Las carreteras traen el progreso
El ejemplo de Niu Qinghua, pionera del comercio electrónico en el distrito de Mengyin
Niu Qinghua tiene un sentimiento especial por los caminos. Recuerda que anteriormente su pueblo, el distrito de Mengyin de la zona montañosa de Yimeng, en la provincia de Shandong, “era un lugar de acceso difícil, y el aislamiento provocaba que los productos autóctonos no salieran y los del exterior no entraran”. El anhelo de los lugareños siempre fue mejorar las comunicaciones y el flujo continuo de productos para que la prosperidad llegara a esa tierra fértil.
La carretera llega hasta la puerta de la casa
Niu nació en 1983 y reside en la aldea de Beiyanzi. Antes de 1993, un camino sinuoso de barro, de menos de dos metros de ancho, era el único acceso a
la aldea y al mundo exterior. “En aquel momento se necesitaban varias horas para ir desde la aldea hasta el distrito, aún en bicicleta”.
En 1991 se inició la construcción del tramo de Mengyin de la carretera Yimeng. Con 70 kilómetros de largo, la ruta atraviesa 53 aldeas y cinco cantones y poblados. Esta carretera, abierta entre montañas, conecta directamente a la aldea de Beiyanzi y el distrito de Mengyin. Niu no había tenido sino hasta aquel momento una idea clara de la distancia, “el distrito dista unos 20 km de mi aldea”.
Luego, el transporte hacia el distrito de Mengyin empezó a desarrollarse con rapidez. En 2003, aprovechando la oportunidad de la “construcción de caminos pavimentados en todas las aldeas”, el gobierno distrital dedicó muchos esfuerzos para mejorar las vías, y formar una red que comunicara a aldeas, cantones, poblados y distritos.
En esa etapa ella estaba trabajando en Qingdao. Su madre la llamó y le dijo: “¡La carretera ha llegado hasta la puerta de nuestra casa!”. En 2006 se casó y decidió quedarse en su pueblo natal. Dos años después su marido se fue a trabajar a la ciudad dejándola sola en la aldea. Administraba un huerto frutal en el día y limpiaba la pocilga en la noche, además de cuidar a los niños y ancianos. Cuando estaba agobiada lloraba en secreto, mientras una interrogante le rondaba la cabeza: “¿Cómo puedo cambiar la situación actual?”.
La venta de productos autóctonos
El tiempo pasó volando y llegó el 2014. Las condiciones de los caminos habían mejorado aunque todavía existían interrupciones. Mengyin es una importante zona productora de frutos, con una superficie de huertos de más de 1,1 millones de mu (aproximadamente 73.333 hectáreas). El área de cultivo de melocotones y su volumen de producción ocupan el primer lugar entre todos los distritos de China. Pero el difícil transporte siempre fue un obstáculo infranqueable, lo que impulsó en los lugareños el deseo intenso de que construyeran carreteras.
El camino desde la casa de los padres de Niu hasta el huerto, situado en la montaña, era de barro. Un día de 2014, para ayudar a sus padres a trasladar castañas hasta la parte baja de las montañas en menos tiempo, manejó un triciclo motorizado con casi 20 sacos de castañas. Pero su triciclo golpeó una piedra con la goma y se volcó, y quedó
gravitando sobre la pierna izquierda de Niu. Ella no pudo salir hasta que unos aldeanos y sus padres la ayudaron.
En 2013, el distrito de Mengyin fue incluido en la red de carreteras a nivel de aldeas de Shandong, para empezar la construcción de caminos rurales a gran escala.
En el verano de 2015 extendieron un camino de cemento desde la carretera principal hasta la cima de la montaña y de ahí a los huertos. Desde entonces, los aldeanos no necesitan preocuparse por la pérdida de frutos, ni por accidentes como el de Niu. La construcción de carreteras y la mejora de instalaciones logísticas en los distritos, poblados y aldeas han promovido la logística y el comercio electrónico en el campo, que para Niu es una ventana hacia el mundo exterior.
En 2015, en un cursillo sobre comercio electrónico organizado por el gobierno distrital, ella obtuvo conocimientos preliminares. Luego, en el cursillo de formación de agricultores cualificados de nuevo tipo, escuchó por primera vez la idea de “Internet+agricultura” y aprendió sistemáticamente sobre la cooperativa, la granja familiar, la mercadotecnia y el comercio electrónico. Todo le parecía nuevo. “El profesor nos dijo que podíamos vender los productos de nuestra aldea en todas partes del país. Y nadie lo podía creer. Nos parecía algo inimaginable”.
A fines de ese mismo año, Niu abrió su tienda en línea Huerto Menglianggu. “Lo hice sin mucha ambición. La intención fundamental era vender las manzanas de mi huerto”. Inesperadamente, en medio año las vendió todas, casi 5000 kg, y también ayudó a su vecino a vender manzanas de más de 10.000 kg.
