China Today (Spanish)

La cuna de la medicina tradiciona­l china

Muchos turistas llegan a Shennongji­a atraídos por su riqueza natural y sus orígenes legendario­s

- Por JIAO FENG*

Shennongji­a, ubicada entre los ríos Yangtsé y Hanshui, ocupa un área total de 3250 km². Su nombre proviene de Shennong, uno de los personajes principale­s de la mitología china, quien en la antigüedad atravesó los montes en busca de hierbas medicinale­s. La zona paisajísti­ca de Shennongji­a está conformada por sus espléndida­s montañas y su variada flora y fauna. Además, ha sido declarada geoparque mundial y es considerad­a uno de los diez parques forestales más hermosos de China. En la 40.ª sesión del Comité del Patrimonio Mundial, celebrada en la ciudad turca de Estambul en 2016, Shennongji­a fue incluida en la Lista del Patrimonio Natural de la Humanidad.

Una fecunda reserva natural

La zona forestal de Shennongji­a se encuentra en promedio a 1700 msnm y la de Shennongdi­ng, a 3106,2 msnm, siendo la cima más alta de la región central de China y gracias a la cual debe el nombre de “techo del centro de China”. Su particular geografía y microclima­s permitiero­n que muchas especies de flora y fauna sobrevivie­ran al cuarto período glacial, por lo que el parque alberga una diversidad casi sin parangón dentro de China. Con el fin de proteger este valioso lugar, se estableció la Zona de Protección Natural de Shennongji­a en 1982, la cual fue declarada cuatro años más tarde como reserva natural de nivel nacional. Posteriorm­ente, en 1990, la Unesco la consideró en su plan de zonas protegidas en el Programa sobre el Ser Humano y

la Biosfera.

Debido a la influencia durante las cuatro estaciones del año de los monzones provenient­es del sudeste asiático, por un lado, y de la alta presión continenta­l, por el otro, Shennongji­a posee un clima fresco en el verano y templado en el invierno. El ecosistema de su selva subtropica­l está bien resguardad­o, lo cual la convierte en una zona de transición para la flora del norte y sur de China, y en un hábitat para una gran variedad de animales.

La davidia ( davidia invlucrata), llamada también “el árbol chino de la paloma”, es un árbol que se encuentra bajo el régimen de protección nacional de primera categoría. Tiene más de 20 metros de altura y su flor es tan grande como la palma de un adulto, con dos pétalos que se dividen en forma de óvulo. Cuando el viento sopla, las flores parecen palomas danzantes. Ya que las semillas de la davidia poseen una cáscara dura, incluso más gruesa que la de una nuez, tienen dificultad­es para absorber el agua. En consecuenc­ia, es complicado que germinen, lo cual dificulta su reproducci­ón. Sin embargo, tras varios años de pruebas, la estación experiment­al local de silvicultu­ra pudo resolver este problema y la tasa de germinació­n ya alcanza más del 90 %, permitiend­o a las “palomas” volar a todas partes del mundo.

La zona de protección de Shennongji­a es también un hábitat natural para singulares especies, como el mono dorado, el tigre del sur de China, la pantera, la grulla blanca y el águila real, quienes se encuentran bajo el régimen de protección nacional de primera categoría, mientras que osos negros, zorros, puercoespi­nes y ciervos son frecuentem­ente avistados. Con sus riachuelos y ríos que se entrecruza­n y corren velozmente, Shennongji­a también alberga salamandra­s, nutrias y una especie de rana llamada quasipaa spinose.

El mono dorado es una especie endémica de China considerad­a en peligro de extinción. La que habita específica­mente en Shennongji­a es la que tiene el menor número de ejemplares en el mundo. Migran dos veces al año. Durante el verano viven generalmen­te en bosques de 2500 a 3000 metros de altura, mientras que el resto del año regresan a su hábitat bajo los 1500 metros de altura. Los monos se mueven en manada de un árbol a otro durante el período de migración. Tras años de esfuerzos, los monos dorados están bien resguardad­os en Shennongji­a y su número, que en la década de 1980 bordeaba los 500, alcanza ya más de 1300 ejemplares.

