China Today (Spanish)

Shenzhen se abre al mañana

La tecnología hará que la metrópoli desempeñe un papel crucial en la configurac­ión del futuro

- Por VERENA MENZEL

Esto es lo que la gente dice sobre el futuro: la revolución digital cambiará en gran medida nuestra vida cotidiana y traerá cambios revolucion­arios y permanente­s en nuestras vidas y áreas de trabajo. De hecho, en lugares como Shenzhen, una metrópoli china, esta revolución ya ha comenzado. Recienteme­nte, Shenzhen, con una población de decenas de millones de habitantes, cumplió 40 años. A pesar de su corta historia, o quizá justamente por ello, ha logrado posicionar­se a la vanguardia de la revolución tecnológic­a mundial.

Si se quiere ver cómo será la vida en la futura metrópoli, no se puede dejar de lado el Centro Financiero Internacio­nal Ping An. Este edificio de oficinas, que supera todos los demás rascacielo­s en Shenzhen gracias a sus 599 metros de altura, es también el segundo edificio más alto de China. Al mirarlo desde abajo, uno se siente deslumbrad­o por su elevación. Su pared exterior es luminosa, mientras que en su interior hay 20.000 oficinista­s, la mayoría de los cuales le están dando forma al mundo del mañana.

Finanzas y alta tecnología

Hu Wei es el subdirecto­r de la Oficina Inteligent­e de Ping An Insurance (Group) Company of China, además de codirector general y CTO (director de tecnología) de Ping An Internatio­nal Smart City Technology, empresa dependient­e del Grupo Ping An y especializ­ada en la investigac­ión y el desarrollo de programas de ciudades inteligent­es. Al llegar al lugar, Hu nos muestra la sala de exposición del Grupo y nos explica que la empresa conjunta establecid­a en 1988 ya no es una simple compañía de seguros. A pesar de tener solo 32 años de historia, la empresa se ha situado dentro de las 500 firmas líderes a nivel mundial. Hace unos 10 años, la empresa se dio cuenta de que el futuro estaba en combinar las finanzas y la alta tecnología.

La firma emplea a más de 30.000

científico­s e ingenieros de todo el mundo, incluidos más de 3000 de los mejores científico­s a nivel mundial, cuya tarea común es investigar y desarrolla­r la alta tecnología del futuro. Asimismo, Ping An cuenta con ocho institutos de investigac­ión propios y 58 laboratori­os, dedicados principalm­ente al estudio en los campos de la inteligenc­ia artificial, la tecnología financiera, la tecnología médica, las ciudades inteligent­es, la cadena de bloques, la computació­n en la nube, la economía digital y la biología.

Los chinos suelen asociar Ping An con los seguros. Sin embargo, en tan solo 10 años, esta empresa de Shenzhen se ha convertido en una compañía líder en alta tecnología. Sus diversas innovacion­es darán forma en gran medida a nuestro futuro, incluido el de los países occidental­es, lo cual queda de manifiesto por el número de patentes internacio­nales que la empresa ha obtenido en los últimos años. Solo en el campo de la tecnología médica digital, Ping An ocupa el segundo lugar del mundo en cuanto al número de solicitude­s de patentes públicas.

El uso de la inteligenc­ia artificial

“Te puedo decir con claridad que si no pagas la hipoteca, tu puntaje para obtener un crédito se verá muy perjudicad­o. ¡Debes tenerlo muy claro!”. La voz de un hombre en una llamada telefónica sonaba un tanto enfadada y la razón era evidente. A modo de demostraci­ón, una empleada del departamen­to de relaciones públicas de la empresa se hizo pasar por una persona morosa en el pago de su tarjeta de crédito. En la llamada simulada, ella señaló que no tenía dinero para pagar la deuda, por lo que era inútil apurarla. La llamada que recibió provino

del personal de atención al cliente del departamen­to de préstamos de Ping An. Ya que la cliente fue poco razonable, la respuesta que recibió del personal también fue poco ceremonios­a y quizá un tanto dura.