Después de obtener los primeros beneficios, Niu Qinghua dedicó más esfuerzos a su negocio en línea. En 2016, su tienda empezó a vender melocotones de Mengyin. Bajo los principios de “justicia, honradez y trabajar como es debido”, ella selecciona personalmente cada fruto, y mide el contenido de azúcar con un instrumento. Solo los frutos que cumplen las normas serán vendidos. Tras conocer las demandas del mercado, ella les ha explicado a los agricultores que deben prestar más atención a la calidad en lugar de la cantidad de frutos. Exige que no apliquen fertilizantes hor- monales ni pesticidas tóxicos. La elevada calidad es la mejor vía para aumentar los beneficios económicos.
“La eficiencia logística y el estado de los frutos determinan la experiencia del cliente, pero sin caminos en buenas condiciones, nada se puede realizar”. En los últimos años, la ciudad de Linyi ha planeado y construido más de 380 km de carreteras, comunicando a la zona montañosa con el exterior, resolviendo por completo la difícil situación del transporte y la venta de productos agrícolas. Recordar estos cambios emociona a Niu: “Hoy las carreteras se extienden hasta las aldeas, el campo y los huertos. Las camionetas pueden llegar directamente al lugar de trabajo de los agricultores”.
Actualmente, los productos agrícolas de su tienda en línea se pueden enviar a todo el país. En la temporada alta vende entre 4000 y 5000 cajas, y en la baja, de 300 a 400 cajas. En 2016, entre sus productos en línea, solo de melocotones, vendió 200 toneladas, y en 2017, entre 300 y 400 toneladas.
Cosechan los frutos en el huerto a las 3 o 4 de la madrugada, los embalan por la mañana y los envían al mediodía. Llegan al distrito en 40 minutos. Si se trata de un gran volumen de carga, los transportan a la ciudad en solo dos horas y se sirven en la mesa de los clientes de Beijing, Shanghai, Zhejiang y Jiangsu el día siguiente. Para destinos más lejanos, como Guangdong, llegan en 48 horas.
A medida que aumentan los envíos crecen las exigencias. En julio de 2016, Niu construyó un invernadero que integra las funciones de despacho, clasificación, embalaje y envío. El tramo de camino que conecta la carretera y el invernadero fue pavimentado. Los camiones de 6,8 metros de largo pueden llegar directamente al invernadero para recoger la carga y las camionetas entran sin dificultad en el invernadero. “¡Es muy conveniente!”, dijo Niu.
El camino hacia la prosperidad
Niu Qinghua decidió dirigir a los aldeanos a un camino hacia la prosperidad.
En la temporada alta, ella empleó a aldeanos para que embalaran y clasificaran frutos. En los días de mayor in- tensidad necesita de 30 a 40 personas, la mayoría son amas de casa sin empleo. En 2016 se ofreció para vender productos agrícolas de familias necesitadas de la aldea. En agosto del mismo año, apoyada por las autoridades de la aldea encargadas del alivio de la pobreza, ella firmó acuerdos sobre ese tema para colaborar con 16 familias necesitadas de su aldea.
“Me gusta ayudar a los demás para que obtengan beneficios. El dinero lo puedo ganar después”, menciona Niu. Se ha centrado en las familias necesitadas ofreciéndoles empleos y comprando sus frutos a precios más altos. De las 16 familias que establecieron acuerdos con ella en 2016, 12 salieron de la pobreza. En 2017 todas las familias lo hicieron.
Para Niu Qinghua, este hecho es solo el punto de partida en sus esfuerzos por ayudar a otras familias a salir de la pobreza. “En el futuro seguiré ayudándoles. Apoyarles para que no regresen a la miseria es mi meta y mi sueño”. Ella resume en pocas palabras su principal aspiración: “En esta tierra me he criado y con sus frutos me he hecho rica, por eso tengo que corresponderle a la gente que vive en ella”.
Además de gestionar su tienda en línea, también viaja por todo el país para participar en cursillos de formación y hacer intercambios. Así ha ampliado sus horizontes y su círculo de amigos. Mucha gente la visita para aprender de sus experiencias en el comercio electrónico. Ella les capacita voluntariamente y les enseña lo que sabe sin reservas. Gracias a su empuje cada vez más personas de su pueblo se dedican al comercio electrónico. Muchas mujeres también han iniciado sus propios negocios.
En 2016, viendo el futuro del comercio electrónico en el campo, el marido de Niu, que antes no quería labrar sus tierras, regresó a la aldea. “Con toda la familia unida, nos sentimos más felices”, dijo Niu.
Ella es testigo del desarrollo de la industria local, gracias a la construcción de carreteras, una auténtica beneficiaria de los cambios actuales y un ejemplo de cómo una campesina puede convertirse en una pionera del comercio electrónico.