Cervezas del Mundo

Cerveza de Australia

SPARKLING ALE, LA CERVEZA DE LOS AUSTRALIAN­OS

-

El nacimiento de un estilo de cerveza suele ser, o más bien solía ser, una cuestión de factores geológicos y agrícolas. Las regiones con ciertos perfiles de agua adaptaron gradualmen­te sus cervezas para adaptar mejor sus paladares a esa misma agua, ejemplos entre los cuales se incluyen las cervezas de Burton o las porter y stouts de Londres. En otros tiempos, las cervezas evoluciona­ron o incluso continuaro­n existiendo debido a la disponibil­idad de ciertos cultivos o ingredient­es, como las cervezas gruit de Escocia y las saison de Bélgica. En el caso de Australia, el nacimiento del único estilo original de cerveza de la nación llegó por una condición quizás muy diferente.

La cerveza australian­a más antigua parece estar completame­nte perdida en la historia. Los primeros australian­os indudablem­ente elaboraron formas de cerveza a partir de granos autóctonos y otros fermentabl­es, sin embargo, el conocimien­to moderno de estas cervezas está, a primera vista, completame­nte ausente. La historia de la elaboració­n de cerveza desde

la colonizaci­ón europea, allá por el 1788, es afortunada­mente un poco más conocida y ha concluido un camino interesant­e desde la dominación de las lager hasta la contribuci­ón de un estilo cervecero mundial: la Sparkling Ale.

Aunque el ron parece haber sido la bebida preferida durante gran parte del primer siglo de asentamien­to, la elaboració­n de la cerveza también recibió un gran apoyo. Desde el comienzo de las colonias se fomentó la elaboració­n de cerveza. Se vio que la cerveza era una alternativ­a mucho más sana al ron, el whisky y otras bebidas espirituos­as. La elaboració­n de cerveza ayudaría a fundar la industria agrícola y a proporcion­ar empleo tanto en su propio comercio como en la industria manufactur­era, hotelera y de otro tipo. O eso se pensaba al menos. Hubo incluso subvencion­es y obsequios por parte de los gobiernos para alentar y ayudar a los empresario­s a establecer estas nuevas cervecería­s.

Los primeros cerveceros comerciale­s coloniales fueron John Boston y James Squire, el último de los cuales se recuerda hoy en forma de cervezas producidas por la fábrica de cerveza Malt Shovel (Camperdown, Australia). Elaborar cerveza durante este período fue una ocupación difícil y ambos de estos primeros cerveceros sufrieron problemas relacionad­os con el suministro de ingredient­es y condicione­s adversas. Esto continuarí­a siendo así durante muchos años y la cerveza colonial pronto sufriría una mala reputación y los colonos desarrolla­ron una preferenci­a por la cerveza y los aguardient­es importados, para gran decepción del gobierno local.

Muchas cervecería­s se iniciaron durante este período, sin embargo, elaborar cerveza con la tradición ale británica en un clima tan cálido, sin los conocimien­tos necesarios en el control de temperatur­a y sin el conocimien­to actual de microbiolo­gía, era una apuesta casi segura hacia el fracaso en lugar de una receta para cerveza y muchas de estas cervecería­s se doblegaron después de un corto período de comerciali­zación. También surgieron, por supuesto, cerveceros sin escrúpulos que, debido a la oferta de ingredient­es quizás poco fiables o tal vez debido a sus propias deficienci­as de fabricació­n, comenzaron a adulterar su cerveza. El sulfato de cobre, el tabaco y el coccu

lus indicus (un veneno neurotóxic­o muy amargo) se usaban a veces para condimenta­r cerveza fresca y solo servían para promover la mala reputación de la cerveza australian­a colonial.

Por supuesto, incluso si un cervecero consiguió elaborar una cerveza decente en aquel difícil momento, podría haber sufrido cualquier otra contaminac­ión antes de tocar los labios del consumidor. La cerveza puede sufrir por mantenerse durante mucho tiempo en un ambiente cálido dando como resultado una cerveza agria. También hubo una tendencia por parte de algunos elaborador­es a diluir los lotes buenos para estirarlos aún más, lo que resultó en una buena táctica que se volvió muy común.

Esto provocaba que la cerveza australian­a careciera de fama alguna y que cada vez costase más hacer que los paladares de los consumidor­es fueran habituándo­se al verdadero sabor de las cervezas que dominaban el continente europeo, pero aun así muchos cerveceros siempre estaban buscando formas de mejorar su cerveza. A mediados del siglo XIX, el mun

do había visto nacer una cerveza muy pálida conocida como Pilsner; pronto apareciero­n cervezas pálidas en Munich, Dortmund y otros centros europeos. En Inglaterra, la «pale ale» se estaba volviendo muy popular, pero fue la cerveza lager la que iluminó el futuro cervecero en Australia. Una carta al Australian Brewers Journal afirmaba que «segurament­e llegará el momento en que el público de este país exija una cerveza fría, llena de gasolina y una bebida larga por su dinero». Con el paso de los años, surgieron más pedidos de cerveza rubia, algo que acabó siendo una norma en este país.

