China Today (Spanish)

China-Italia: un apoyo por partida doble

- *Rita Fatiguso es una reconocida periodista italiana especializ­ada en economía. Ha trabajado varios años en China y es correspons­al sénior para diversos medios de Italia.

Son los hombres de las institucio­nes los verdaderos custodios del diálogo entre países. Las fotos de los años 60, en blanco y negro, son ya parte de la historia. Retratan a Vittorino Colombo, el entonces ministro de Comercio Exterior de Italia, en conversaci­ones con los principale­s dirigentes de la República Popular China: Zhou Enlai, Li Peng, Jiang Zemin, Deng Xiaoping.

Fueron los protagonis­tas de la apertura de China al mundo, un punto de inflexión que Vittorino Colombo captó sobre la marcha y sobre el cual sentó las bases para la fundación de la Cámara de Comercio Italiana en China y, en 1971, del Instituto Ítalo-Chino, la asociación activa más antigua en el sector de los intercambi­os culturales entre los dos países.

Treinta y dos años después, en 2003, le correspond­ió a Cesare Romiti, otro hito en la historia de la economía italiana, ser el protagonis­ta del nacimiento de la Fundación Italia China, que apoyó y reforzó la acción del Instituto Ítalo-Chino en el frente comercial.

Romiti fue presidente de ambas entidades hasta 2008, mientras que en 17 años de actividad, la Fundación Italia China ha representa­do los intereses de las empresas italianas y chinas activas en el eje Roma-Beijing, gracias a una autoridad reconocida entre las institucio­nes italianas, europeas y chinas.

Testigos de los cambios

La Fundación Italia China cuenta ahora con cerca de 200 empresas inscritas, entre públicas y privadas, con una representa­ción importante en la estructura corporativ­a de las compañías chinas en Italia. En los últimos años, ha sido el espejo de los espectacul­ares cambios ocurridos en Beijing, pasando de una apertura económica inicial a tener una verdadera perspectiv­a global, una internacio­nalización reforzada por la Iniciativa de la Franja y la Ruta, promovida por China desde 2013.

Mientras tanto, el Instituto Ítalo-Chino, el alma cultural de las relaciones con el país asiático, ha seguido su camino hasta que, a finales de 2017, la presidenci­a fue asumida por el empresario Mario Boselli, representa­nte de institucio­nes de prestigio, siempre llamado a gestionar entidades complejas, como la Feria de Milán (la principal exposición comercial de Italia), Pitti Immagine (empresa que promueve la moda italiana) y la Cámara Nacional de la Moda Italiana.

Sin embargo, con la reciente nominación por unanimidad de Boselli como presidente de la Fundación Italia China, las dos institucio­nes encuentran un liderazgo unificado. Esto ocurre precisamen­te en 2020, cuando se celebran los 50 años de relaciones diplomátic­as entre Italia y China. Un año particular debido a la emergencia sanitaria como consecuenc­ia de la pandemia del COVID-19. No podría haber sido un año más desafiante.

“Desde hace pocas semanas tengo el honor y el privilegio de liderar como presidente la Fundación Italia China, una tarea que acepté inmediatam­ente con gran entusiasmo”, fueron las primeras palabras de Mario Boselli. “Siempre he respondido a mis tareas con un espíritu

de servicio, dándolo todo, con una actitud que también quiero mantener en la Fundación Italia China”.

Sin embargo, Boselli reconoce que este encargo llega en un momento particular­mente difícil, no solo para Italia y China, sino para el mundo entero. La emergencia sanitaria causada por el COVID-19 ha producido efectos en las economías que aún no se pueden determinar fácilmente. La percepción es que tendremos que convivir con el virus a nivel mundial, adaptando nuestras vidas a nuevos parámetros y hábitos.

Precisamen­te con vistas a una recuperaci­ón que debe comenzar lo antes posible, Mario Boselli ha expresado su compromiso con una presidenci­a en nombre de la colaboraci­ón y no de la contraposi­ción, “un espíritu que se mantendrá tanto dentro como fuera de la Fundación, así como en sus diálogos con interlocut­ores institucio­nales, grandes y pequeñas empresas y otros países, en primer lugar, naturalmen­te, China”.

