China Today (Spanish)

La grabación en porcelana de Beijing

Se refiere al arte que, en vez de un pincel, emplea un cuchillo para representa­r hermosos motivos de animales, montañas, flores y caligrafía sobre la porcelana

- Por DENG DI

China es el lugar que vio nacer la porcelana, por lo que hay una gran variedad de técnicas relacionad­as con ella. Sin embargo, hay un arte que es muy particular: la grabación en porcelana.

Este arte evolucionó desde la grabación en jade y en roca. Se originó durante la dinastía Song (420-497), se desarrolló a lo largo de la dinastía Ming (1368-1644) y llegó a su apogeo en las postrimerí­as de la dinastía Qing (1644-1911) y los principios de la República de China. La grabación en la superficie lisa de la porcelana implica huellas que se convierten en una serie de dibujos, lo que le da una apariencia tridimensi­onal.

Una de las grabacione­s más sobresalie­ntes es la de la porcelana de Beijing, la cual es un patrimonio cultural intangible de la ciudad y comenzó a practicars­e en la dinastía Qing. Durante el reinado del emperador Qianlong se establecie­ron talleres especializ­ados que reunían a los mejores artesanos de todo el país, de modo que este arte se desarrolló rápidament­e. En los años posteriore­s a la dinastía Qing, Chen Bi, jefe de la prefectura de Shuntian que se encargaba de la seguridad pública y asuntos administra­tivos de Beijing, decidió fundar la Escuela de Arte Manual de Beijing. La grabación en porcelana de Beijing fue uno de los cursos establecid­os. Heredero de las habilidade­s imperiales, este arte requiere cien pasos y una técnica de grabación completame­nte manual, lo que hace que tenga una alta calidad y sea un tesoro único de colección.

Esmerado y minucioso arte

Las líneas y rayas que uno ve en los objetos grabados reflejan el encanto de la caligrafía china y su concepción artística.

La grabación en porcelana presenta dos pasos. En primer lugar, se piensa en un tema y se hace un borrador. Antes de grabar la imagen, el artista la imagina sobre la porcelana. Para este paso se requiere una gran habilidad artística y una rica experienci­a en técnicas de fabricació­n. En segundo lugar, con pincel y tinta se pinta el contenido sobre la superficie de la porcelana, a fin de sentar una buena base para la posterior grabación con el cuchillo.

Este arte tiene tres técnicas. Una de ellas es la de tocar. El artesano sujeta una pequeña tira de madera con dos dedos y toca con cierto ritmo la parte superior del cuchillo de diamante. Los puntos tocados formarán líneas y las líneas formarán la superficie. Una tocada ligera o fuerte determinar­á la suavidad y la profundida­d, así como el nivel de la pintura. Una segunda técnica es la de esculpir. Con el cuchillo de diamante, el artesano graba rayas y líneas sobre la superficie de la porcelana. Las líneas grabadas son tan delgadas como un hilo de seda. Este paso sirve para reflejar lo fuerte y lo débil de la luz, lo profundo y lo ligero de los colores y otros detalles necesarios para dar un mayor énfasis. La tercera técnica es la de cincelar, la cual solo se usa para grabar la silueta. Por ejemplo, si se busca grabar la figura de una persona, primero se debe cincelar la silueta de su vestimenta y luego, con las técnicas de tocar y de esculpir, mejorar los detalles.

Estas tres técnicas se complement­an. Las profundas y ligeras grabacione­s reproducen la belleza vista en la pintura de tinta china, mientras que el ritmo tocado de las líneas reflejan la imagen exterior y el espíritu interno de la pintura. Sobre la superficie terminada de grabar se coloca tinta china o de colores, a fin de que entre la brillantez del barnizado cerámico y la aspereza de las huellas grabadas genere un notorio contraste, de modo que la porcelana tenga un mayor gusto artístico y se incremente su valor de colección.

Muy contadas obras de la dinastía Qing han podido ser conservada­s hasta el día de hoy. En primer lugar, debido a su superficie lisa y frágil. Al grabar dibujos con un cuchillo es fácil producir grietas; además, este arte requiere de una alta habilidad manual. En segundo lugar, la grabación en porcelana de Beijing es un arte cuyo proceso integra técnicas de pintura y escultura. El proceso es complicado y largo, por lo que se necesita al menos un mes o incluso varios años para terminar una obra.

Chen Yongchang, el heredero

En las postrimerí­as de la dinastía Qing y a principios del siglo XX, si los padres deseaban una vida mejor para sus hijos, les hacían aprender una habilidad.

Debido a la mala situación económica de su familia, Chen Zhiguang dejó de estudiar en Beijing en 1904, cuando solo tenía 15 años. Por eso, sus padres le enviaron a una escuela de arte situada en la calle Xiaxie en la zona de Xuanwumenw­ai, donde su profesor fue Hua Yuesan, un conocido artista de la porcelana de Shanghai. El hijo de Chen Zhiguang,

Chen Yongchang, forma parte de la tercera generación de especialis­tas en la grabación en porcelana de Beijing y colabora con el municipio en un proyecto para preservar este arte intangible.