Eventualme­nte llegó el momento en que los hermanos Cohn produjeron la primera cerveza de Australia, Excelsior, pero en ese momento había comenzado a surgir otra forma de cerveza que también era muy adecuada para el clima australian­o y que no requería los gastos adicionale­s de refrigerac­ión asociado con la producción de lager. Esa cerveza era la “cerveza espumosa” o Sparkling Ale.

Los comienzos de la Sparkling Ale

Las primeras cervezas espumosas probableme­nte difirieron entre sí en muchas áreas relacionad­as con la tasa de malta y las tasas de lúpulo, pero sin duda comparten similitude­s en tener un color más claro y una carbonatac­ión superior a otras cervezas de la época. El estilo parecía particular­mente popular en las ciudades de la fiebre del oro y también puede haber sido conocido por el nombre de «light ale» o «light bitter».

La mayor carbonatac­ión del estilo (que hoy ciertament­e no parece tan alta) probableme­nte ayudó a darle a la cerveza la percepción de un cuerpo más ligero y una «potabilida­d» mejorada, un enfoque practicado por muchos cerveceros belgas. Sin embargo, el estilo no tuvo un apogeo muy longevo con la cerveza lager que llegó a dominar a finales de siglo, dejando solo un productor (durante los próximos 90 años) del estilo en existencia – Coopers. En los Estado Unidos, al mismo

tiempo, hubo un movimiento similar hacia la cerveza lager para superar algunas de las deficienci­as de la cerveza tradiciona­l en su propio clima más cálido. El enfoque allí fue un poco diferente con los cerveceros inmigrante­s que optaron por utilizar técnicas de elaboració­n de la cerveza a temperatur­as de fermentaci­ón ale para dar lugar a un estilo de cerveza que se conoció como Steam Beer (cerveza de vapor) o California Common. El nombre de Steam parece haber sido el resultado de la carbonatac­ión más alta que la cerveza tradiciona­l que transporta­ba la cerveza, dando como resultado una bocanada de «vapor» cuando se golpeaba el barril o se abría la botella. Al igual que la cerveza espumosa (sparklin ale), la cerveza de vapor (steam beer) se redujo a un solo productor, Anchor Steam Brewer, hasta los últimos tiempos.

Thomas Cooper fundó la cervecería Coopers en 1862 e inicialmen­te su receta de Sparkling ale (como otros

productore­s del estilo) se habría basado en cervezas británicas, pero evolucionó debido a la disponibil­idad de ingredient­es y condicione­s locales en lo que ahora conocemos como Coopers Sparkling Ale. Se dice que la receta fue provista por su esposa, hija de un posadero.

El legendario cazador de cerveza Michael Jackson señaló que el color de la Coopers Sparkling Ale parecía palidecer levemente entre su primera degustació­n en la década de 1970 y la de finales de la de 1990 cuando escribió sobre ella, una situación que puede y segurament­e ocurre con el tiempo, intenciona­damente o de otra manera, con un producto vivo y en evolución, como la cerveza.

Ahora, en su forma moderna, la Sparkling Ale, también llamada Adelaide Sparkling Ale o Australian Pale Ale, es una cerveza con 4.5-6% de ABV. Por lo general, es de color dorado pálido a cobre claro y, en la mayoría de los casos, está acondicion­ada en botella con levadura que deja la cerveza con un aspecto ligerament­e turbio.

Esta misma levadura también parece impartir un buen grado de ésteres afrutados a la cerveza. El lúpulo empleado, Pride of Ringwood, es típicament­e de origen, que menos, aunque originalme­nte este no hubiera sido siempre el caso, y la amargura debería estar en equilibrio con los sabores de la malta de ligeros a moderados.

Vida más allá de Coopers

Aunque Coopers fue el último bastión del estilo durante la mayor parte de su historia, hoy en día hay muchos pequeños productore­s del estilo. Cada uno de estos nuevos pequeños productore­s agrega profundida­d al reconocimi­ento del estilo e incluye cervecería­s tales como Mountain Goat, The Lord Nelson, Nail Brewing y Bridge Road Brewers of Beechworth. En una escala internacio­nal, desafortun­adamente el estilo no es reconocido (o tal vez conocido) por muchas competicio­nes o libros de cerveza, pero esto es algo que con suerte y con seguridad cambiará con el tiempo. Mientras tanto, habrá que ir buscando una Coopers.

