“Cruzar el río tanteando las piedras”
Es un método de reforma que está impregnado de características y sabiduría chinas y se adapta a las condiciones nacionales. Tantear significa encontrar las leyes objetivas. En cuanto a una reforma en la que se ha de hacer avances sustanciales, pero de cuyo éxito todavía no se está seguro, hay que ensayar primero, respetar la práctica y las creaciones, alentar las exploraciones audaces y tener el coraje de abrirse camino; de este modo se puede promover ampliamente la reforma después de adquirir experiencias y tener la certeza de hacerlo.
Así hemos hecho nuestra reforma y apertura desde hace más de treinta años, atravesando un proceso de constante acumulación –ensayo, resumen y divulgación– y uno de profundización ininterrumpida –del campo a la ciudad, del litoral al interior y de las partes al todo–. Gracias a esta reforma progresiva, se ha logrado evitar la agitación social que podrían provocar una situación incierta y medidas inadecuadas, y se ha dado la garantía necesaria para impulsar firmemente la reforma y conseguir con satisfacción los objetivos.
“Cruzar el río tanteando las piedras” concuerda con el proceso del conocimiento de las leyes objetivas y con la dialéctica que explica el tránsito de los cambios cuantitativos a cualitativos. Es necesario hacerlo no solo en los inicios de la reforma y la apertura, sino también en la actual profundización integral de la reforma. Por supuesto, al “cruzar el río tanteando las piedras” debemos respetar las reglas: obrar de acuerdo con las leyes objetivas ya conocidas, entenderlas más a fondo en la práctica, hacer avances sustanciales sobre la base de la práctica y la exploración, y no tantear meramente las piedras sin cruzar el río.