La tierra de los pandas gigantes
En la primavera de 1869, un cura francés que predicaba en Sichuan capturó un extraño animal al que por sus colores llamó “oso blanco y negro”. Lamentablemente, mientras lo transportaba a Francia, el hermoso animal no pudo resistir el cambio de clima y murió. El cura mantuvo la piel del “oso blanco y negro” y la envió al Museo Nacional de París. Ese fue el primer espécimen de panda gigante conocido en el mundo.
Sin embargo, los fósiles muestran que los ancestros del panda gigante aparecieron hace 2 o 3 millones de años. Su hábitat cubría el este y el sur de China. En la mayoría de las áreas, los animales del mismo período se fueron extinguiendo, pero el panda gigante ha sobrevivido y mantiene sus características originales, por lo que es conocido también como “fósil viviente” y tiene una alta importan-
cia científica. Hoy en día, su distribución está muy limitada a las montañas Qinling de Shaanxi y al área montañosa de Minshan, en la frontera entre Sichuan y Gansu. Sichuan es actualmente el lugar más adecuado para la vida de los pandas gigantes.
En la década de 1980 hubo una carencia de bambúes silvestres en algunas zonas de la provincia de Sichuan, lo que afectó seriamente la fuente de alimentación de los pandas gigantes. Algunos fueron rescatados y trasladados al Zoológico de Chengdu. Con la intención de protegerlos, se estableció en 1987 la Base de Investigación y Crianza de Pandas Gigantes de Chengdu, la cual se ha encargado de investigar a dicha especie y de mejorar su nivel de reproducción. En la actualidad, la base está abierta a los turistas. Su construcción simula por completo el entorno de vida silvestre del panda salvaje, con lagos, arroyos, bosques de bambú y césped.