“TODA NUESTRA VIDA ES PARA EL”
BELEN FRANCESE Y FABIAN LENCINAS PRESENTAN A VITTO
Confiesa que desde que conoció a su hijo se enamoró de él. Belén Francese (40) dio a luz a su bebé el 30 de junio por cesárea en la Maternidad Suizo Argentina. Su marido, Fabián Lencinas, con quien se casó en diciembre de 2020, la acompañó y la contuvo todo el tiempo. Los dos están embelesados con el pequeño que psó 3.600 y que se llama Vitto Doménico. “Le pusimos Vitto, porque deriva del latín vita, vida, y nuestra vida entera estará entregada a él, el segundo nombre lo elegí después, Doménico. Ese martes que nació fui a control. Caminaba para estar bien pero cuando el doctor Ariel Maschef me revisó, me dijo: ‘Tiene que nacer ya, su bebé está en posición transversal y el cordón umbilical dio dos vueltas sobre su cuello’. Me interné, prepararon todo y un rato después tenía a mi hijo sobre mi pecho. Fabián estaba a mi lado, dándome fuerza, Vitto nació violeta, fue un susto bárbaro, pero no le quedó ninguna secuela. Gracias a Dios, y a mi médico. Lo que más me importaba era que estuviera sano y agradezco por eso”, dice Belén emocionada. Cuando le dieron el alta a Belén le daba miedo dejar la clínica. Miraba la ventana y lloraba, no quería salir. Sin embargo ni bien llegó a su casa los temores desaparecieron. Lo amamanta y se lo ve muy saludable igual que a su mamá. Fabián tiene dos hijas, María Jesús (16) y Sol (14) que viajaron desde Mendoza para conocerlo.
“Entré a un mundo maravilloso. No tenía idea de que era así. Una cosa es que te cuenten, pero vivirlo es distinto. Siempre cuentan la mejor parte, que es lo más lindo que te pasó, pero nadie te dice que no vas a dormir, ni que va a sufrir los cólicos...Me quedo atada de por vida. No suelto más a mi hijo. Estoy muerta de amor. Duerme todo el día y de noche nada. Estoy aprendiendo todo con él y no delego nada” , cuenta Belén. El matrimonio tampoco descarta la posibilidad de adoptar: “Es una responsabilidad y, por como somos nosotros, sabemos que tendríamos que tener la realidad económica y el tiempo, porque nos gusta criarlos nosotros, estar presentes y disfrutarlos. No que lo haga otro.Ahora estamos en la etapa en que duerme de día y no de noche. Pero todo lo hacemos de a dos. Si hubiese arrancado antes, tendría un montón de hijos porque son lo más lindo del mundo, No descartamos adoptar en un futuro pero por ahora tenemos mucho que disfrutar”, concluye.