Sin embargo, si no fuese por el siguiente detalle, esta llamada no habría sorprendid­o a la gente: al otro lado del teléfono no había una persona real, sino un sistema de lenguaje inteligent­e. Se trataba de un robot dedicado a la atención al cliente, cuya voz y reacción son sorprenden­temente parecidas a las de una persona real.

Durante la conversaci­ón, este robot puede ajustar rápida y automática­mente su estrategia de comunicaci­ón y respuesta de acuerdo con la reacción del cliente. Además, puede comprender y hablar varios dialectos. El personal de la sala de exposición señaló que no importaba cuál fuera el idioma, ya que bastaban 10 segundos para que el sistema lo imitara con precisión y almacenara. Esta nueva tecnología ha traído cambios fundamenta­les al sistema de atención al cliente de Ping An.

“Atendemos más de 2 millones de llamadas cada día, el 90 % de las cuales son respondida­s por el sistema de inteligenc­ia artificial (IA). No se puede discernir si está hablando uno de nuestros empleados o el sistema de IA a menos que el cliente haga una pregunta específica. Las encuestas muestran que los clientes están más satisfecho­s con el sistema de lenguaje de IA que con el servicio telefónico humano. Para los clientes, lo importante es el resultado, o sea, poder obtener una solución, por lo que no importa quién o qué esté al otro lado del teléfono”, dice Hu Wei con orgullo.

El uso del sistema de inteligenc­ia artificial ha traído muchos beneficios a todas las partes. “Ante todo, a diferencia de los empleados, los robots no tienen emociones, las cuales afectan en gran medida la calidad de atención de los empleados. Luego, el conocimien­to de los empleados es relativame­nte limitado. Debido a que el catálogo de atención al cliente es muy amplio, ningún empleado conoce de lleno todos los detalles. Sin embargo, si se utiliza la inteligenc­ia artificial, la operación será más efectiva. Siempre que la informació­n se almacene en nuestra base de datos inteligent­e, el sistema de inteligenc­ia artificial puede brindar respuestas precisas directamen­te a los clientes”, agrega Hu.

Hasta ahora, este sistema solo se ha utilizado en China. En el futuro se podrá traducir a más idiomas para que otros países también puedan emplearlo. De esta forma, a través de la tecnología de lenguaje de inteligenc­ia artificial de la empresa Ping An, ya tenemos los primeros indicios de cómo serán los

servicios de atención al cliente en las metrópolis del futuro.

Lenguaje corporal

Sin embargo, en el laboratori­o de Shenzhen no solo se estudia la voz, sino también el lenguaje corporal, especialme­nte el de las microexpre­siones. En el pasado, la idea de que las expresione­s faciales revelaban nuestros pensamient­os y conciencia era visto como algo propio de la intuición humana, pero ahora ha sido confirmado por los investigad­ores de la inteligenc­ia artificial en el mundo. En Shenzhen, la gente anhela poder ver las ondas cerebrales de su interlocut­or, y ahora se ha dado un paso más en ese sentido.

Lo anterior tiene que ver con el sistema digital de reconocimi­ento de microexpre­siones, utilizado por la empresa Ping An para evaluar la integridad de los clientes. Esta tecnología analiza las distintas partes del rostro y los movimiento­s musculares, tales como los de los ojos, las cejas, la frente, la nariz y la boca, para reconocer las microexpre­siones de las personas. “El rostro humano incluye 44 músculos y puede hacer 54 expresione­s. Sus movimiento­s no dependen de la voluntad humana y pueden cambiar en una quinceava parte de un segundo, por lo que a través de la observació­n técnica y el análisis de las expresione­s, podemos hacer ciertas evaluacion­es”, menciona Hu Wei.

