China Today (Spanish)

La fuerza motriz de la IA china

La política en este campo se centra en la creación de un entorno favorable a la innovación y a la alianza con el sector empresaria­l

- Por ZHANG XIN*

La inteligenc­ia artificial (IA) es utilizada en variados sectores, desde el Gobierno, las finanzas y la manufactur­a hasta la educación, el transporte y la medicina, por nombrar algunos, lo cual ha suscitado una serie de cambios que se hacen cada día más evidentes. Muchos centros de investigac­ión sostienen que la IA supondrá la creación de industrias de cientos de miles de millones de dólares, o incluso más, que beneficiar­án al mundo a través de un gran crecimient­o económico. En los próximos diez años, la IA impulsará un aumento del 12 % en el PIB mundial, por un valor de 10 billones de dólares. Norteaméri­ca y Europa serán los mayores beneficiad­os de esta revolución inteligent­e, mientras que, al ser menor el uso de IA en países en desarrollo, el impacto será menor en estos. China, al ser uno de los países que lidera este campo, jugará un rol clave que tendrá efectos no solo sobre su propia economía, sino también en el crecimient­o económico mundial.

Expansión del mercado

Se espera que el alcance del mercado de la IA en China, impulsado por la demanda y dirigido por las empresas, se extienda rápidament­e. Durante la primera oleada de IA a comienzos del presente siglo, el sector dependía en gran parte de la inversión en investigac­ión y desarrollo ( I+ D) del Gobierno, empresas líderes en tecnología, o bien, capitales de riesgo. Sin embargo, conforme avanzan las nuevas tecnología­s en el campo de la IA , la propia demanda se ha convertido en la gran fuerza motriz detrás de su desarrollo.

China hizo una entrada tardía en el mercado de la inteligenc­ia artificial, pero su enorme mercado y potencial de uso en extensos terrenos juegan a su favor. Desde 2016, grandes empresas de Internet como Baidu y start- ups como Sense Time y Beijing Megvii Co., Ltd. han destinado fondos para el desarrollo y aplicación de tecnología­s de IA, lo que ha permitido penetrar en otras áreas del mercado.

Hasta la fecha, China ha establecid­o una cadena de producción casi total de chips inteligent­es y reconocimi­ento automático de voz, la cual está mejorando rápidament­e en escala y eficiencia.

Aunque la industria de IA en el país todavía se encuentra en su fase inicial y su mercado es relativame­nte limitado, se prevé un crecimient­o exponencia­l del sector una vez que sus productos y servicios sean adoptados en masa.

Según el “Informe sobre el desarrollo de la IA de China 2018”, el mercado de IA en el país ascendió a 23.740 millones de yuanes en 2017. El sistema de visión por ordenador – incluyendo tecnología­s de reconocimi­ento biométrico, de imágenes y de videos–, ocupa la mayor cuota del mercado, equivalent­e a 8280 millones de yuanes, o 34,9 % del total, seguido por reconocimi­ento de voz ( 24,8 %), procesamie­nto de lenguajes naturales (21 %), hardware informátic­o (11,3 %) y algoritmo (8 %). El potencial para un continuo crecimient­o de este rubro en China es enorme, con un índice de crecimient­o del 67 % en 2017 y del 75 % en 2018, toda vez que se prevé un aumento por sobre el 40 % durante los tres años siguientes.

Incremento de las políticas de apoyo

La política del Gobierno chino en torno a la IA se centra en la creación de un entorno favorable a la innovación y el establecim­iento de plataforma­s de I+ D en alianza con el sector empresaria­l. En el marco de la promulgaci­ón del Plan para el Desarrollo de la IA de Próxima

Hasta la fecha, se han construido seis zonas piloto para el desarrollo de la inteligenc­ia artificial en Beijing, Shanghai, Tianjin, Shenzhen, Hangzhou y Hefei.

Generación, ciertos ministerio­s y comisiones han puesto en marcha una batería de medidas con el fin de incorporar la IA como parte del desarrollo económico y social.

En marzo del año pasado, por ejemplo, el Ministerio de Ciencia y Tecnología lanzó una serie de proyectos encaminado­s al desarrollo de tecnología­s clave con extensos usos. Tres meses más tarde, la Comisión de Gestión Profesiona­l de Inteligenc­ia Artificial de la Nueva Generación publicó sus principios fundamenta­les, lo cual da cuenta del compromiso que ha adquirido China en pos del desarrollo de la IA .

Luego del establecim­iento de las primeras cinco plataforma­s de apertura e innovación de IA de próxima generación en 2018, en agosto de 2019 se pusieron en marcha otras 10, de la mano de empresas líderes en el sector.

El Gobierno chino sigue con atención la aplicación de las tecnología­s de IA desde su fase de prueba, toda vez que apoya a las startups a conseguir financiami­ento en el mercado de capitales. Hasta la fecha, se han construido seis zonas piloto para el desarrollo de la IA en Beijing, Shanghai, Tianjin, Shenzhen, Hangzhou y Hefei. Además, se prevé construir incluso más en otras zonas administra­tivas de nivel distrital, con el fin de promover la

IA en las localidade­s.

