ISABEL II: BASTON A MEDIDA
LA REINA SE LOS HACE FABRICAR A SU ALTURA
Su innata coquetería y su porte real no le permitían mostrarse en público con la ayuda de un bastón. Pero fue su médico personal el encargado de convencer a la reina Isabel II (96) de movilizarse con él bajo amenaza que de no adoptarlo debería recurrir a una silla de ruedas. Aunque cuentan que en la intimidad ya desde hace años la monarca los utiliza y hasta armó un nuevo negocio a partir de encargarle su fabricación a los artesanos vecinos a su palacio de Sandringham, como Dennis Wall. Estos bastones, de una altura mayor a la acostumbrada pero ideal para ella, están realizados a mano, en madera avellana moteada –considerada un talismán protector en la mitologría inglesa-, fresno y tejo de Nortfolk. El tema de la estatura de Isabel II es serio ya que siempre midió 1,63 y actualmente se redujo a 1,52 por la edad y por eso un bastón común no le serviría para descansar su peso y ayudarse a caminar. Ahora viajó en tren a Escocia para instalarse en su castillo de Balmoral y presidir diferentes actos como el saludo del Regimiento Real. Y allí la monarca lució uno de su tapados preferidos en tono claro con las insignias de Coronel en Jefe del Regimiento y de la Cap Badge of the Argyll and Sutherland Highlanders que acompañó con un sombrero de Philip Somerville, sus clásicos zapatos negros de Anello&Davide, su cartera Launer y el collar de tres vueltas de perlas y aros. “La Reina no se apoya en el bastón. Es el bastón el que tiene el placer de dejarse apoyar por la Reina”, dijo uno de sus asistentes.