Una mayor voz y una mayor responsabilidad
Wu Hailong, director del Instituto de Asuntos Exteriores del Pueblo Chino, analiza la política exterior china
China viene ajustando su política exterior a medida que avanza la globalización económica y la integración mundial, y a medida también que su papel en el escenario mundial va adquiriendo un mayor protagonismo. Durante la celebración de las sesiones de la Asamblea Popular Nacional (APN) y del Comité Nacional de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino (CCPPCh), China Hoy pudo conversar al respecto con Wu Hailong, director del Instituto de Asuntos Exteriores del Pueblo Chino (IAEPCh) y miembro del Comité Nacional de la CCPPCh.
Antes de dirigir el IAEPCh, Wu asumió varios cargos, como embajador plenipotenciario de la Misión Permanente de China ante la Unión Europea y representante de la Misión Permanente de China ante la ONU en Ginebra y otras organizaciones internacionales en Suiza.
La experiencia china
Como miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU, China suele últimamente abstenerse o votar en contra en los asuntos in-
ternacionales. ¿Tal posición está relacionada con el aumento constante de la fortaleza del país? Wu Hailong explicó que al tratar los asuntos internacionales, China siempre decide en función de lo correcto o lo erró- neo, y esto proviene de la confianza diplomática.
“El derecho a tener voz en las organizaciones internacionales está relacionado estrechamente con la fortaleza y posición de un país. En otros tiempos China no tenía derecho a hablar, pero hoy día, gracias a sus grandes contribuciones al mundo, vamos teniendo más derecho a hacerlo porque, como reza un proverbio chino, ‘cuando crece el río sube el barco’”, mencionó Wu.
Wu sostuvo que el aumento de tal derecho se refleja en dos aspectos. Como país en vías de desarrollo, China debe hablar por otras naciones en vías de desarrollo y preservar sus derechos e intereses. Pero al mismo tiempo, China tiene muchos puntos de vista en común con los países desarrollados en temas globales, como el tratamiento del problema nuclear, el cambio climático y la prevención y control de los refugiados y la inmigración ilegal. “Por lo tanto, podemos cooperar con los países en vías de desarrollo y con los desarrollados”, destacó.
Wu Hailong se ha dedicado durante más de 40 años a la diplomacia y es consciente de que China desempeña un papel positivo en la diplomacia multilateral. En cuanto a las resoluciones de la ONU y los documentos de importantes reuniones internacionales, el país ha contribuido al mundo con su experiencia y ha desempeñado un papel importante en la toma de decisiones.
China ha asumido el liderazgo en algunos asuntos internacionales y multilaterales complicados. Ha dejado de ser un principiante para convertirse en un contribuyente. Muchos países prestan una gran importancia a China y esperan sus ideas y propuestas, lo cual es una exigencia mayor para el trabajo diplomático.
China tiene muchos puntos de vista en común con los países desarrollados en temas globales, como el tratamiento del problema nuclear, el cambio climático y la prevención y control de los refugiados y la inmigración ilegal.
“Al tener un mayor derecho de voz, asumimos también más misiones y responsabilidades”, mencionó Wu.
Promotor de la globalización
China es un firme promotor de la globalización. En ese sentido, Wu Hailong consideró que hay que tratar este asunto de forma integral: “El desarrollo de la globalización es una tendencia general, y la oposición a esta no quiere decir que los que se oponen no la necesiten”.
Wu citó como ejemplo el retiro de Estados Unidos del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica ( TPP, siglas en inglés), lo cual – en su opinión– no significa que ese país no quiera la liberalización comercial, sino que pretende buscar otro acuerdo de libre comercio más favorable. Por esa razón, el Gobierno estadounidense está pensando en otras negociaciones y elaborando nuevos acuerdos.
Wu Hailong reconoció que existen problemas en el proceso de globalización. Por ejemplo, las élites sociales han obtenido mayores beneficios, lo que provoca una insatisfacción social por la mala distribución y el desequilibrio de intereses. Wu señaló que el proceso de globalización no cederá con la aparición de estos problemas y, tras su rectificación, volverá a avanzar.
