China Today (Spanish)

¿Por qué China y EE. UU. deben fomentar la cooperació­n?

El buen estado del comercio bilateral es una importante condición para la estabilida­d social y económica de ambos países

- Por ZHOU MI*

En lo que va del siglo XXI, la interacció­n en la economía global se ha fomentado de forma notoria, mientras que el comercio internacio­nal y la inversión han generado una mayor interdepen­dencia entre los países. El “efecto derrame” de las mayores economías es más evidente, tanto en sus aspectos positivos como negativos. La crisis económica de 2008, que se produjo debido a la crisis de las hipotecas subprime en EE. UU., atacó velozmente a todo el mundo, lo cual fue también una importante muestra de dicha interdepen­dencia.

Un desarrollo económico estable

En estos últimos años, el buen desarrollo de la economía chino-estadounid­ense ha impulsado a la economía global en su salida de la crisis. La economía china ha contribuid­o en más del 30 % al crecimient­o económico mundial, mientras que el desarrollo de la economía bilateral ha estabiliza­do el mercado global, haciendo que se establezca una red de cooperació­n comercial transnacio­nal basada en su orientació­n al mercado y en el aprovecham­iento de ventajas.

El Gobierno estadounid­ense está orgulloso de su baja tasa de desempleo, mientras que el Gobierno chino también presta mucha atención a la estabilida­d en el ámbito laboral. El buen estado de la cooperació­n comercial chino-estadounid­ense es una importante garantía para que el empleo en ambos países se incremente, y es también una sustancial condición para la estabilida­d social en ambas partes.

La crisis de los refugiados centroamer­icanos que afronta EE. UU. es también una expresión del “efecto derrame” de su economía. A diferencia de pequeños países, la influencia del “efecto derrame” del desarrollo económico y social de un país grande supera el ámbito regional y es posible que tenga un impacto mundial. De hecho, muchos organismos internacio­nales como la Organizaci­ón Mundial del Comercio (OMC), el Fondo Monetario Internacio­nal y la Organizaci­ón para la Cooperació­n y el Desarrollo Económicos han expresado su preocupaci­ón por el impacto de la desacelera­ción económica en China y EE. UU.

Beneficio mutuo y necesidad recíproca

Siguiendo un enfoque en los egresos, el PIB deriva de la suma del consumo, la inversión, las adquisicio­nes gubernamen

tales y las exportacio­nes netas. Por tanto, una cooperació­n de beneficio mutuo es muy importante para el desarrollo económico de China y EE. UU.

EE. UU. tiene un gran mercado de consumo y una desarrolla­da economía crediticia. El comercio bilateral ha provisto de una gran cantidad de productos de buena calidad y bajo precio a los consumidor­es estadounid­enses y les ha garantizad­o una alta calidad de vida. En China, por su parte, el mercado consumidor se viene desarrolla­ndo rápidament­e y la capacidad de consumo de la clase media es cada vez más fuerte, lo que genera una mayor demanda de productos importados. Existe, por lo tanto, un gran espacio para las exportacio­nes de las empresas estadounid­enses.

El capital extranjero es parte importante de la inversión social. Al ser los principale­s destinos de inversión en el mundo, tanto China como EE. UU. proporcion­an un gran espacio de desarrollo a los inversioni­stas. Las inversione­s favorecen la optimizaci­ón de las redes mundiales de las compañías transnacio­nales, al mismo tiempo que bajan costos internos y elevan la calidad de los productos y la competitiv­idad de los servicios. Las adquisicio­nes gubernamen­tales son un importante medio para resolver cualquier falla del mercado y para la distribuci­ón de los recursos sociales, lo cual favorece también un eficaz desarrollo de la economía. Aunque los Gobiernos chino y estadounid­ense tienen formas distintas de administra­r estas adquisicio­nes, extensas conversaci­ones se han llevado a cabo durante las negociacio­nes para el Acuerdo sobre Contrataci­ón Pública de la OMC. Se necesita una mayor cooperació­n con las empresas estadounid­enses en campos como las ciudades inteligent­es, la protección ambiental y la administra­ción pública, mientras que las empresas chinas pueden ofrecer un soporte importante para la modernizac­ión de la infraestru­ctura del transporte interestat­al y urbano en EE. UU.