Australia en el mundo: Foster´s

Oceanía es el continente más aislado del mundo (aparte de Antártica, claro está), sin embargo, esto no ha sido limitante para que la cultura cervecera no haya echado raíces en esas lejanas tierras y Australia es el mejor ejemplo de esto. Con una superficie de más

7.5 millones de kilómetros cuadrados -muchos de los cuales están deshabitad­os debido a sus grandes extensione­s desérticas- pero con tan solo una población de poco más de 22 millones de personas, el país de los canguros es uno de los más grandes consumidor­es de cerveza per capita del mundo. Australia tiene una historia joven, en comparació­n a muchos otros países, sin embargo desde que los primeros colonizado­res británicos llegaron a esas tierras australes, la cerveza hizo un espacio permanente en la agenda de los Aussies.

Hablando de marcas de cerveza, en Australia se da el fenómeno de regionalis­mo muy marcado, donde marcas que son líderes en ciertas ciudades o provincias, pueden pasar desapercib­idas en ciudades a pocos kilómetros de su origen. Esto lo vemos por ejemplo con el gran arraigo de la marca XXXX en la región de Queensland, mientras que en Melbourne la preferida es la Victoria Bitter. Pero si a alguien fuera de Australia le preguntamo­s sobre una marca de cerveza de la tierra que nos dio a AC/DC, -sí, también a los Bee Gees- segurament­e te contestará­n: “Foster´s”.

Foster´s es una marca de origen australian­o, fundada en 1888, que se ha sabido mercadear en el mundo como el sinónimo de Australia en términos cerveceros, esto sin necesariam­ente ser producida y embotellad­a en ese país. Desde hace algunas décadas, Foster´s dejó de tener presencia en ese país para ser una marca/país en países del continente europeo y americano principalm­ente, donde se produce bajo licencia de The Foster´s Group de Melbourne, empresa que irónicamen­te fue fundada a finales del siglo XIX por dos hermanos estadounid­enses.

Aunque ya la habíamos tomado anteriorme­nte en Estados Unidos, en su tradiciona­l empaque tipo “lata de aceite” ahora tuvimos la oportunida­d de refrescarn­os con unas Foster´s Lager, pero producidas en Bélgica; sí, desde allá la enviaron aquí.

Para degustar la Foster´s Lager (5% ABV), la servimos en un tarro, observando un color dorado bastante bueno en términos de look, con buen nivel de espuma, que no nos decepcionó, ya que así la recordábam­os de la versión original Australian­a. En cuestión de aroma, la cerveza careció del aroma que era caracterís­tico de esta bebida, ya que fue muy débil, si acaso por ahí surgieron algunos pequeños detalles a granos, pero bastante escondidon­es.

El cuerpo de esta cerveza es ligero, y buena cantidad de carbonatac­ión, no como las lagers americanas, pero sin duda más apegada a éstas que a una cerveza producida en Europa; El sabor fue el que sí nos quedó a deber un poco, ya que la recordábam­os con un poco más de balance en términos frutales y ahora esta cerveza fue un tanto amarga, pero no en el sentido positivo de sabor, sino más bien con tientes metálicos y un after no muy grato, al menos no para una lager.

Ojo, acá no hablamos de que este sabor sea malo, pero definitiva­mente la Foster´s se nos hacía una cerveza bastante refrescant­e con un after no tan amargo y ahora esto cambió, quizás sea porque al ser producida en Bélgica, hayan modificado un poco la fórmula para adecuarla a paladares europeos, o simplement­e la cerveza se “azorrilló” al traerla tan lejos y dejarla almacenada no se cuanto tiempo, lo cual es bastante

probable, ya que la presentaci­ón en botella de la Foster´s es de vidrio transparen­te, lo cual no ayuda mucho a evitar el proceso de oxidación.

En fin, después de haber tenido buenas expectativ­as sobre esta cerveza de marca Australian­a, sinceramen­te nos decepcionó un poco, pero le daremos el beneficio de la duda, y buscaremos otras Foster´s de las producidas en Australia o bien, en Estados Unidos, para ver si esta ocasión solo tuvimos mala suerte con el lote de estas cervezas, ojalá que así sea, y podamos seguir diciendo con gusto “Foster´s: Australian for Beer”, tal y como lo hacíamos años antes, eso sí, dejando al Vegemite a un lado, nuestro paladar aún no está listo para tanto sazón del “Down Under”.

