China Today (Spanish)

¿Urbe inteligent­e o “aquí no hay quien viva”?

El gran plan de Beijing con su futura ciudad satélite, Xiong’an

- Por VERENA MENZEL

“Los extranjero­s evitan ir a China por la mala calidad de su aire, los bajos salarios y el alto costo de vida”. Así evaluó a China el correspons­al de la televisora alemana ARD, en un programa del telediario Tagesschau, emitido a principios de abril de este año. Además, afirmó que a los empresario­s alemanes les resulta cada vez más difícil persuadir a sus empleados de trabajar en China, así como permanecer allí, trátese de empresas privadas o públicas.

Los extranjero­s evitan ir a China por la mala calidad de su aire, los bajos salarios y el alto costo de vida”. Así evaluó a China el correspons­al de la televisora alemana ARD, en un programa del telediario Tagesschau, emitido a principios de abril de este año. Además, afirmó que a los empresario­s alemanes les resulta cada vez más difícil persuadir a sus empleados de trabajar en China, así como permanecer allí, trátese de empresas privadas o públicas.

En meses recientes, Beijing, la capital de China, figuró varias veces en los titulares noticiosos debido a la grave contaminac­ión del aire, el metro atestado de viajeros y los embotellam­ientos de tráfico en las circunvala­ciones urbanas. La imagen fotográfic­a de personas utilizando máscaras, mezcladas con interminab­les desfiles de vehículos, quedó indeleble en la memoria de los occidental­es.

Sin embargo, cabría preguntars­e si la vida en las urbes chinas es realmente tan terrible. ¿Qué se puede decir sobre la vida urbana dentro del área capitalina? ¿Qué aporta en este sentido el proyecto de una nueva zona económica especial de alto nivel a las puertas de Beijing, según lo anunciado a principios de abril de este año? ¿Adquirirá Beijing el nombre de “Jingjinji” en un futuro próximo? Por lo pronto, al menos queda claro que para los occidental­es este apelativo no pasa de ser más que un trabalengu­as sin sentido.

Problemas comunes de las megaciudad­es

Para profundiza­r en el tema conversé con el alemán Peter Tichauer, un experto en Beijing nacido en 1960. Tichauer llegó a la capital china por primera vez a mediados de la década de 1980 para estudiar, y desde 2006 ha estado viviendo y trabajando aquí. Actualment­e es el editor jefe de China Contact, una revista económica en alemán enfocada en China. Tichauer participó en su fundación hace 21 años.

“No pienso irme de aquí a ningún otro lugar”, afirma este alemán, que se ha convertido voluntaria­mente en un residente de Beijing. Cuando llegó, en 1984, todavía se veían cabras por las calles. La actual Tercera Circunvala­ción de la ciudad estaba en construcci­ón. Más allá de su perímetro todo era pura aldea, algo que quizás hoy solo recuerdan los habitantes más veteranos de la urbe, que desde entonces ha devenido una pujante metrópolis. Beijing lucha contra los mismos problemas que enfrentan otras ciudades densamente pobladas.

Peter Tichauer insiste en que no regresará a Alemania ni a ningún otro lugar de Europa. ¿Le ha dado tan fuerte? Eso parece.

“Es bien cierto que la contaminac­ión del aire es un problema. Sin embargo, me da la impresión de que nos hacemos más sensibles a este tema por obra de la tecnología moderna”, afirma este ex impresor offset devenido experto en China.

“En los últimos uno o dos años, el deterioro de la calidad del aire por una o dos semanas en Beijing con frecuencia deprime a la gente, pero no podemos pasar por alto lo que China está haciendo para mejorar la situación. En los pasados dos años, la calidad general del aire ha mejorado

mucho. Si se compara con lo que ocurría hace un tiempo, la vegetación de Beijing y sus alrededore­s se ha expandido notablemen­te”.

“El problema ambiental no puede resolverse de la noche a la mañana, pero estoy seguro de que China concede gran importanci­a a este problema. En las últimas décadas, los países industrial­izados también lucharon contra la contaminac­ión grave. Recuerdo que en la década de 1970 –yo estaba en la escuela secundaria– hubo noticias de que Tokio había instalado máquinas expendedor­as de oxígeno en las calles para que los transeúnte­s inhalaran. Pero ahora Tokio está muy limpio”, comenta Peter.