Chen Yongchang heredó esta tradición familiar a los 16 años, cuando entró en la Academia de Arte y Artesanía a aprender la grabación en porcelana. Durante más de 60 años, Chen Yongchang ha conseguido integrar las técnicas de caligrafía china, de pintura y de escultura, por lo que sus obras reflejan de manera más vívida el encanto de la caligrafía y la belleza de la pintura china sobre la porcelana.

Habiéndose dedicado más de la mitad de su vida a la grabación en porcelana, Chen Yongchang cree que la más rica experienci­a es saber mantener un corazón tranquilo. Uno debe concentrar­se totalmente, pues

la línea que se graba una sola vez es completame­nte diferente a la que se graba continuame­nte debido a alguna pausa. Este proceso demanda mucha paciencia, una virtud que los artesanos deben cultivar con el paso del tiempo.

“Un trazo en el dibujo tarda uno o dos días en grabarse. Antes se empleaban instrument­os de acero, los cuales no eran como los de diamante que tenemos ahora, lo que nos permite un mayor manejo. Aunque no somos pintores, debemos tener conocimien­tos de pintura”, señala Chen Yongchang.

La popularida­d de este arte fue decayendo progresiva­mente, por lo que poca gente hoy lo conoce. En 2009, la grabación en porcelana de Beijing fue catalogada como proyecto de patrimonio inmaterial, lo cual le valió una cierta fama. En 2014, el Centro de Protección del Patrimonio Inmaterial del barrio de Xicheng en Beijing comenzó a admitir voluntario­s dispuestos a aprender las técnicas de una serie de patrimonio­s, como la grabación en porcelana. En 2017, el gobierno municipal organizó un taller de grabación en porcelana de tres meses en la Beijing Union University, a fin de populariza­r esta habilidad.

Chen Yongchang espera que más gente conozca este arte. De hecho, él ha transmitid­o su habilidad a su discípula Zhou Xiaoming, quien estuvo entre los voluntario­s de 2014.

Zhou Xiaoming busca la innovación

Zhou Xiaoming, nacida en la década de 1980, es heredera de cuarta generación de la grabación en porcelana de Beijing. Proviene de la ciudad de Zibo, en la provincia de Shandong, un lugar donde se produce la porcelana. Zhou, quien creció en un ambiente artístico, estudió diseño de porcelana en la universida­d.

“Cuando el Centro de Protección del Patrimonio Inmaterial convocó en 2014 a voluntario­s, me matriculé sin vacilar en la grabación en porcelana, pues quiero transmitir este arte a las siguientes generacion­es”, explica Zhou. “En aquel momento, más de 400 personas buscaban ser admitidas y yo casi no tenía esperanzas. Afortunada­mente, fui selecciona­da y empecé a aprender la técnica de grabación en porcelana junto con otros diez voluntario­s en 24 clases. Sin embargo, de los once alumnos, solo yo sigo dedicándom­e a este arte”.

Zhou Xiaoming entiende la grabación en porcelana como un arte integral. Primero se deben conocer bien su teoría y sus normas.

Para ella, la temperatur­a a la hora de quemar la porcelana es un factor sumamente importante. Es más fácil esculpir sobre la superficie suave de una porcelana como la de Jingdezhen si la temperatur­a a la hora de quemar ha sido baja. Por ello, Zhou Xiaoming prefiere selecciona­r porcelanas de Jingdezhen.

“Un aporte innovador que busco dar a conocer es el esculpir dibujos sobre un barniz cambiable en el horno. El barniz cambiable en el horno es una técnica que cuesta manejar, pues cuando la porcelana está en el horno, se producen cambios naturales en los modelados y en los colores sobre el barniz debido a la diferente temperatur­a”. Para su obra El camino solitario, Zhou Xiaoming hizo pruebas con más de 20 vajillas hasta quedar satisfecha con el color del barniz. Finalmente, optó por una vajilla para la grabación. “El color cambiable de esa vajilla coincidía con mi idea inicial de plasmar una obra que integrara el concepto de la Iniciativa de la Franja y la Ruta”. Su obra relata la historia del célebre monje budista Xuanzang, quien en su peregrinac­ión al oeste soportó el viento, la nieve, el desierto, el frío y el calor. Zhou Xiaoming suele anotar sus experienci­as al componer una obra y las adjuntará cuando participe en una exposición. “Así se generará una mayor cercanía entre el público y mi obra, la cual podrá ser mejor entendida”, sostiene.

En 2009, la grabación en porcelana de Beijing fue catalogada como proyecto de patrimonio inmaterial, lo cual le valió una cierta fama.

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Buda Avalokites­vara.
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Chen Yongchang forma parte de la tercera generación de especialis­tas en la grabación en porcelana de Beijing.
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 ??  ?? Motivos de montañas y agua grabados en una tetera.
Motivos de montañas y agua grabados en una tetera.

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