARAS para esta nota, “la aplanadora” no se detiene. Posa con sus hijos, Luca (9) y Juana (2) junto a unos patos que abundan en el imponente lago. Luego, en diferentes espacios de una vivienda de dos pisos, 350 metros cuadrados, cuatro habitaciones y tres baños. Se auto-percibe más desenvuelta en sus relaciones gracias a las herramientas que le dio el haber estudiado Coaching Ontológico. Y orgullosa de haber construido una familia ensamblada, junto a su pareja, el piloto de Turismo Carretera Pablo Melillo (45), con quien tuvo a Juana y comparte a sus trillizos de 16 años, Bianca,
Fiamma y Santino, fruto de una relación anterior. Brey además es mamá de Luca, que tuvo con su ex, Leo Schmerkin (con quien todos, incluyendo a Melillo, mantienen una relación de amistad).
Mariana Brey asegura que “la fábrica se cerró”, porque así están muy bien y ya son un montón. Reconoce que las “dos maternidades”, tan espaciadas una de la otra, la hicieron ver la vida de otra manera. “Siento que los hijos vienen a enseñarnos todo”, dice. Y cuenta qué siente que heredaron de ella. “Con Juana compartimos signo, las dos somos taurinas. Y por el hecho de ser mujer y tener tanto carácter, creo que es la que más se me parece. Ella es muy autosuficiente. Mi madre decía que yo era así cuando era niña—confiesa la periodista que además es locutora—. Juana hoy me pidió que le pinte las uñas por primera vez. Nos gusta maquillarnos juntas, usa mis zapatos y al ser más chiquita está explorando todo. Lo que ve, lo quiere. A veces nos encerramos en su cuarto y vivimos momentos muy nuestros. Disfrutamos de su jueguito de cocina, sus muñecas… Su mejor plan es ir una vez por día a la plaza. Le fascina treparse, saltar en la cama elástica, subirse a la hamaca y al tobogán. Con Luca comparto el fútbol, le debe gustar jugar conmigo porque soy malí
“Mis lolas tienen 6 años de lactancia y las amo así como están. Por eso nunca me operé. Hoy no es una prioridad.”
sima y me gana siempre (Risas). Intento jugar a la Play, pero todavía no aprendí a usar el Joystick. También compartimos juegos de mesa”, agrega.
La “angelita” de LAM tiene 980 mil seguidores. Y se anima a subir videos con lencería erótica que causan furor. “Fui perdiendo prejuicios a lo largo de mi vida. Años atrás era más pudorosa, hoy lo vivo muy libremente. Soy segura, me acepto como soy. Mi cuerpo transitó una gran metamorfosis: fui mamá y eso te deja marcas hermosas que yo abrazo. Todas las mujeres somos reales en la medida de que nos aceptemos a nosotras mismas—afirma Brey y se refiere a ciertos comentarios que recibió en las redes criticando sus estrías—. Hablar del cuerpo de otras personas atrasa, no debería ocurrir. Sobre todo porque en las redes, el 98 por ciento de los casos son de mujeres hacia otras mujeres. Claramente el problema lo tenemos nosotras. Por ejemplo, mis lolas tienen seis años de lactancia, y las amo así como están. Y que sean pequeñas nunca lo viví como un complejo. Por eso nunca me operé. A lo mejor algún día, pero no sé si vale la pena atravesar lo del quirófano, la anestesia, el postoperatorio. Estoy bien así, ¿para qué? Hoy me pasa eso, no es una prioridad”, confiesa.
Dice que a la hora de conservar la intimidad de pareja deben ser muy creativos. “Cuando hay una familia ensamblada, con tantos hijos, es complicado. Para sostener la pasión y el deseo, con Pablo destinamos un día en la semana para hacer alguna escapada y tener un espacio para nosotros solos. Cenamos afuera, armamos un plan distinto. Aunque con la pandemia se complicó bastante”, asegura antes de aclarar que los trillizos de Pablo van y vienen de Córdoba (donde viven
con su madre) y no están instalados siempre en la casa.
Como una aplanadora de pasión, Brey no se detiene. Dice que no se lleva bien con la confrontación, pero que en TV no se achica cuando siente que debe defender una postura con convicción. Y que termina el programa y “desconecta el chip”, sin engancharse. Hace Ashtanga Yoga y practica Funcional, gym de circuitos donde se mezcla la fuerza con lo aeróbico.“Hace más de veinte años que no como carne roja. Ingiero muchas frutas, leche de almendra y frutos secos”, comenta quien además participó del Cantando 2020, estudió actuación e integró elencos de Claudio Tolcachir y José María Muscari. “Siempre pienso en volver a hacer teatro. Es verdad que mi carrera fue por otro lado, pero no descarto volver a actuar porque esa pasión está intacta. En algún momento se dará”, concluye.