“NUESTRO LEMA ES ADAPTARNOS”
NATALIA ANTOLIN Y SU “TEAM” FAMILIAR
Cada vez que le consultan cuánto tiempo lleva en el mundo de la moda, Natalia Antolín no duda en su respuesta: “La edad que tiene mi hijo”, suele repetir la diseñadora como si en la coincidencia también se explicara el impulso catalizador de su éxito. “Fue todo un camino y hubo distintas épocas, pero así fueron mis inicios”, agrega Antolín. Además de conformar hoy un excelente equipo de trabajo con su hijo
Matías (34), quien desde hace años viene desarrollando el área de venta y atención online de la marca, la diseñadora también sumó a su sobrina, María (23), al “team” familiar.
“Creo que nuestro lema está muy bien representado en nuestra última colección, ¨El Pájaro de Fuego¨, y más después de más de tres décadas en la moda y en un país con tantas variables que influyen en la industria. Es un nombre que elegimos porque tiene que ver con resurgir y reinventarse. Creo que si hay un lema para nosotros es ese: el de adaptarse a los tiempos y modalidades nuevos y a las tendencias. Es una empresa familiar en la que, además, cuidamos absolutamente todos los detalles”, admite Natalia. Además de posar con Matías y María en su local de Palermo, Antolín también lo hizo junto a la novia canadiense de su hijo, Ely, quien se encarga de los divinos arreglos florales del espacio, y con Lío, el perro de raza Jack Russell que Matías llamó en nombre de su gran ídolo, Lionel Messi.
“La función de Matías fue clave porque hizo todo el desarrollo del área online de la marca. Fue la transformación tecnológica que produjo que podamos alcanzar a todo el país y a otros lugares del mundo. Hoy nos compran de distintos destinos. Él se ocupa de esa área junto con María, de todo lo que son los procedimientos de venta y para que el producto llegue a las clientas. Cuando Matías empezó a trabajar conmigo tenía 20 años”, detalla la diseñadora sobre el camino recorrido. “Era difícil de pensar en ese
momento en que se pudiera comprar de forma online un vestido de novia o de madrina, pero fue un gran desafío que estuvo apoyado mucho desde la comunicación con nuestras clientas y representantes celebrities. También desde el manejo que hace María con las redes sociales. Y fue un proceso que se aceleró absolutamente con la pandemia, cuando todos tuvimos que buscar recursos diferentes. Pero es verdad que mi hijo fue pionero y vanguardista en lo que hace a la venta online”, cuenta.
Una experiencia “calificada”, en tiempos virtuales. “Comprar un vestido de novia no es lo mismo que comprar un producto urbano. Por eso ofrecemos desde una atención personalizada a videollamadas que mediante la atención de una asesora permiten que luego ese vestido llegue a su dueña con las medidas adecuadas. Es un equivalente a la tienda, donde además cada clienta se siente una celebrity, porque ese es el concepto que buscamos transmitir”, describe Antolín, quien se define como una autodidacta dentro de la moda.
“Me formé sola y así fui creciendo. No hice la carrera de diseño, sino que me hice yo misma y siempre estuve en la búsqueda. Soy una persona inquieta, que admiró a los grandes maestros de la moda y se inspiró en ellos. Ellos me construyeron. No tuve la oportunidad de poder estudiar y me formé mirando, aprendiendo y en un vínculo muy fuerte con mis clientas. También de todo lo que veía en las alfombras rojas”, reconoce la diseñadora, quien sobre en cuánto la pandemia cambió la moda, concluye: “El año pasado vivimos un cimbronazo con el cierre de la tienda. Tuve que hacer foco en encontrar la salida y reinventarme y parte de eso tuvo que ver con el producto. Percibí que las cosas cambiaban, que las fiestas ya no eran más en salones, sino en eventos al aire libre, y que después de estar en la casa nadie quería volver a ponerse algo incómodo. Entonces trabajé mucho en lo que es molderia e incursioné en las estampas, que son propias. Generé colecciones más prácticas y cancheras, porque hoy la mujer quiere verse fresca, joven y poder interactuar bien con las prendas, que en mi caso son muy versátiles y actuales, ya que no tienen edad, perduran en el tiempo y son fáciles de llevar”.
“Soy autodidacta. No hice la carrera de diseño. Me formé sola y así fui creciendo.
Soy una persona inquieta que siempre estuvo en la búsqueda.”