MAXIMA: LA ROYAL MAS ARRIESGADA
CON OUTFITS MUY LLAMATIVOS
Admirada, imitada y siempre aplaudida, Máxima (50) vuelve a demostrar que no le teme a las combinaciones arriesgadas y, mucho menos, a los accesorios “extra grande” y llamativos. Junto al rey Guillermo (54) desembarcó en Alemania y no dejó de sorprender en cada uno de los eventos oficiales a los que acudió. En su encuentro con la canciller Angela Merkel (66) la reina lució un vestido semitransparente con mangas abullonadas de “Natan” pero lo más llamativo fue su maxi tocado cubierto de flores confeccionadas con plumas de gallo pintadas a mano simulando pétalos de Berry Rutjes (que había lucido en la tradicional Royal Ascot). Fiel a su estilo, sin temor a lucir diseños de avanzada en tamaños, colores y materiales no convencionales para el guardarropas de una royal, para ir al banquete celebrado en el palacio presidencial de Bellevue, en Berlín, Máxima volvió a lucir su vestido de Jan Taminiau –que estrenó en 2017-, con un solo hombro y bordados en 3D de cañas de bambú doradas y flores de cerezo que se inspiran en el Salón Japonés de su palacio de Huis Ten Bosch. Que completó con sandalias doradas con tiras, plataforma y tacón, de Gianvito Rossi (cuyo valor es de 836 euros) y recicló su original clutch “Evil Eye” (con un gran ojo) de Begum Khan. Y después de un año de no lucirla, llevó su tiara Estuardo (de 1960), aunque en su versión más discreta ya que le sacó el diamante de 40 quilates azul grisáceo que adorna la parte superior. Olvidando el estricto protocolo, como muchas veces lo hacen, Máxima y Guillermo compartieron divertidos comentarios, cómplices miradas y hasta carcajadas –cuando al rey se le “voló” su tapabocas y cayó a los pies de Máxima– que demostraron la excelente relación que mantienen
“Lejos del protocolo, la pareja compartió divertidos momentos, cómplices miradas, y una risa que no pudieron ocultar”.