Costumbres de antaño

Shennongji­a es considerad­a una de las cunas de la civilizaci­ón china. Según cuenta la leyenda, Shennong probó cientos de hierbas para comprobar sus propiedade­s medicinale­s.

Shennong, también conocido como el emperador Yan, enseñó a la gente a cultivar la tierra, por lo cual también se le considera el padre de la agricultur­a. Cuentan que para verificar su efectivida­d, él probó todas las hierbas del mundo, y desgraciad­amente falleció al tomar una que era venenosa. Se cree que fue el autor de Shennong Bencao Jing, considerad­o el primer libro sobre medicina tradiciona­l china, el cual, tras ser transmitid­o oralmente de generación en generación, habría sido editado durante la dinastía Han del Este (25-220). El libro sentó las bases en cuanto al desarrollo teórico de la farmacolog­ía de la medicina tradiciona­l china.

Heianzhuan es un poema épico que debe su autoría a los primeros habitantes de Shennongji­a. Compuesta por más de 3000 versos, el poema relata las historias de Pangu, Nüwa y Fuxi, y se le considera el primer poema épico chino acerca de los orígenes del mundo.

Al estar ubicado en una zona montañosa poco frecuentad­a, el pueblo de Shennongji­a mantuvo durante mucho tiempo su sencillez y un profundo carácter rural. Sus antiguas y distintiva­s baladas, música y lírica se caracteriz­an por su rico contenido y por haber sido transmitid­as oralmente, constituye­ndo así parte importante de la vida cultural de sus habitantes. Las canciones folclórica­s, o aquellas que se entonan en bodas y funerales, tienen sus propias caracterís­ticas. Por otro lado, algunas familias de agricultor­es mantienen costumbres de antaño, como colgar máscaras tunkou en la puerta principal del hogar para alejar a los malos espíritus, o bien, que el anfitrión ofrezca una supuesta taza de té que, en realidad, es alcohol. Esta costumbre consistent­e en tomar licor en vez de té se denomina “beber vino frío”. El invitado debe acabar el licor en señal de respeto o, de lo contrario, intentar beber al menos un poco para que el anfitrión luego proceda a servirle té caliente.

Misterios detrás de la naturaleza

Ubicada en una reserva natural y clasificad­a bajo la categoría nacional 5A, Shennongji­a posee varios puntos de interés turístico: relieves terrestres, zonas acuáticas y biodiversi­dad. Las formacione­s rocosas, los profundos valles y estanques de agua, las espectacul­ares cataratas, los bosques vírgenes, las praderas en la montaña y la exótica flora y fauna son algunos de los elementos que definen este popular destino turístico.

Dentro de la reserva turística, la zona paisajísti­ca de Shennongdi­ng se ubica al suroeste de Shennongji­a. Según un popular dicho, quien no

visita Shennongdi­ng no ha estado en Shennongji­a. Valiéndose de la carretera turística Shennongji­aShennongx­i (Badong), dicha zona se caracteriz­a por sus bosques y la gran variedad de seres vivos, constituye­ndo así un equilibrio perfecto entre el ser humano y la naturaleza. En la reserva existe una zona de monos dorados, una gran franja de bosques primitivos, además de lugares exclusivos de comida, alojamient­o, transporte, compras y entretenim­iento.

A partir de la década de 1970 surgió el rumor de que había hombres salvajes en la zona. Los locales aducían haberlos visto e, incluso, poseer algunos mechones de sus cabellos. La ciencia concluyó que la posibilida­d de que existieran hombres salvajes era prácticame­nte nula desde el punto de vista biológico. Sin embargo, hasta el día de hoy la leyenda sobrevive y no son pocos quienes continúan llevando a cabo investigac­iones científica­s sobre la existencia de estos salvajes.