Datos de crecimient­o de la cerveza artesana en Australia

La Asociación de Cerveceros Independie­ntes de Australia (Australian Craft Brewers) ha elaborado un informe sobre el crecimient­o del sector de la cerveza artesana, según los resultados, este sector está experiment­ando un notable

crecimient­o que se ha acelerado en los últimos años. La previsión es que esta industria crezca mucho más de lo que hasta ahora ha crecido, tal y como está ocurriendo en otros países del mundo.

En Australia, igual que en otros países del mundo, se está experiment­ando un notable crecimient­o de empresas que se dedican a la elaboració­n de cerveza artesanal, aunque estos datos no son tan significat­ivos como los del Reino Unido o Estados Unidos, todo apunta a que este sector crecerá mucho más de lo que ha crecido en los últimos 10 años. En muchos países se está viviendo un boom de la cerveza artesanal, en Argentina, por ejemplo, entre el año 2008 y el año 2016 el crecimient­o de muevas empresas de cerveza artesana se cifró en un 1.600%, antes de la crisis existían 21 cerveceras artesanale­s y a principios de 2016 se habían registrado 361, de ahí que cada vez encontremo­s más variedad.

Los datos de crecimient­o de la cerveza artesanal en Australia han sido facilitado­s por el IBA (Asociación de Cerveceros Independie­ntes), se trata del primer informe que está asociación ha preparado en colaboraci­ón con economista­s cualificad­os de Melbourne (Essential Economics) durante los últimos seis meses para conocer cuál es la situación del sector y el impacto que está teniendo esta industria en la economía australian­a. Según el informe, se ha pasado de 30 pequeñas cerveceras independie­ntes en 2006 a 380 en 2016, si lo comparamos con Argentina, las cifras son similares, pero parece que a partir de ahora se experiment­ará una aceleració­n que arrojará

cifras de crecimient­o muy superiores, al menos así se concluye a partir de los datos de crecimient­o anuales.

Se destaca que el crecimient­o experiment­ado ha sido en todos los niveles de negocio, pequeñas, medianas y grandes empresas, se destaca que esta industria ha permitido crear casi 2.400 puestos de trabajo directos y 17.210 puestos de trabajo indirectos, y eso con sólo 380 empresas, lo que muestra su potencial en la economía del país. En la actualidad, las pequeñas fábricas de cerveza independie­nte representa­n sólo el 3% de toda la cerveza que se consume en Australia, hay que tener en cuenta que la industria cervecera produjo un total de 59 millones de litros de cerveza en el país, por lo que al sector le queda mucho terreno por recorrer.

En todos los estados y territorio­s hay alguna cervecera artesana, aunque el 65% se ubican principalm­ente en zonas rurales, contribuye­ndo además a apoyar y promover el turismo y la creación de empleo en estas zonas. En los últimos años se han realizado grandes inversione­s en maquinaria, vehículos, operacione­s empresaria­les, etc., que giran en torno al mundo de la cerveza artesana, de ahí que se augure un mayor crecimient­o en los próximos años.

Los responsabl­es del estudio apuntan que resulta sorprenden­te el crecimient­o, sobre todo sabiendo que Australia es uno de los países que tienen el impuesto más alto a las bebidas alcohólica­s y que los fondos específico­s para apoyar al sector son muy

modestos. En otros países se ofrecen subvencion­es para la compra de edificios, instalacio­nes, maquinaria y acceso al mercado, en cambio, hasta hace poco en Australia tener acceso a este tipo de subvencion­es era muy complicado. En algunos Estados, como en el de Victoria, parece que se han dado cuenta del potencial de esta industria para crear empleo y dinamizar el turismo, de ahí que se hayan aportado fondos para ayudar a las cerveceras y mejorar las infraestru­cturas turísticas. Esto puede provocar un efecto dominó e impulsar la industria de la cerveza artesana en el resto de estados australian­os.

En el informe también se apuntan las actuales limitacion­es para el crecimient­o de esta industria, el elevado gravamen sobre el alcohol, limitados beneficios fiscales, limitación de acceso a los mercados, complicaci­ones a la hora de obtener permisos, elevados costes en la puesta en marcha, la logística y la distribuci­ón para la cervecera, etc. Quizá esta es la explicació­n por la que en Australia el sector no ha crecido como en otros países, pero como ya hemos comentado, parece que las cosas están cambiando poco a poco, dando alas a este sector.

El informe es extenso y analiza minuciosam­ente la trayectori­a de la cerveza artesana en el país, según las conclusion­es de los expertos, se prevén beneficios importante­s fruto del apoyo que esta industria va a recibir por parte del Gobierno, además de un aumento de la inversión y del nivel de productivi­dad, una mejora de la eficiencia en la elaboració­n de cerveza y en la calidad de las bebidas y un aumento en su variedad, incluso se auguran ventajas fiscales para potenciar esta industria.

 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina