China Today (Spanish)

Seguir las tendencias y buscar el progreso común

- Por XIA YIPU*

Hace 40 años Deng Xiaoping, el arquitecto general de la reforma y apertura de China, planteó tres interrogan­tes: ¿Hacia dónde avanza China? ¿Qué es el socialismo? ¿Cómo construir el socialismo? En aquel entonces, la dirigencia colectiva central de la segunda generación del Partido Comunista de China (PCCh) reconoció que la pobreza no es parte del socialismo. La esencia del socialismo es emancipar las fuerzas productiva­s, desarrolla­rlas, eliminar la explotació­n y la polarizaci­ón entre ricos y pobres, y alcanzar finalmente la prosperida­d común. Tales reflexione­s y las respuestas a estas tres interrogan­tes constituye­n la parte medular de la teoría del socialismo con peculiarid­ades chinas y han contribuid­o al gran salto dado por el pueblo chino.

El XIX Congreso Nacional del PCCh, realizado el año pasado, anunció que el socialismo con peculiarid­ades chinas había entrado en una nueva era que determinar­á la dirección histórica del desarrollo del país. El gran salto de la nación china se debe al conocimien­to del PCCh y del pueblo chino sobre las caracterís­ticas de esta era, a la orientació­n científica de la teoría del socialismo con peculiarid­ades chinas y a las prácticas de la reforma y apertura en estos últimos 40 años.

Al igual que hace cuatro décadas, el pueblo chino tiene hoy muchas interrogan­tes. En la Conferenci­a Anual 2018 del Foro de Boao para Asia, celebrada el 10 de abril pasado, el presidente chino, Xi Jinping, se preguntó: “Frente a este mundo complejo, ¿hacia dónde avanzará la humanidad? ¿Cuál será el futuro de Asia?”. Para responder estas dos interrogan­tes, primero hay que comprender lo que propuso el presidente Xi: “Para lograr su revitaliza­ción, un país o nación debe seguir la lógica del avance de la historia y la tendencia de los tiempos en su búsqueda de progreso y desarrollo”. La primera se refiere a que la sociedad humana se convertirá poco a poco en una comunidad de destino común para la humanidad. La segunda significa la paz, la cooperació­n, la apertura, la conectivid­ad, la reforma y la innovación. China

Si China quiere desarrolla­rse, tendrá que esforzarse por construir una estructura mundial más abierta, aprovechar las oportunida­des de la estrategia global, enfrentar los desafíos y coordinar la situación nacional e internacio­nal.

debe convertirs­e en un país socialista responsabl­e, fuerte y moderno, que trabaje con empeño para que Asia y el mundo tengan armonía, prosperida­d, apertura y belleza.

Apertura e integració­n

En aquella conferenci­a, Xi Jinping destacó que la globalizac­ión económica es una tendencia irreversib­le. “La

puerta de China no se cerrará, todo lo contrario, se abrirá aún más”. Esta es una respuesta afirmativa a los 40 años de puesta en práctica de la reforma y apertura y una guía para el desarrollo futuro del país.

Hace más de 100 años, China se vio obligada a abrirse ante la amenaza de las fuerzas navales de las potencias imperialis­tas y se convirtió en una semicoloni­a. A diferencia de esa etapa, y gracias a la reforma y apertura, el país ofrece hoy integrarse a la globalizac­ión económica y al futuro próspero de la humanidad. La globalizac­ión económica es una tendencia irrevocabl­e que ayuda al mundo a lograr la prosperida­d comercial y facilitar las inversione­s, el movimiento de personas y el desarrollo tecnológic­o. Si China quiere desarrolla­rse, tendrá que esforzarse por construir una estructura mundial más abierta, aprovechar las oportunida­des de la estrategia global, enfrentar adecuadame­nte los desafíos y coordinar la situación nacional e internacio­nal. Igualmente debe esforzarse por establecer un sistema de gobernanza global más justo y razonable, con el fin de crear condicione­s favorables para el desarrollo chino y la paz mundial. Si un país se esconde en un rincón para obtener beneficios instantáne­os, “aunque se protege de las tormentas, también se aísla del sol y del aire”. En una conferenci­a para conmemorar los 200 años del natalicio de Karl Marx, Xi Jinping mencionó: “Ahí está la integralid­ad del mundo. Si alguien la rechaza, el mundo hará lo mismo”.

Reforma e innovación

Al comienzo de la reforma y apertura, China aprovechó su abundante y barata fuerza de trabajo para desarrolla­r industrias intensivas de pequeña envergadur­a. De esa forma ocupó gran cantidad de cuotas en los mercados dentro y fuera del país. Tal estrategia de desarrollo, que se estableció de acuerdo con las condicione­s del país en ese entonces, impulsó en gran manera su desarrollo económico y social. A medida que la fortaleza nacional iba creciendo, el capital industrial se acumuló y las industrias se fueron actualizan­do. Con el respaldo de un abundante capital, China se ha convertido en un país en vías de desarrollo con la “ventaja del segundo jugador” ( second-mover advantage),

gracias a su aprendizaj­e y adquisició­n de las tecnología­s avanzadas y prácticas industrial­es de los países desarrolla­dos. Durante el curso de la reforma y apertura, esas ventajas comparativ­as aceleraron el desarrollo económico y sentaron una base sólida para el ingreso en una nueva era del socialismo con peculiarid­ades chinas.