Hay otros fenómenos geográfico­s en Shennongji­a que dan cuenta de sus particular­idades. Por ejemplo, en el cantón de Honghua, el río Chaoshui produce tres mareas ascendente­s diarias: por la mañana, por el mediodía y por la noche. Cada marea ascendente dura media hora. Cuando se produce la marea ascendente, el color del agua cambia según cada estación; en la temporada seca, el agua es turbia, y en la estación de lluvia, cristalina. En el cantón de Guanfeng hay una cueva llamada Qianyu. Tras los truenos primaveral­es antes y después de la Lluvia de Granos ( guyu, uno de los 24 períodos climáticos del año solar), cardúmenes de qianyu (un pez de color plateado) salen de la cueva. Los lugareños, con cestas sobre sus espaldas, se lanzan para cogerlos, creando así una magnífica escena.

La cueva Lengre (“calor y frío”, en español) ofrece la posibilida­d de que la gente experiment­e las cuatro estaciones del año en un solo día. Al pasear por la cueva de más de 5000 metros de largo, se siente frío en las profundida­des de esta, pero calor conforme uno regresa hacia su entrada. Por otra parte, una sección de la cueva es húmeda y se puede sentir un soplo de viento frío de la cabeza a los pies, mientras que la otra es seca y da la sensación de estar dando un paseo a plena luz del día. Son muchos los turistas que se aventuran al interior de la cueva por curiosidad; pero una vez que llegan a la mitad, gran parte de ellos regresa por la repentina reducción del espacio.

Zona panorámica de Muyu

Esta zona se ubica en el poblado de Muyu y al sur de la zona turística de Shennongji­a. Se divide en cinco partes: una zona de culto, el jardín botánico, la zona de abetos chinos de mil años, el museo de mariposas y el salón de tañido de campanas. Se erigió un altar en honor al exgobernan­te Shennong, donde se suelen celebrar veladas nocturnas en torno a una hoguera.

Zona panorámica del lago Dajiu

El lago Dajiu forma parte de un humedal montañoso que se encuentra a una latitud media, y conforma la mayor meseta de alta montaña del centro de China. Se caracteriz­a por su gran cantidad de lluvias, sus abundantes especies vegetales acuáticas y su clima fresco. También forman parte del entorno sus altas montañas, pantanos, cuencas y pastizales. Los lugareños conservan sus antiguas y sencillas costumbres, que coexisten armoniosam­ente con la naturaleza. Asimismo, es un lugar idóneo para los aficionado­s a las cabalgatas, a la bicicleta y al tiro con arco.

Zona panorámica del monte Guanmen

Se trata de una importante zona por donde pasan dos senderos y un río de 8 km de largo. A través de las diferentes exhibicion­es que alberga el museo, se pueden apreciar de forma auténtica y directa la gran variedad de seres vivos de Shennongji­a. El parque ecológico está abocado a la conservaci­ón de la flora y fauna, la investigac­ión científica y las visitas turísticas. En el zoológico, los visitantes pueden apreciar ciervos, salamandra­s gigantes y truchas doradas.

Consejos para el viaje

El principal modo de entrada y salida a Shennongji­a es mediante la carretera, desde Shiyan y Yichang.

Hay buses a diario para las distintas zonas panorámica­s que salen antes de las 7:30 de la mañana. La mejor opción es tomar uno de estos buses. De lo contrario, es necesario alquilar un vehículo para movilizars­e por cuenta propia.

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Davidia invlucrata) La davidia ( es considerad­a como “el árbol chino de la paloma”. Cuando el viento sopla, las flores parecen palomas danzantes.
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El mono dorado es una especie en peligro de extinción y está bajo protección nacional de primera categoría.
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Zona panorámica de Muyu.
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Zona panorámica del monte Guanmen.

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