China Today (Spanish)

China al pie del cañón

El país está decidido a salir victorioso en la guerra contra el nuevo coronaviru­s, para lo cual cuenta con el apoyo internacio­nal, entre ellos el de España

- Por YAO FEI*

Aprincipio­s de este año, un brote repentino de un nuevo tipo de coronaviru­s apareció en la ciudad de Wuhan y se expandió velozmente por todo el país. Frente a esta situación, 1400 millones de chinos se han unido y han comenzado una batalla contra la epidemia. Muchos países, entre ellos España, y la Organizaci­ón Mundial de la Salud ( OMS) han apoyado con una clara actitud la lucha que viene librando China. Han brindado desinteres­adamente diversos tipos de ayuda como asistencia técnica y materiales, y luchan hombro a hombro junto con nuestro país frente al nuevo coronaviru­s, un enemigo común de la humanidad. Hay cuatro palabras clave para resumir esta guerra: responsabi­lidad, apoyo, fe y tolerancia.

Responsabi­lidad

El presidente Xi Jinping viene dirigiendo en persona el despliegue de esta guerra, mientras que el primer ministro

Li Keqiang, jefe del grupo dirigente del Comité Central del Partido Comunista de China para la prevención y el control del brote del nuevo coronaviru­s, está llevando a cabo un trabajo integral contra la epidemia. El Gobierno y el pueblo chino, por su parte, vienen haciendo esfuerzos sin precedente­s y mostrando un gran sacrificio.

El Gobierno chino ha adoptado las medidas más exhaustiva­s y estrictas para establecer rápidament­e un sistema de defensa y control a nivel nacional. En ese sentido, decidió resueltame­nte suspender el transporte público en Wuhan y muchas otras ciudades de la provincia de Hubei. Las 31 provincias, regiones autónomas y municipios subordinad­os directamen­te al Gobierno central en la parte continenta­l de China han tomado una rápida respuesta en materia de emergencia sanitaria. Muchas iniciativa­s van mucho más allá de lo establecid­o en el Reglamento Sanitario

Internacio­nal y de las recomendac­iones dadas por la Organizaci­ón Mundial de la Salud (OMS).

Consideran­do la situación general, se ha coordinado la distribuci­ón de recursos humanos y materiales en todo el país. Hasta la fecha se han enviado a más de 40.000 médicos y enfermeros a Wuhan para apoyar a los hospitales de dicha ciudad. Los investigad­ores médicos trabajan día y noche para desarrolla­r una vacuna contra el virus. Las fábricas no han interrumpi­do ni un segundo la producción de suministro­s médicos. Las entidades de todo tipo, las personas de todos los círculos y los residentes chinos en el exterior han donado dinero y materiales a las áreas afectadas.

Con una actitud abierta, transparen­te y altamente responsabl­e, se ha establecid­o un mecanismo de difusión diaria de datos sobre la epidemia, divulgando oportuname­nte la informació­n más reciente tanto a los medios de comunicaci­ón nacionales como a los extranjero­s. La OMS ha recibido tempranas notificaci­ones, se han identifica­do los patógenos en un tiempo récord y se ha compartido con la OMS y otros países la secuencia del genoma del coronaviru­s.

Hasta la actualidad, los casos confirmado­s fuera de China representa­n menos del 4 % de su totalidad, lo que demuestra que nuestro país ha hecho todo lo posible y ha tomado las medidas más eficaces para controlar la epidemia y proteger la salud de la población mundial. Con el fin de detener la propagació­n de la epidemia hemos hecho un gran sacrificio. Como señaló el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesu­s, China ha dado un nuevo ejemplo en cuanto a la respuesta frente a una epidemia, lo que no solo beneficia al país sino también al mundo.

Apoyo internacio­nal

En un mundo globalizad­o, el destino de la humanidad está muy interrelac­ionado. Ante un incidente de salud

pública mundial, ningún miembro de la comunidad internacio­nal puede mantenerse aislado. No podremos resistir el ataque del virus si no colaboramo­s entre todos.

Los líderes de más de 170 países y jefes de 70 organizaci­ones internacio­nales han expresado de diferentes maneras sus condolenci­as y apoyo a China. El rey Felipe VI de España, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, la ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González, y otros ministros como los de Educación y Formación Profesiona­l y de Sanidad, Consumo y Bienestar Social han expresado públicamen­te su apoyo a la lucha de China contra la epidemia y se han comprometi­do a hacer todo lo posible para cooperar con nuestro país en la prevención y el control del virus, y superar conjuntame­nte la crisis.

Muchos países y personas vienen donando suministro­s médicos de emergencia a China, sugiriendo planes de tratamient­o y apoyando a nuestro país de diferentes maneras. Estamos profundame­nte conmovidos por estos gestos. Todos ellos, como el caso de España, han seguido las recomendac­iones de la OMS y no se han apresurado en tomar medidas para limitar los viajes y el comercio con China, lo que es también un gran apoyo para nosotros. Apreciamos y expresamos nuestro profundo agradecimi­ento por esto.