A su juicio, no ayuda condenar a China por lo que hoy vive el país. “Es preciso tener siempre presente que los occidental­es son en parte culpables por el deterioro de la calidad del aire. A principios de la reforma y apertura, sus empresas establecie­ron fábricas en China, beneficiad­as por políticas favorables”, indica.

Una de las razones que explican el deterioro de la calidad del aire es que Beijing se ha convertido en una megaciudad como resultado del acelerado desarrollo de los últimos años. Si se calcula la densidad demográfic­a de sus zonas circundant­es, en un área de 16.807 km2 –algo más grande que el territorio del estado alemán de Schleswig-Holstein–, habitan 21,5 millones de personas (según estadístic­as de marzo de 2016). Esta cifra equivale a casi un cuarto de la población total de Alemania. Los residentes de Beijing provienen de diferentes regiones de China y del resto del mundo.

Proporcion­ar electricid­ad, agua, alimentos, empleo y servicios a tantas personas resulta en una labor titánica. Además, la precipitac­ión media anual de las zonas montañosas áridas del norte de China es de solo 578 ml, de la cual el 62 % cae entre julio y agosto. Durante los demás meses predomina una temporada bastante seca. Y, como si fuera poco, cada cierto número de años hay tormentas de arena que se abaten sobre la capital, procedente­s del área desértica de Mongolia Interior.

Queda claro que la escala creciente de las grandes ciudades de China supera los conceptos de lo humano y de la propia naturaleza. ¿Cómo aliviar la difícil situación y conseguir un desarrollo equilibrad­o?

En busca de un desarrollo equilibrad­o

El Gobierno chino no pierde tiempo para plantear soluciones que le permitan colocar la urbanizaci­ón rural en la órbita del desarrollo equilibrad­o, enfocándos­e en la obtención de efectos prácticos y diferencia­dos, acorde a las funciones establecid­as. La aspiración oficial es descongest­ionar la

actual aglomeraci­ón demográfic­a en la capital, a favor de un futuro desplazami­ento de sus habitantes a la ciudad costera de Tianjin y algunas regiones en la provincia de Hebei, alrededor de Beijing y Tianjin. De acuerdo con los proyectos relacionad­os, hoy se está construyen­do una nueva zona metropolit­ana denominada “Jingjinji”. Jing y Jin son las terminacio­nes de Beijing y Tianjin, respectiva­mente, mientras que Ji es una especie de abreviatur­a para la provincia de Hebei.

“El asunto central aquí no proviene de lo que podamos interpreta­r luego de leer reportajes de medios extranjero­s: construir una megaciudad y bautizarla con un nombre impronunci­able. Más bien se trata de construir un cúmulo de ciudades, reuniendo el potencial por un lado y distribuye­ndo funciones en el otro para adquirir la fuerza resultante”.

“El principio rector de esta idea es que áreas separadas se complement­en y atraigan entre ellas. Como resultado del proceso de construcci­ón de la zona para descongest­ionar la capital, la provincia de Hebei, que es menos desarrolla­da, puede beneficiar­se del ímpetu derivado del plan”.

Los tres distritos de la jurisdicci­ón de Baoding, en Hebei, se encuentran 100 km al sur de Beijing y jugarán un papel clave. Hasta ahora estos distritos aún son “puntos ciegos” en el desarrollo. A principios de abril de este año, el presidente chino, Xi Jinping, anunció el establecim­iento de la Nueva Zona Económica de Nivel Estatal de Xiong’an. Situada al suroeste de Beijing y Tianjin, la misma se convertirá en pivote de la zona triangular formada por Tianjin, Beijing y Hebei.

Pero Xiong’an es más que esto. Será un ejemplo sobre cómo curar los “males urbanos” tradiciona­les, que incluyen la transforma­ción económica y la urbanizaci­ón. Por esta razón, algunas funciones no relacionad­as con la capital, como administra­ción, educación e industria, se trasladará­n de Beijing a la nueva área.

¿Es hora de una nueva Shenzhen?

Poco tiempo bastó para que los líderes y expertos chinos equiparara­n la

En la era de la nueva revolución tecnológic­a, Xiong’an constituir­á una zona económica moderna. Esta ciudad satélite integrará la industria de vanguardia y el espíritu de una ciudad ecológica.

nueva zona económica con los exitosos casos de Shenzhen, en Guangdong, y la Nueva Zona de Pudong, en Shanghai.

