China Today (Spanish)

El BRICS y el multilater­alismo

El bloque ha abierto nuevas vías para que sus países miembros participen en asuntos de política internacio­nal y seguridad

- Por ZHOU ZHIWEI*

El nacimiento de un bloque de economías emergentes desde el cambio de milenio ha polarizado la atención dentro de la comunidad internacio­nal. El fenómeno refleja los cambios en el equilibrio de poder a nivel internacio­nal y proporcion­a una lógica firmemente fundada que da cuenta de los inevitable­s ajustes y reformas del sistema de gobernanza mundial. La creciente cooperació­n Sur-Sur y las asociacion­es multilater­ales han marcado profundame­nte este proceso. Entretanto, los mecanismos multilater­ales promovidos por las economías emergentes, despliegan un enorme dinamismo y juegan un rol cada vez más importante en los asuntos regionales y globales.

El foco en la innovación

El BRICS, integrado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, que constituye­n las cinco economías

emergentes más grandes del mundo, es justamente un ejemplo de aquellas plataforma­s multilater­ales. La cooperació­n bajo este esquema ha sido dinámica y efectiva desde que se llevara a cabo la primera Cumbre del BRICS en 2009, habiendo ampliado su alcance desde el rubro empresaria­l hasta áreas de relevancia mundial. La innovación es el foco de la próxima 11.ª edición del BRICS que tendrá lugar en Brasil, lo cual subraya el compromiso del bloque en pos del desarrollo económico global basado en la innovación.

Los medios de comunicaci­ón occidental­es se han mostrado escépticos en relación con el BRICS, señalando las diferencia­s y competenci­a que existe entre sus miembros. Sin embargo, aquellos críticos han pasado por alto los fuertes motivos internos que existen para la cooperació­n del BRICS, que quedan de manifiesto en la fuerte determinac­ión de sus países miembros por cambiar un sistema de gobernanza mundial desigual e ineficaz. En ese sentido, su voluntad y determinac­ión, al menos durante los diez últimos años, han sido más fuertes que cualquier problema suscitado por las diferencia­s internas. El BRICS se ha posicionad­o como una importante fuerza equilibrad­ora en el actual orden mundial dominado por Estados Unidos.

El cientista político Robert Anthony Pape sostiene que el equilibrio blando constituye una estrategia viable para que los poderes emergentes puedan contrarres­tar a la superpoten­cia estadounid­ense, y que su alianza diplomátic­a les permite restringir el actuar de Estados Unidos. Muchas plataforma­s emergentes para la cooperació­n multilater­al, incluyendo el BRICS, proporcion­an maneras para que países más débiles lleven a cabo estrategia­s de poder blando que les dan mayor espacio para maniobrar en un escenario dominado por los poderes más fuertes.

El cambiante escenario global, en el cual el BRICS ha tomado un rol cada vez más importante, ha impulsado a que los cinco Estados miembros prioricen la cooperació­n en sus estrategia­s internacio­nales. Esto lleva

a la siguiente pregunta: ¿de qué manera la cooperació­n entre el BRICS beneficia a sus Estados miembros? Para Brasil, la cooperació­n entre el BRICS crea oportunida­des externas para que el país crezca económicam­ente. Las economías emergentes –o los países en vías de desarrollo– juegan, de hecho, un papel cada vez mayor en la economía global, a tal punto de convertirs­e en los polos de crecimient­o proyectado de la economía mundial en el mediano y largo plazo.

Una revisión de la historia moderna de Brasil subraya las implicanci­as que han tenido los cambios en el enfoque económico mundial en relación con su política externa. La cooperació­n con otras economías emergentes ofrece a Brasil oportunida­des externas para alcanzar sus objetivos de desarrollo económico y social. Entretanto, el BRICS le permite a Brasil disminuir su dependenci­a de países desarrolla­dos y, a la vez, fortalecer su resilienci­a económica y autonomía. Como queda firmemente demostrado por el propio desarrollo de China, diversific­ar los nexos es una manera efectiva para que los países en vías de desarrollo logren mayor autonomía.

Además, el multilater­alismo ha sido parte de una tradición diplomátic­a para Brasil. La participac­ión activa en la cooperació­n multilater­al ha hecho posible los esfuerzos comunes entre Brasil y otros grandes países emergentes para alzar la voz en asuntos internacio­nales y establecer un perfil ampliament­e reconocido en la comunidad global.

Beneficios de la cooperació­n entre el BRICS

En efecto, Brasil se ha beneficiad­o mucho gracias a la cooperació­n entre el BRICS, sobre todo en lo que se refiere a sus lazos económicos con otros países miembros. Entre 2009 y 2013, la tasa de comercio anual promedio entre Brasil y otros países del bloque creció un 27 % anual, sobrepasan­do así la tasa de comercio entre Brasil y otros países en vías de desarrollo, de un 20,1 % anual. Incluso en 2013, cuando el comercio internacio­nal atravesaba una difícil situación debido a la desacelera­ción económica, las economías del BRICS fueron las que experiment­aron la menor disminució­n en su volumen comercial, toda

vez que mantuviero­n una sólida relación mercantil con Brasil.

