La reforma estructural por el lado de la oferta
Su puesta en práctica en China en medio del proceso de “nueva normalidad”
La reforma estructural por el lado de la oferta” surgió en los sectores políticos y económicos de China a finales de 2015. Es una medida tomada por el Comité Central del Partido Comunista de China ante los problemas generados por el desarrollo económico, frente a la desaceleración económica que como parte de la “nueva normalidad” se viene registrando desde 2012. El aumento de la clase media en China exigía una diversificación en el consumo de productos de alto valor y la cadena industrial requería un mayor desarrollo en I+D para mejorar los diseños, la estandarización de la cadena de suministros, crear redes de marketing, de logística, entre otras. Era evidente que la oferta no se correspondía con el cambio estructural de consumo, es decir, una excesiva e ineficaz oferta para productos de gama baja, y una insuficiente oferta para los de mediana y alta. Varios sistemas e instituciones limitaban la regulación de ofertas, lo que provocó consecuencias negativas, como la acumulación de mercancías.
Durante la XI Conferencia del Grupo Dirigente Central para Asuntos Financieros y Económicos, el 10 de noviembre de 2015, el presidente chino, Xi Jinping, habló de la necesidad de la reforma estructural por el lado de la oferta y pidió elevar la calidad y eficiencia del sistema de suministro, proveer la fuerza motriz a mediano y largo plazos para el crecimiento económico, y mejorar el nivel de productividad social.
Efecto inicial
Las tareas principales de la reforma estructural por el lado de la oferta consisten en la eliminación del exceso de capacidad productiva y de los excedentes inmobiliarios, el desapalancamiento, la reducción de los costes de las empresas y la subsanación de los puntos débiles, con el fin de alcanzar un balance de alto nivel entre oferta y demanda.
El exceso de capacidad productiva tuvo protagonismo durante un tiempo en China. Los suministros de algunos productos industriales superaron la de-
manda en gran medida, lo que provocó una caída continua de los precios y beneficios para las empresas. Igualmente, el problema del excedente inmobiliario en ciudades de segundo y tercer nivel ha sido notable. Con la eliminación del exceso de capacidad productiva se impulsará la supervivencia de las empresas más aptas, se estabilizarán los precios de los productos industriales y el flujo normal de los elementos de producción. Al eliminar los excedentes inmobiliarios se reducirá el uso ineficiente de los fondos, el riesgo de impago de la deuda y se mantendrá la estabilidad del mercado