RABOLINI Y SU PAREJA
FELIZ CON “NACHO” CASTRO CRANWELL
El emblemático Palacio Paz, con sus señoriales escaleras de mármol, sus salones imponentes con clara influencia francesa y sus increíbles arañas, se cubrió de moda. Y una vez más fue el centro del “Fashion Week Argentina” en el que más de quince diseñadores presentaron sus nuevas colecciones para el otoño-invierno 2022 de la mano de Vidal Rivas Producciones y bajo la dirección de Héctor Vidal Rivas. En la especial primera jornada se respiraba un clima de nervios y ansiedad. Todos corrían para que ningún detalle quedara librado al azar. En las primeras filas los invitados especiales comenzaban a ocupar su lugar y una pareja acaparó todas las miradas. Con su charme de siempre, Karina Rabolini (54) volvió a brillar en un evento fashion. Ella, que debutó en ese mundo con apenas 14 años, esta vez se convirtió en parte de un público que aplaudió fervoroso cada pasada dispuesto a apoyar a una de las industrias más importantes del mundo. Pero como en los últimos cuatro años de su vida, la empresaria no estaba sola. Junto a ella, inseparable, cómplice y atento a cada uno de sus pasos, se encontraba Ignacio Castro Cranwell (49), Secretario de Comunicación de Tigre. Y sus manos se volvieron a agitar en aplausos y vivas cuando en la pasarela irrumpió la bella figura de Valentina “Tini” Cranwell (18). Con su metro setenta y uno la hija del primer matrimonio de “Nacho” con María Grazzini, con quien mantienen una excelente relación –y fruto de cuya unión también nacieron Manuel (16) e Isabel (12)–, la bella modelo desfiló los diseños de la brasileña Ana Kapla, quien en cada creación transmite su pasión por el color. Karina, con un outfit “total black” y su melena rubia de siempre, aplaudió orgullosa cada pasada de la hija de su pareja.
“Tini es la segunda vez que desfila en este evento. Ella cursa en la Facultad de Comunicación y sabe que el estudio es la prioridad en su vida. Recién arrancó con la carrera y el modelaje fue surgiendo de a poco. A través de Tayna, la hija de Anamá Ferreira, que es amiga de Karina, llegamos a su escuela. Charlamos mucho con su mamá y también
“Nuestra unión no necesita papeles. Estamos muy bien así. Para nosotros la firma de un papel no cambia nada”.
recibió consejos de Kary al principio, sobre todo a la hora de posar frente a una cámara de fotos. Es una chica muy buena y tiene bien claros los valores que supo recibir en su hogar… Como dije, hoy su prioridad es el estudio pero, si el día de mañana puede llegar a irse afuera, por algún intercambio estudiantil, me encantaría que lo hiciera porque ayudaría a su crecimiento…”, repite el orgulloso padre cuando lo felicitan por su hija mayor. Karina, su “mujer”, como a él le gusta nombrarla, continúa ligada al mundo fashion con su línea de anteojos y su línea cosmética, con cremas y perfumes. Cómplices, muy unidos y viviendo libremente el amor que los sorprendió hace cuatro años y que decidieron disfrutar en la intimidad, cuando alguien les pregunta por una boda, cuentan sus amigos que casi a dúo responden, “Nuestra unión no necesita papeles. Estamos muy bien así. La firma de un papel no cambia nada. Los dos pensamos lo mismo, no nos volveríamos a casar… Así, somos una pareja muy feliz, común, y que, como muchas, nos consultamos todo”