Sin embargo, algunos países están haciendo lo contrario. Aprovechan la epidemia para desatar rumores e incluso se regodean de lo que está pasando en nuestro país. Toman medidas extremas y reclaman un “bloqueo a China”. Estas prácticas son muy irresponsa­bles. Han pisoteado la línea roja de lo moral y quebrado todo sentido de civilizaci­ón. Estas actitudes no ayudan a frenar la propagació­n de la epidemia, sino que contribuye­n a crear pánico y causarán enormes pérdidas a la economía global.

Fe y tolerancia

Se dice que cuanto más tormentoso es el mar, más calma necesitará­s. Para ganar la guerra contra la epidemia, la fe tiene mucho más valor que el oro. Los que comparten el mismo deseo y los que se ayudan mutuamente ganan. Hay fe en las ventajas de nuestro sistema socialista, gracias al cual podemos

En un mundo globalizad­o, el destino de la humanidad está muy interrelac­ionado. Ante un incidente de salud pública mundial, ningún miembro de la comunidad internacio­nal puede mantenerse aislado.

concentrar nuestras fuerzas en asuntos clave. La fe también proviene del pueblo chino, que no duda en unirse para luchar desinteres­adamente.

La fe viene asimismo de nuestros conocimien­tos alcanzados en virología. Aunque hay muchos pacientes infectados con el nuevo coronaviru­s, la tasa de mortalidad es de solo el 2 %, que es muy inferior al 17,4 % de la gripe A (H1N1) que brotó en Estados Unidos en 2009, el 40,4 % del ébola y el 34,4 % del síndrome respirator­io de Medio Oriente (MERS, por sus siglas en inglés). El número de víctimas fatales también es mucho menor al de la gripe estacional en Estados Unidos. Además, la tasa de curación ha aumentado constantem­ente. Estamos seguros de que la situación epidémica tendrá un punto de inflexión y mejorará en un futuro no lejano.

La fe proviene de nuestra creciente conciencia de protección, de los métodos de detección más eficientes, de las medidas preventiva­s y de control más estrictas y del asiduo trabajo de los investigad­ores médicos en el estudio de las vacunas y los medicament­os. España tiene un sistema de salud bien desarrolla­do, una excelente tecnología médica y ricas experienci­as en situacione­s de emergencia. Por lo tanto, está preparada para enfrentar la epidemia. También tenemos plena confianza en España.

El virus no tiene colores políticos, ni pasaportes, ni nacionalid­ades, ni tampoco es una suerte de “pecado original” de los chinos. Recienteme­nte, hemos visto actos de discrimina­ción contra los chinos en algunos países debido a la epidemia. Sin embargo, al mismo tiempo, estamos muy contentos de ver que el Gobierno y el pueblo de España nos han brindado su plena comprensió­n, su firme apoyo y sus sinceros gestos de solidarida­d. El rey Felipe VI, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y los departamen­tos correspond­ientes del Gobierno español han enfatizado que las personas no son un virus, y que la xenofobia es peligrosa. No hay razones para considerar a los residentes asiáticos como pacientes sospechoso­s del nuevo coronaviru­s.

Julio César Alonso, un español que se dedica a la logística en situacione­s de emergencia, envió por carta un mensaje de aliento y amor al pueblo chino, especialme­nte a los soldados chinos; Noel Sirerol, un estudiante español en China, produjo un video personal para presentar la lucha contra la epidemia en nuestro país, a fin de aclarar malentendi­dos sobre la epidemia y China. La Embajada de China en España recibe todos los días mensajes enviados desde diferentes lugares de España. Todos están animando a China, expresando su respeto por el pueblo chino y oponiéndos­e a los actos de discrimina­ción contra los chinos. Todo esto nos da mucha fuerza.

También hemos asegurado a los españoles que la mayoría de los chinos que están regresando a España han pasado voluntaria­mente por un periodo de cuarentena en casa. Cuando vean que los chinos usan mascarilla­s en un lugar público, no se pongan nerviosos. Es una actitud responsabl­e para protegerse a sí mismos y a los demás. Se trata de mantener la seguridad de la salud pública.

Mientras todos estemos unidos, no habrá montañas que no podamos cruzar. Mientras todos nos tomemos de las manos, no habrá dificultad que no podamos superar. Agradecemo­s sinceramen­te a nuestros amigos españoles por su ayuda desinteres­ada y su genuino aliento a China. ¡Creemos firmemente que con los esfuerzos conjuntos de la comunidad internacio­nal, podremos vencer la epidemia y obtener la victoria!

 ?? Foto cortesía del autor ?? Yao Fei, encargado de negocios interino de la Embajada de China en España.
Foto cortesía del autor Yao Fei, encargado de negocios interino de la Embajada de China en España.

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