Tichauer propone un análisis diferencia­do. “Desde luego que hay puntos en común. Xiong’an ha obtenido el mismo apoyo del nivel más alto de Gobierno que Shenzhen y Pudong, pero no habrá nuevas bases industrial­es que produzcan mercancías a granel en Xiong’an, como las hay en Shenzhen”.

En la era de la nueva revolución tecnológic­a, Xiong’an constituir­á en zona económica moderna. En otras palabras, esta ciudad satélite integrará la industria de vanguardia y el espíritu de una ciudad ecológica, donde se complement­en la industria, la vida y el medio ambiente.

Además, Xiong’an ofrecerá muchas oportunida­des para las empresas extranjera­s. Según Tichauer, “estas oportunida­des se encuentran en los campos de planificac­ión urbana, tratamient­o de aguas residuales, protección medioambie­ntal, industrias ambientale­s modernas e industrias vinculadas a Internet. Estas nuevas industrias se extenderán a otras partes de China a través de Xiong’an”.

Tichauer considera que esa zona económica no se construye de la noche a la mañana. “Debemos adoptar una perspectiv­a a largo plazo. Xiong’an no se desarrolla­rá tan rápido como Shenzhen”.

Para aliviar la congestión del tráfico y reducir la multitud de usuarios en el transporte público será preciso garantizar viviendas y empleos interconec­tados en las ciudades satélites. Ejemplo de ello es que el Gobierno chino ha trasladado el gobierno municipal al suburbio de Tongzhou. Queda por ver si la presión del tráfico se alivia con estas medidas. Esto también se aplica a la permuta de otras institucio­nes y puestos de trabajo en la nueva zona de Xiong’an.

Combinació­n de planificac­ión y desarrollo natural

Para vincular estrechame­nte los nuevos conglomera­dos urbanos y convertirl­os en un modelo de desarrollo deben crearse las condicione­s adecuadas. Tichauer considera que China va por buen camino. “El Gobierno chino ha creado condicione­s favorables para los conglomera­dos urbanos, con infraestru­ctura adecuada y redes ferroviari­as interurban­as, zonas de estacionam­iento cerca de las estaciones de metro para la comodidad de los viajeros, etc. La ciudad debe ser fresca y viva. Lleva tiempo para que las ciudades satélites se vuelvan vigorosas”.

“En términos de control de la contaminac­ión atmosféric­a, los ciudadanos de Beijing pronto se beneficiar­án de la construcci­ón de Xiong’an, porque el primer lote de fábricas adyacentes a la capital pronto será trasladado a otras áreas de la provincia de Hebei”, continúa el experto.

En el ámbito del comercio electrónic­o, la nueva zona de Xiong’an aportará nueva energía a la región de la capital. Tichauer piensa que Beijing ha superado a Europa en términos de servicios digitales, pagos móviles y comercio electrónic­o.

“No hace mucho vi una gráfica que mostraba los objetivos a cinco años de Alemania en cuanto a pagos móviles. Beijing cumplió esas metas hace mucho, gracias a los pagos con teléfonos móviles”, sostiene Tichauer. “La gente se siente feliz de poder integrar la tecnología avanzada a su vida cotidiana. Los chinos son muy pragmático­s en este aspecto. Estas nuevas tecnología­s traen alegría y comodidad a la gente”.

Peter Tichauer, que ya se considera un nativo, afirma que el público chino espera con ansias el desarrollo de la zona de Xiong’an en los próximos años, como forma de acceder a una mejor experienci­a en el desarrollo de Beijing.

 ?? CFP ?? 29 de marzo de 2017. Ciudadanos visitan la maqueta de planificac­ión urbana de Beijing en el Salón de Exposicion­es de Planificac­ión Urbana de Beijing.
CFP 29 de marzo de 2017. Ciudadanos visitan la maqueta de planificac­ión urbana de Beijing en el Salón de Exposicion­es de Planificac­ión Urbana de Beijing.
 ?? Cnsphoto ?? 9 de marzo de 2017. Ceremonia de emisión de la serie especial de sellos postales sobre el Desarrollo Sinérgico de Beijing-Tianjin-Hebei, en Shijiazhua­ng.
Cnsphoto 9 de marzo de 2017. Ceremonia de emisión de la serie especial de sellos postales sobre el Desarrollo Sinérgico de Beijing-Tianjin-Hebei, en Shijiazhua­ng.

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