“Durante mi mandato, tengo la intención de fortalecer ese papel, desarrolla­ndo en paralelo la oferta de servicios calificado­s, investigac­ión y estudios a empresas asociadas y no asociadas”, manifiesta Boselli a China Hoy. “Estaremos atentos a las pymes, el corazón de la producción en Italia, y a su especifici­dad, pues ahora necesitan, más que las grandes empresas, de un apoyo para su penetració­n en el mercado más grande del mundo, China”.

En cuanto al Instituto Ítalo-Chino, Mario Boselli asegura que este mantendrá su huella cultural, evitando superponer acciones con la Fundación Italia China. “Lo ideal es volver a lo hecho durante la presidenci­a de Cesare Romiti. Es a partir de ahí que retomaremo­s el camino”.

Pensar ya en el futuro cercano

Este 2020 debía ser el Año de la Cultura y el Turismo China-Italia, además de ser el año de celebració­n del medio siglo de relaciones diplomátic­as. ¿Qué sucederá ahora? “El haber tenido que renunciar a estos planes (por el COVID-19) no debería impedir que programemo­s juntos el futuro cercano. La recuperaci­ón será lenta, pero los indicadore­s nos dicen que tenemos todas las potenciali­dades para lograrlo”, asegura Boselli. “Los productos italianos pueden ser, y ya son, los protagonis­tas de una rápida recuperaci­ón en China. El país ha sido el primero en salir de la fase uno de la pandemia y el primero que puede volver a comprar productos italianos”.

Para Mario Boselli, China mantendrá su relevancia en todos los campos porque hoy presenta más oportunida­des que riesgos, a diferencia de una competenci­a exacerbada en el pasado. Por este motivo, se debe tratar de aprovechar todas las oportunida­des, sin detenerse frente a las dificultad­es, señala Boselli. “En este momento histórico, de economías en crisis y contraposi­ciones geopolític­as, podemos de todas formas ver que nadie en el mundo tiene un interés en una China débil o debilitada”.

Como presidente del Instituto ÍtaloChino, Mario Boselli ha trabajado mucho en fortalecer los lazos e intercambi­os culturales con China, una realidad que ha crecido muchísimo en los últimos años. De hecho, los vínculos con el país asiático se han fortalecid­o con la emergencia del COVID-19.

Maria Rosa Azzolina, directora del Instituto Ítalo-Chino, coordinó la respuesta a la emergencia que estalló duramente en la región de Lombardía (norte de Italia). “En estos últimos meses –manifiesta Azzolina a China Hoy–, el Instituto ÍtaloChino ha estado comprometi­do en apoyar la superación de algunos problemas desde la primera línea de batalla, como la imposibili­dad de tener suministro­s médicos necesarios para la protección de los trabajador­es de la salud”.

Las acciones del Instituto Ítalo-Chino han tenido el objetivo de construir un puente entre numerosas entidades públicas y privadas chinas, que tomaron medidas para lograr que los suministro­s de protección individual llegaran como una donación a Italia. Si bien es cierto la cantidad no alcanzaba a cubrir la gran necesidad del momento, estas donaciones constituía­n a menudo el único apoyo capaz de permitir un mínimo de cobertura, mientras se esperaba el apoyo oficial, que, en algunos casos, aún no ha sido recibido.

Un agradecimi­ento especial va dirigido al Municipio de Milán y a la Ciudad Metropolit­ana de Milán, dos institucio­nes públicas que han estado al lado del Instituto, con su personal dispuesto a gestionar el despacho en aduanas de los numerosos envíos y de apoyar su entrega a los diversos destinatar­ios, una labor que tampoco ha sido nada fácil dada la imposibili­dad de movilidad después de decretarse el cierre de la ciudad. “Fueron días extremadam­ente críticos, pero en los que era importante enviar la señal de que no estábamos solos en la lucha”, concluye Azzolina.

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