Asimismo, enfatizó que la posición de China de apoyar la liberalización comercial y estar en contra del proteccionismo comercial es muy clara. “China se ha beneficiado mucho de la globalización. Empero, en ese proceso también ha hecho grandes contribuciones”, puntualizó. La iniciativa de “Una Franja y Una Ruta” que China está promoviendo para conseguir un desarrollo coordinado con otros países es un buen ejemplo. “En el Informe sobre la Labor del Gobierno 2017, presentado por el primer ministro Li Keqiang, se menciona que la tasa de contribución del crecimiento económico de China al del mundo alcanzó un 30 %, un resultado magnífico. Es decir, China se beneficia, contribuye y es un firme y activo promotor de la globalización”, concluyó Wu.
La diplomacia popular
Durante 2016, el Instituto de Asuntos Exteriores del Pueblo Chino atendió a 1300 personas de más de 140 delegaciones, y realizó 46 diálogos, simposios y conferencias, en los que se discutieron temas de interés para China y otros países. “Entre los invitados estuvieron ex presidentes, ex primeros ministros, parlamentarios, así como reconocidos estudiosos, periodistas y jóvenes estudiantes. Mediante el intercambio con estos invitados de diversos países hemos incrementado el conocimiento mutuo y profundizado la comunicación recíproca”, añadió Wu.
La diplomacia popular constituye una parte importante de la diplomacia de China. “La diplomacia popular puede originarse en distintas clases sociales, es decir, en el contacto con estas, por lo que el modelo de intercambios será muy profundo, transparente y acorde”, explicó Wu. Por otro lado, la forma de intercambio entre los pueblos puede ser variada por medio de diálogos, conferencias, simposios, entrevistas y encuentros. Además, aplicar bien la diplomacia popular generará una influencia en la diplomacia oficial e impulsará el desarrollo de esta última. Incluso, en cierto grado puede neutralizar las dificultades, riesgos y divergencias de la diplomacia oficial.
2016 fue el año de las elecciones en EE. UU. Después de que Donald Trump fuera electo presidente, temas como la relación sino- estadounidense y la política exterior de EE. UU. centraron la atención de la comunidad internacional. En ese momento clave, Henry Kissinger, ex secretario de Estado estadounidense, visitó China invitado por el IAEPCh e intercambió opiniones con los departamentos concernientes. La parte china transmitió su confianza en el desarrollo de la relación bilateral.
El IAEPCh ha establecido contactos con casi todos los países cercanos y ha celebrado periódicamente eventos e intercambios. El año pasado, en la víspera de la mejora de la relación chino- filipina, el instituto invitó a una delegación de ese país a China y les presentó las políticas y la posición del país sobre el tema del Mar Meridional de China.
En los últimos años, el IAEPCh ha llevado a cabo varios eventos, a fin de analizar y explicar la iniciativa de “Una Franja y Una Ruta”. Gracias a los esfuerzos de tantos años, los países vecinos cuentan con un mayor conocimiento de la estrategia, políticas y objetivos de desarrollo del país.
Al mirar retrospectivamente la influencia de las políticas chinas en el exterior y su impacto en el mundo, Wu Hailong mencionó: “China ha aplicado invariablemente una política de desarrollo pacífico, la cual ejercerá la importante función de promover el desarrollo mundial, sobre todo el de los países en vías de desarrollo, bajo los principios de avanzar de forma estable, garantizar el beneficio mutuo y la ganancia compartida, y crear una comunidad de destino común. El país ha hecho considerables contribuciones para la materialización de un desarrollo sostenible en 2030”.
Wu Hailong reconoció que existen problemas en el proceso de globalización. Por ejemplo, las élites sociales han obtenido mayores beneficios, lo que provoca una insatisfacción social por la mala distribución y el desequilibrio de intereses. Wu señaló que el proceso de globalización no cederá con la aparición de estos problemas y, tras su rectificación, volverá a avanzar.