ADIOS A GINO RENNI, A SUS 78 ANOS
EL ACTOR Y CANTANTE ESTABA INTERNADO POR COVID-19
Nació un 7 de junio en Calabria, Italia, bajo el nombre de Luigi Melieni Mollo, pero fue a sus tres años cuando Gino Renni se radicó con su familia en la Argentina y precisamente sobre la calle Córdoba, cerca del porteño “Mercado del Abasto”, donde su padre Francesco vendía frutas y verduras. Ya en la década del 60, a puro talento, inició una extensa carrera como cantante y humorista.
Y si bien los inicios del intérprete fueron como cantante en “Radio El Mundo”, en medio de la moda de la canción romántica italiana en nuestro país, que continuó a nivel televisivo en el famoso ciclo “El Club del Clan”, a Gino la gran popularidad le iba a llegar en los 70 y 80, con innumerables participaciones en recordados programas cómicos de TV como “Operación Ja Ja”, “Mesa de Noticias”, “Brigada Cola” y “Cebollitas”, entre otros. Amado por el público y muy estimado por sus colegas, Renni también brilló en novelas como “Amándote”, “Perla Negra” y “Muñeca Brava”, junto a figuras como Arnaldo André, Andrea del Boca y Natalia Oreiro.
Su particular gracia y carisma también le permitieron ampliar su carrera artística a través del cine: participó en filmes como “Te Rompo el Rating”, pero su mayor intervención fue en la saga derivada del programa televisivo “Brigada Cola”, junto a Emilio Disi, Berugo Carámbula y Guillermo Francella.
“Que tengas un muy buen viaje tano querido. Amigo de verdad, compañero de mil momentos maravillosos. Te quiero mucho, te voy a extrañar”, escribió el 1 de agosto su gran amigo, Gustavo Yankelevich, vía Twitter, al dar a conocer la triste noticia del deceso del actor. Renni falleció a los 78 debido al cuadro de Covid-19 por el que permanecía internado hacía casi dos meses en el Instituto Argentino del Diagnóstico y Tratamiento, al que ingresó por una neumonía bilateral. Poco se sabía de su vida privada. Nunca se casó, ni tuvo hijos, aunque formar su propia familia, admitió luego, fue su asignatura pendiente. Sus grandes amores, sin embargo, eran su mamá, Elena, que murió hace 5 años y a sus 101, y su hermana, Ana, también fallecida. Pese a todo, no le cerraba la puerta al amor: “No me retiro, soy un tano calabrés”, solía decir Gino. Y aclaraba, con su inigualable simpatía: “No hay nadie a la vista, pero mi corazón está siempre abierto”.