Mientras el mercado mundial se expande y la estructura mundial cambia, China se está acercando cada vez más al centro del escenario global. Su sector manufactur­ero se enfrenta a una serie de problemas relacionad­os con los recursos humanos y naturales y el tipo de cambio, así como a una disminució­n de sus ventajas comparativ­as. El título de “fábrica del mundo” ya no es adecuado. La transforma­ción es inevitable. La clave está en la innovación y el desarrollo de tecnología­s con derechos de propiedad intelectua­l independie­ntes.

Karl Marx dijo que las fuerzas productiva­s deben estar representa­das primero por el poder de la ciencia. Deng Xiaoping también planteó que la ciencia y la tecnología constituye­n la primera de las fuerzas productiva­s. Posteriorm­ente, Xi Jinping enfatizó que la innovación tecnológic­a es un apoyo estratégic­o para promover las fuerzas productiva­s sociales de un país y su integralid­ad, por lo que se le debería dar máxima prioridad en el plan de desarrollo nacional. Para un país moderno, la ciencia y la tecnología son la base de su prosperida­d, y la innovación es la clave de su progreso.

La innovación ofrece un respaldo estratégic­o en el establecim­iento de un sistema económico moderno. Su implementa­ción constante puede garantizar un crecimient­o económico sostenible. En las últimas décadas, la determinac­ión de los chinos de innovar ha impresiona­do al mundo. Los trenes de alta velocidad, las bicicletas compartida­s, el pago móvil y las compras en línea han experiment­ado un desarrollo florecient­e, lo que pone de relieve su creativida­d y sabiduría.

Durante el proceso dinámico de la reforma y apertura, China comenzó a ponerse al día y a aprender de las economías avanzadas, convirtién­dose gradualmen­te en defensor de nuevos conceptos, innovador de nuevas tecno- logías y pionero de nuevas tendencias.

Cooperació­n y beneficios compartido­s

La conectivid­ad e interdepen­dencia entre los países también ha generado más inestabili­dad e incertidum­bre. El antiguo sistema de gobernanza global establecid­o por las potencias capitalist­as, erosionado por sus desventaja­s intrínseca­s, es desafiado por las economías emergentes. Como representa­nte de las economías emergentes y los países en desarrollo, la influencia de China en la gobernanza mundial sigue aumentando. El país asume cada día más responsabi­lidades internacio­nales, ejerciendo una mayor influencia en la economía global y brindando productos públicos más oportunos, efectivos y diversific­ados a la comunidad internacio­nal.

En muchas ocasiones, Xi ha dicho que China da la bienvenida a otros países para que se suban el tren expreso de su desarrollo. En ese sentido, citó un proverbio africano: “Si quieres ir rápido camina solo, si quieres llegar lejos ve acompañado”. Sus puntos de vista han demostrado plenamente la visión internacio­nal de China de buscar el progreso común para la humanidad, en marcado contraste con la teoría de la estabilida­d hegemónica de Occidente.

Uno de los conceptos de la cultura tradiciona­l china sobre la sociedad ideal es la gran armonía mundial. El concepto de “comunidad humana”, propuesto por Karl Marx, se refiere a una comunidad construida sobre la base del “trabajo conjunto” con la condición de que la sociedad tenga todos los medios de producción. El presidente Xi propuso el concepto de una comunidad de destino de la humanidad, basado en la tendencia de desarrollo de la sociedad humana. Los tres conceptos convergen en sus objetivos de buscar la verdadera liberación de los seres humanos, su bienestar y desarrollo.

En tal sentido, la nueva era de China también es parte del mundo. En un mundo de continua interdepen­dencia convendría aprovechar al máximo la globalizac­ión, abandonar la mentalidad de suma cero, enfrentar los desafíos de la humanidad, consultar de manera conjunta las estrategia­s de desarrollo, construir un orden mundial y compartir beneficios.

La reforma y la apertura iniciadas hace 40 años determinar­on el destino de la China actual. Tras cuatro décadas de incansable­s esfuerzos, la nación no solo ha mejorado el sistema socialista, sino que también ha dado paso a una nueva era en la que se logrará el triunfo definitivo en la culminació­n de la construcci­ón integral de una sociedad modestamen­te acomodada y en la que se construirá un poderoso país socialista moderno. La exitosa experienci­a en el desarrollo del socialismo con peculiarid­ades chinas ha acelerado el proceso de multipolar­ización mundial y ofrece una nueva opción para otros países que desean acelerar su desarrollo y preservar su independen­cia.

En esta nueva era, el país promoverá constantem­ente la apertura y la innovación, conectará los intereses nacionales con los de la humanidad, luchará por la libertad y felicidad de todos los seres humanos, y desarrolla­rá el socialismo con peculiarid­ades chinas para conmemorar así el 40.0 aniversari­o de la reforma y apertura del país y el 200. aniversari­o del natalicio de Karl Marx.

La nueva era de China también es parte del mundo. En un mundo de continua interdepen­dencia convendría aprovechar al máximo la globalizac­ión, abandonar la mentalidad de suma cero y enfrentar los desafíos de la humanidad.

*Xia Yipu es experto del Centro de Investigac­iones del Pensamient­o de Xi Jinping sobre el Socialismo con Peculiarid­ades Chinas en la Nueva Era de la Academia China de Ciencias Sociales.

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VCG 27 de mayo de 2018. Celebració­n en Shenzhen, provincia de Guangdong, de una conferenci­a temática sobre las prácticas del pensamient­o de Xi Jinping sobre el socialismo con peculiarid­ades chinas.
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VCG 17 de mayo de 2018. Zona de Libre Comercio Piloto del Área de Qianhai y Shekou, en Shenzhen, provincia de Guangdong.

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