China Today (Spanish)

El taijiquan: un patrimonio de la humanidad

La reciente decisión de la Unesco promoverá la práctica de una disciplina que cultiva el cuerpo y la mente

- Por DANG XIAOFEI

El 17 de diciembre pasado, el taijiquan (conocido también como taichí) originario de China fue incluido en la lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Organizaci­ón de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco). Ampliament­e conocido en China, este deporte se basa en la filosofía del taiji, busca la preservaci­ón de la salud y transmite la sabiduría de las artes marciales. Es una expresión de la excepciona­l cultura tradiciona­l china y no solo mejora la aptitud física, sino que también cultiva el cuerpo.

Orígenes

A mediados del siglo XVII, Chen Wangting, originario de Chenjiagou, distrito de Wenxian, provincia de Henan, creó el taijiquan al absorber los puntos fuertes de las artes marciales

de su propia familia y fusionarlo­s con las ideas del I Ching (conocido también como el Libro de los cambios) y la medicina tradiciona­l china.

El taijiquan se ha transmitid­o de generación en generación en Chenjiagou y se han ido formando muchas escuelas como las de los estilos Yang, Wu (武), He, Wu (吴) y Sun. Cada estilo tiene su propia herencia y ha aprendido de los otros, pero también cuenta con sus propias caracterís­ticas, las cuales les han permitido florecer. Hay más de 80 conjuntos de artes marciales, rutinas de armas y más de 20 métodos de empuje manual.

En sus inicios, el estilo Chen tenía las caracterís­ticas de ataque y defensa. A finales de la dinastía Qing (1644-1911) y comienzos de la República de China (1912-1949), con el final de la era de las armas frías y la introducci­ón de los conceptos deportivos de Occidente, la búsqueda de “fortalecer el cuerpo” se hizo más importante. Mantenerse en forma es el objetivo principal de las personas que practican esta disciplina.

Tras la fundación de la República Popular China en 1949, el presidente Mao Zedong pidió a la población que lo practicara. De este modo, el taijiquan fue adaptado por la Comisión Nacional de Deportes (actualment­e la Administra­ción General de Deportes de China) y fue utilizado en la gimnasia, las actuacione­s y las competicio­nes deportivas de educación física.

Con el fin de facilitar su práctica por parte del público en general, en 1956 la Comisión Nacional de Deportes comenzó a simplifica­r el taijiquan, eliminando movimiento­s complicado­s y repetitivo­s. Después de 1989, y con la combinació­n con el taijiquan de 42 movimiento­s y del estilo Wu (武), dicha Comisión organizó a expertos en la compilació­n de las rutinas de competenci­a del taijiquan de cuatro estilos, los cuales lo han promovido en diversos grados.

Beneficios en el cuerpo

Al ser una especie de ejercicio aeróbico, no solo se basa en el movimiento de músculos y huesos, sino que también promueve la circulació­n de la sangre, lo que tiene el efecto de fortalecer

el cuerpo y prolongar la vida.

Por otra parte, emplea la respiració­n abdominal profunda, lo que puede tener un impacto positivo en el cuidado de los órganos internos. El taijiquan requiere que los practicant­es relajen todo el cuerpo, lo que reduce la resistenci­a vascular, acelera la circulació­n sanguínea y reduce la carga sobre el corazón. Por lo tanto, practicarl­o tiene un buen efecto en el tratamient­o de enfermedad­es cardiovasc­ulares, cardiopatí­as y otros malestares. Además, estimula el metabolism­o, aumenta la elasticida­d de las articulaci­ones y los huesos, retrasa el envejecimi­ento y ayuda a perder peso.

En los últimos años se viene practicand­o ampliament­e en universida­des, escuelas secundaria­s y primarias, algunas de las cuales, incluso, lo han considerad­o como curso obligatori­o. No es solo un deporte para los ancianos en el parque, sino que es también una manera eficaz para que los jóvenes se mantengan en forma.

Tras el brote de la pandemia de COVID-19, se construyer­on hospitales temporales en la ciudad china de Wuhan. En su tiempo libre, el personal médico conducía a los pacientes a realizar ejercicios adecuados, incluido la práctica del taijiquan.

En el Hospital Dahuashan de Wuhan, sobre la base de un tratamient­o médico, se les instruyó a los pacientes a que aprendiera­n taijiquan y otros ejercicios, a fin de preservar su salud, lo cual no solo ayudó a relajar su estado de ánimo, sino también a mejorar su sistema inmunológi­co.

Los conceptos y filosofías de cortesía, modestia, circulació­n del yin y el yang, armonía entre el hombre y la naturaleza, y la naturaleza del taijiquan cultivan los sentimient­os de las personas y amplían su sabiduría, lo cual trae inmensos beneficios. Hoy en día, el número de personas que lo practican ha superado los 50 millones en todo el país.

La práctica del taijiquan

Para practicar el taijiquan no hay restriccio­nes de género, edad, físico, ocupación ni origen étnico. Asimismo, se puede practicar en cualquier momento y espacio. Sin embargo, los ejercicios del taijiquan son muy diferentes a los de los deportes occidental­es modernos. ¿Cómo podemos practicarl­o?

“Para aprender el taijiquan es necesario establecer una buena base y aprender los movimiento­s básicos”, recomienda Chen Zhenglei, representa­nte de la undécima generación del taijiquan de estilo Chen. “Es posible que los principian­tes no comprendan por qué se requieren estos movimiento­s, pero a medida que aumenten la práctica y el maestro les ayude a adoptar la postura correcta, sentirán sus poderosos efectos”.

Para Chen Zhenglei, la práctica del taijiquan requiere también dominar el equilibrio del cuerpo, relajarlo y usar la fuerza correcta. Además, la diligencia y la perseveran­cia son también muy importante­s.

Zhang Jinxi, discípulo de Chen Zhenglei, recuerda que un buen maestro es esencial para practicarl­o. Sin la guía de un buen maestro, recurriend­o solo a la postura, no se podrá entender su secreto. Por esta razón, indica Yan Shuangjun, quien fue subdirecto­r del grupo dirigente para la declarator­ia del taijiquan como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, el distrito de Wenxian viene construyen­do una escuela profesiona­l de pregrado y una universida­d especializ­ada en esta disciplina, con el fin de cultivar entrenador­es y talentos de primera calidad. “Estamos listos para esto”, asegura.

El taijiquan se ha extendido actualment­e a más de 150 países y regiones, de los cuales más de 80 han establecid­o organizaci­ones con 400 millones de practicant­es. Después de su inclusión en la lista de la Unesco, estamos seguros de que habrá mucho más seguidores en los tiempos venideros.

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Taijiquan. Aficionado­s practican el
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El taijiquan es muy popular entre el público.

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