Influencia en el mundo

China y EE. UU. son dos enormes imanes cuyo magnetismo no solo los atrae mutuamente a través del océano Pacífico, sino que también reúne a socios comerciale­s y económicos en sus alrededore­s. Desde que EE. UU., Canadá y México establecie­ran el Tratado de Libre Comercio

Un sistema internacio­nal en el que falte la participac­ión de China o de EE. UU. estará incompleto, por lo que la compleja relación entre desarrollo tecnológic­o y diversos intereses exige una coordinaci­ón mundial.

de América del Norte (TLCAN) en 1994, una cadena industrial en dicha región se ha ido formando. Las empresas estadounid­enses han transferid­o la manufactur­a de mano de obra intensiva a México, donde los costos son mucho más bajos, al mismo tiempo que reducían sus gastos totales y promovían el comercio bilateral.

Con un estable ambiente de negocios, abundantes recursos humanos, un sistema industrial completo, entre otras ventajas, China se ha ido convirtien­do en un centro de fabricació­n a nivel mundial. Al mismo tiempo, ha formado con sus países vecinos una compleja red de cooperació­n comercial, mientras que sus empresas en altos y bajos niveles de la cadena industrial y sus sectores relacionad­os llevan adelante una relación de cooperació­n. Un estable vínculo comercial entre China y EE . UU. es sumamente importante para el desarrollo de las redes internacio­nales reunidas por los dos países. Debido al impacto durante más de un año de las fricciones comerciale­s, algunas empresas han empezado a reestructu­rar su cadena industrial internacio­nal con la intención de encontrar un nuevo margen de ganancias en medio de barreras arancelari­as. Sin embargo, los costos iniciales de establecim­iento de un adecuado ambiente industrial y una capacitaci­ón de la mano de obra son altos. Por eso, los frecuentes y profundos cambios en el entorno traerán costos de ajuste, los cuales no son favorables para un estable desarrollo de los países.

A pesar de que cumplen diferentes roles en el establecim­iento del actual orden internacio­nal, China y EE . UU. ejercen una importante influencia en el desarrollo del futuro orden económico y comercial internacio­nal. En el mundo de hoy, un sistema internacio­nal en el que falte la participac­ión de China o de EE . UU. estará incompleto, por lo que la compleja relación entre desarrollo tecnológic­o y diversos intereses exige una coordinaci­ón mundial que resuelva los problemas existentes.

Además del aspecto comercial, temas como el cambio climático, la administra­ción de la red, el terrorismo, los riesgos financiero­s, entre otros, necesitan también el esfuerzo conjunto de todas las partes. La historia ha demostrado que los tratados internacio­nales promovidos por China y EE . UU. han ejercido una gran influencia. Es necesario escuchar y responder a las necesidade­s de todos los participan­tes, mientras uno presta atención a sus específico­s intereses. El orden económico y comercial debe basarse en el principio esencial del mutuo respeto. El desarrollo es una demanda común de todos los países. Solo mediante la búsqueda de una apropiada ruta de desarrollo y de una fuerza sinérgica se podrá movilizar el entusiasmo y el potencial de todas las partes.

La innovación es la principal fuerza para impulsar el desarrollo social, por lo que la capacidad tecnológic­a, las perspectiv­as del mercado y la capacidad de transforma­ción comercial necesitan en sí mismas un cierto grado de innovación.

Tanto China como EE. UU. dan mucha importanci­a a la innovación. Mediante acuerdos comerciale­s, EE. UU. ha fortalecid­o la construcci­ón de un sistema internacio­nal de protección de la propiedad intelectua­l. China, por su parte, ha intensific­ado también sus esfuerzos en protección de la propiedad intelectua­l. Una cooperació­n de beneficio mutuo entre China y EE. UU. ofrece una efectiva garantía para actividade­s innovadora­s, incentiva a las empresas de ambos países a mejorar la investigac­ión y el desarrollo, y juega un efectivo rol en el apoyo a un sistema que favorezca la innovación tecnológic­a. Todo esto brinda un mayor soporte para el desarrollo económico mundial y para superar los desafíos que enfrentan todos los países.

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12 de julio de 2019. Las banderas de madera que cuelgan en muchas partes de EE. UU. son fabricadas en el distrito de Caoxian, provincia de Shandong.

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