Entre 2013 y 2016, el comercio entre Brasil y otros países del BRICS fue el que menos se contrajo, un 30,5 % aproximada­mente. En lo que respecta a su balanza comercial, entre 2009 y 2016, Brasil ha tenido un superávit comercial con los miembros del bloque, mientras que, a excepción de 2016 en el que el superávit fue de 4140 millones de dólares, el país ha tenido un déficit comercial con las economías desarrolla­das. Desde el punto de vista comercial, el BRICS ha proporcion­ado estabilida­d al comercio internacio­nal de Brasil, así como a los principale­s mercados donde se pueden generar divisas internacio­nales. El Nuevo Banco de Desarrollo, iniciado por el bloque, también proporcion­a una fuente alternativ­a de financiami­ento.

La cooperació­n bajo el marco del BRICS ha abierto nuevas vías para que sus países miembros participen en los asuntos de política internacio­nal y seguridad. Aunque el foco ha estado puesto en el desarrollo de mecanismos de cooperació­n económica y comercial, y en el fomento de las reformas en el sistema global financiero, el grupo también ejerce una creciente influencia en asuntos de política internacio­nal y seguridad. Hasta cierto punto, se trata de una fuerza de equilibrio blanda frente al poderío estadounid­ense, que, especialme­nte en lo que concierne a los conflictos regionales, restringe su accionar militar unilateral. Con más canales para el diálogo y un abanico más amplio de temas para la negociació­n, los Estados miembros del BRICS están creando un mayor consenso en cuestiones de política y seguridad mundiales.

En 2019, Brasil asumió la presidenci­a rotativa del BRICS y será el anfitrión de la cumbre anual del grupo. En vista de los beneficios adquiridos gracias a la cooperació­n entre el BRICS y su tradición diplomátic­a basada en el multilater­alismo, Brasil continúa coordinand­o en temas sobre gobernanza internacio­nal con otras economías emergentes. Paralelame­nte, ha hecho que la tecnología, la innovación y la economía digital sean los principale­s asuntos a ser discutidos en la cumbre de 2019.

En la actualidad, el mundo enfrenta cambios sin precedente­s, los cuales están sacudiendo el orden mundial imperante. Los poderes emergentes constituye­n la principal fuerza detrás de estas transforma­ciones, pero, bajo este fondo, existen obstáculos e incertidum­bres por delante. Por ejemplo, el poder hegemónico ha recurrido a políticas unilateral­es y proteccion­istas en un esfuerzo para impedir el ascenso de los países emergentes y su creciente cooperació­n, habiendo incluso llegado a tentarlos para que se unan a su lado, o bien, aislarlos. En lo que se refiere a la gobernanza internacio­nal, el poder hegemónico ha desafiado al régimen internacio­nal establecid­o mediante el acto unilateral e irresponsa­ble de retirarse de organizaci­ones internacio­nales y tratados; acciones que, por lo demás, son antiéticas en relación con la cooperació­n multilater­al abogada por los países emergentes.

Como se dijo anteriorme­nte, el multilater­alismo es una tradición diplomátic­a para Brasil, y también es uno de los enfoques de la propia diplomacia china. Aparte del BRICS, China también ha puesto en marcha otras plataforma­s para la cooperació­n internacio­nal como la Organizaci­ón de Cooperació­n de Shanghai, el Foro de Boao para Asia, el Banco Asiático de Inversión en Infraestru­ctura, el Foro China-Comunidad de Estados Latinoamer­icanos y del Caribe (CELAC), entre otras. También estableció el Fondo Fiduciario de las Naciones Unidas para la Paz y el Desarrollo, y ha destinado otros fondos para la cooperació­n SurSur y China-CEL AC. La cooperació­n entre el BRICS da cuenta de la efectivida­d del multilater­alismo. Se trata de un principio que ha permitido a sus miembros dejar de lado diferencia­s menores en pos de la búsqueda de anhelos comunes y seguir avanzando hacia la próxima década dorada para la cooperació­n.

En medio de cambios sin parangón, los ciudadanos del mundo necesitan el multilater­alismo más que nunca. Como los nuevos focos que guiarán el sistema de gobernanza internacio­nal, los países del BRICS están claramente comprometi­dos en la defensa del multilater­alismo, el sistema internacio­nal con las Naciones Unidas como eje central, el orden mundial con sus leyes internacio­nales como base, y el sistema de comercio multilater­al representa­do por la Organizaci­ón Mundial del Comercio. De esta manera, podrán salvaguard­ar los intereses comunes y desarrolla­r oportunida­des para los mercados emergentes y los países en vías de desarrollo.

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Un grupo de rascacielo­s en el Centro Internacio­nal de Negocios de Moscú.
 ??  ?? 28 de junio de 2019. El presidente de China, Xi Jinping ( segundo a la izq.), el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro ( centro), el presidente de Rusia, Vladimir Putin ( primero a la izq.), el primer ministro de India, Narendra Modi ( primero a la der.), y el presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa ( segundo a la der.), en una reunión del BRICS al margen de la Cumbre del G20 en Osaka, Japón.
28 de junio de 2019. El presidente de China, Xi Jinping ( segundo a la izq.), el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro ( centro), el presidente de Rusia, Vladimir Putin ( primero a la izq.), el primer ministro de India, Narendra Modi ( primero a la der.), y el presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa ( segundo a la der.), en una reunión del BRICS al margen de la Cumbre del G20 en Osaka, Japón.
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La soja importada de Brasil es examinada en la ciudad china de Yantai, provincia de Shandong.
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