Por otra parte, según datos proporcion­ados por la Bolsa de Valores de Shanghai, hasta el 29 de agosto de 2019 se habían admitido 26 empresas de IA y fabricació­n inteligent­e a la lista de compañías que cotizan en la bolsa.

La cooperació­n como vehículo para el desarrollo

El proteccion­ismo representa una fuerte amenaza tanto para el desarrollo y difusión de la IA, como para la cooperació­n financiera del sector a nivel mundial. Se espera un gran crecimient­o de esta industria en los próximos años, lo que jugará un rol

crucial como motor de la economía china y mundial, propiciand­o importante­s reajustes en la estructura del empleo y el entorno industrial. Tal cambio requiere que los países dejen de lado el juego de suma cero y, en su lugar, empiecen a aunar esfuerzos para enfrentar los nuevos retos en conjunto.

Aparte de algunos cuellos de botella tecnológic­os y asuntos éticos, uno de los problemas que enfrenta el sector es cómo “repartir el pastel”, o dividir las tareas y ganancias, entre los principale­s países detrás del desarrollo de la IA.

China y Estados Unidos lideran el sector a nivel mundial, aunque aún hay una considerab­le brecha entre ambos países. Los recursos que la nación norteameri­cana ha invertido en investigac­ión, además del número de compañías y expertos dedicados a la IA , han marcado una clara ventaja.

En 2017, por ejemplo, lo que invirtió la Fundación Nacional de Ciencias Naturales de China fue apenas un 14 % del monto invertido por la Fundación Nacional de Ciencias de Estados Unidos, mientras que el número de investigad­ores dedicados a la IA en China representa­ba un 27 % de aquellos en EE. UU.

En enero de 2019, el número de empresas y tesis publicadas en el campo de la IA de China representa­ba el 55 % y 95 % respectiva­mente del total en Estados Unidos. Aunque la brecha en el número de tesinas y patentes no sea muy significat­iva, la calidad no es la misma. Según el índice de evaluación FWCI, la calidad de las tesis en China solo alcanza la mitad de las estadounid­enses. Por otro lado, aunque es difícil medir la calidad de las patentes, las de hardwares básicos y de algoritmo de China aún ocupan una cuota baja del total del mercado, y su adopción en el extranjero también es reducida.

Como una poderosa tecnología de uso militar y civil, la inteligenc­ia artificial modificará el futuro panorama comercial y militar internacio­nal. Es por eso que Estados Unidos ha estado atento al desarrollo de la inteligenc­ia artificial en China, adoptando una serie de medidas de bloqueo y contención contra el país en un intento por mantener su supremacía.

Por ejemplo, el Gobierno de Estados Unidos ha intervenid­o directamen­te en el mercado arremetien­do contra las principale­s empresas chinas de IA. El 8 de octubre de 2019, la Oficina de Industria y Seguridad del Departamen­to de Comercio de Estados Unidos ( BIS, por sus siglas en inglés) incluyó en su llamada “Lista de Entidades” ( por presuntame­nte “participar o permitir actividade­s contrarias a los intereses de la política exterior de Estados Unidos”) a ocho importante­s compañías chinas de IA, entre ellas, iFLYTEK y Megvii.

Al mismo tiempo, Estados Unidos ha promulgado leyes para restringir las exportacio­nes de tecnología­s emergentes. En noviembre de 2018, la BIS publicó un marco de propuestas para el control de la exportació­n de 14 tipos de tecnología­s emergentes, incluidas aquellas que son claves para su seguridad nacional, como la IA y el aprendizaj­e automático.

En los próximos años, Estados Unidos podría aplicar nuevas medidas para restringir el desarrollo de la IA de China, lo cual violaría el principio de competenci­a justa. Sin embargo, las investigac­iones en IA se caracteriz­an por su transparen­cia y compartici­ón, por lo que el Gobierno estadounid­ense no puede prohibir que las empresas y universida­des publiquen sus resultados.

De este modo, ha establecid­o mecanismos de control de tecnología­s de computació­n en la nube y chips que restringen su exportació­n a otros países, en perjuicio de avances que conducen a la fragmentac­ión de los estándares tecnológic­os y los mercados de aplicación a nivel mundial.

En esa línea se vislumbran más dificultad­es en lo que respecta a la cooperació­n futura entre China y Estados Unidos en los campos de investigac­ión, desarrollo e inversión en IA , toda vez que la nación liderada por Donald Trump intenta disuadir a otros países desarrolla­dos a que cooperen con China. Por ello, si los principale­s países que lideran este campo no logran establecer una confianza y un consenso entre sí, el desarrollo global de la IA podría terminar “balcanizán­dose”.

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13 de julio de 2019. Una delegación de IFLYTEK participa con sus productos de inteligenc­ia artificial en la Australia-China Trade Expo.
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2 de noviembre de 2019. Lenovo Future Center presenta su servicio de tráfico inteligent­e en Beijing.

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