La nueva época para todos
La Asamblea Popular Nacional (APN) y la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino (CCPPCh) son órganos que permiten al pueblo chino ejercer el poder político. En marzo, más de 5000 diputados a la APN y miembros del Comité Nacional de la CCPPCh se reunieron en Beijing. Discutieron y adoptaron las enmiendas a la Constitución, la nueva Ley de Supervisión de China, el plan de reorganización institucional del Consejo de Estado y examinaron y escucharon el Informe sobre la Labor del Gobierno. Los resultados significativos de tales reuniones son las respuestas de China al contexto externo, una garantía a su funcionamiento orgánico y el plan de acción para el desarrollo en la nueva época diseñado por el XIX Congreso Nacional del Partido Comunista de China.
Los diputados a la APN y miembros de la CCPPCh, en representación de todas las etnias del país, representaron además a todos los partidos democráticos, y a los trabajadores de todos los sectores sociales. Como parte del pueblo, han reflejado sus aspiraciones a través de diversos canales institucionales, entre los que las celebraciones anuales de la APN y la CCPPCh son uno de los más importantes. El desempeño de sus funciones y sus sugerencias han permitido unificar el anhelo del pueblo chino por una vida mejor y el objetivo final del Gobierno y el Partido Comunista de China (PCCh).
La nueva Constitución resalta el liderazgo del PCCh, que representa los intereses del pueblo; por eso en la reunión de clausura de la primera sesión de la XIII Asamblea Popular Nacional, el presidente Xi Jinping indicó claramente que “el Partido Comunista de China será siempre la columna vertebral del pueblo y de la nación china”.
Desde el inicio de la reforma y apertura, que cumple 40 años en 2018, el país se ha transformado desde una nación subdesarrollada en la que casi la mitad de la población vivía por debajo de la línea de pobreza, hasta convertirse en un país con un ingreso nacional bruto per cápita de 8800 dólares, que ha rebajado el porcentaje de pobreza al 3,1 %. El pueblo chino desea vivir con dignidad por lo que tiene una mayor demanda por la democracia, el imperio de la ley, la equidad, la justicia, la seguridad y el cuidado del medio ambiente.
La nueva Constitución estipula claramente las tareas fundamentales, su camino de desarrollo, los objetivos de lucha del Estado, los requisitos para la construcción económica, política, cultural y social y de una civilización ecológica con el fin de impulsar un progreso que garantice la vida feliz al pueblo.
Después de ser elegido presidente de la República Po- pular China ( RPCh), Xi Jinping colocó su mano izquierda sobre la Constitución e hizo un juramento solemne, lo que refleja su determinación de gobernar el país conforme a la ley y su Constitución, su fe en el pueblo, su decisión de perseguir la felicidad del pueblo chino y de conducir a la nación china hacia la revitalización.
La nueva Constitución también define que las comisiones de supervisión son un nuevo tipo de órganos que inspeccionarán a todos los funcionarios en nombre del PCCh y del Estado. Tal hecho representa un gran ajuste del régimen político, del poder político, de las relaciones políticas, un importante diseño de alto nivel del sistema de supervisión del Estado, que perfeccionará el autocontrol del PCCh y del Estado, una garantía institucional para combatir la corrupción. Por lo tanto, tal decisión ha contado con el apoyo del pueblo.
La economía china ha entrado en una etapa de desarrollo de alta calidad, y es una exigencia apremiante modernizar el sistema de gobernanza, reajustar las responsabilidades, el papel y el poder de los organismos estatales, por eso, la actual reforma institucional del Consejo de Estado no tiene precedentes en cuanto a intensidad y amplitud. Por ejemplo, en el área de la protección medioambiental, se ha creado un nuevo Ministerio de Ambiente Ecológico, lo que favorecerá la centralización de las funciones de protección de los recursos naturales y del ambiente ecológico. Sobre la reforma del sistema de supervisión financiera, se han fusionado la Comisión Reguladora de la Banca de China (CRBCh) y la Comisión Reguladora de Seguros de China (CRSCh), para evitar vacíos y arbitrajes regulatorios, lo que ayudará a promover la reforma y apertura financiera, y mantener la estabilidad de dicha industria.
Estas reformas importantes manifiestan que en China ha tomado forma la estructura de poder en la toma de decisiones, su ejecución y supervisión. Se trata de una reforma muy profunda que se relaciona directamente con la vida y el bienestar del pueblo. Como señaló el presidente Xi Jinping en la reunión de clausura de la primera sesión de la XIII Asamblea Popular Nacional, solo con la confianza del pueblo, un Estado tendrá esperanzas y fuerzas. Y la nueva época es para todos. Todos somos testigos, creadores y constructores de la nueva época.