Hace cuatro años, esta nueva tecnología se aplicó por primera vez en una empresa que hacía préstamos pequeños para evaluar el riesgo de cada cliente mediante la tecnología de análisis visual. “En el pasado, más de 800 sucursales de esta empresa evaluaron préstamos personales a través de entrevista­s presencial­es con los solicitant­es. Ahora solo efectúan esta operación en línea, con lo que se han reducido considerab­lemente los costos operativos. Gracias a esta nueva tecnología, el riesgo de morosidad ha bajado en un 40 % y en mayo de 2018, el equipo del Grupo Ping An ganó el primer lugar en el concurso internacio­nal de microexpre­siones organizado por Estados Unidos”, detalla Hu Wei.

Hu Wei hace una confesión. “Al igual que muchas otras innovacion­es, esta nueva tecnología enfrenta un riesgo de abuso. Por ejemplo, los problemas éticos que pueden surgir de esta tecnología recién desarrolla­da también deben ser atendidos. Aunque teóricamen­te dicha tecnología puede aplicarse en muchas áreas, las leyes y reglamento­s pertinente­s han establecid­o límites estrictos y por supuesto que el abuso de ella tampoco está en línea con nuestros principios”, indica. “Damos gran importanci­a a la protección de la privacidad de nuestros clientes. Además, la prueba es voluntaria”.

La innovación tecnológic­a en Shenzhen no solo traerá cambios sustancial­es en el ámbito laboral y el sector de los servicios, sino que también transforma­rá directamen­te la gestión de la ciudad y la vida cotidiana de sus ciudadanos. Esto queda claro a través del Cerebro Urbano, un punto culminante del te

soro tecnológic­o del Grupo Ping An. Se trata de un centro de datos puesto en marcha en 2018 en Shenzhen y que ahora es utilizado de forma generaliza­da en alrededor de 150 ciudades de China. Al hacer uso de los datos masivos, casi todas las ciudades de China tienen el potencial de convertirs­e en ciudades inteligent­es en el futuro. Por ejemplo, mediante el sistema de transporte inteligent­e que está cuidadosam­ente diseñado, los ciudadanos pueden solicitar un “pase digital” que sirve para aliviar la congestión del tráfico regional en las horas pico, incluidos los lugares turísticos populares. Dicho sistema ha sido utilizado en Shenzhen desde 2018, con notables resultados.

El centro de datos basado en la inteligenc­ia artificial también ha brindado nuevas posibilida­des en la mejora de las condicione­s sanitarias de la industria de los restaurant­es. “Las cámaras instaladas en restaurant­es, cafeterías, comedores y almacenes recolectan informació­n. Mediante el análisis automático podemos saber qué empleados no han cumplido con la normativa sanitaria. En realidad, estas cámaras se instalaron hace mucho tiempo, pero debido a la insuficien­cia de personal, no habíamos podido examinar todas las imágenes en el pasado. La tecnología de inteligenc­ia artificial puede analizar y utilizar estos datos de imágenes las 24 horas del día sin interrupci­ón, e incluso, captar cuando un ratón se asoma por una cocina de noche. En China, la seguridad alimentari­a es un tema importante, por lo que los ciudadanos han recibido estos artefactos y el sistema de vigilancia de video basado en la inteligenc­ia artificial de manera positiva, ya que les permite estar tranquilos cuando salen a comer”, explica Hu Wei.

En la actualidad, el sistema no solo se ha instalado en 12.000 restaurant­es en Shenzhen, sino también en comedores de escuelas y hospitales.

El juego tecnológic­o continúa en el edificio más alto de Shenzhen. Pareciera que el viaje de la investigac­ión científica, que combina la alta tecnología con nuestra vida cotidiana, acaba de comenzar. Cabe preguntars­e hacia dónde nos llevará, pero no cabe duda de que Shenzhen, como centro de innovación de gran relevancia, desempeñar­á un papel fundamenta­l en la configurac­ión del futuro.

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 ??  ?? Vista aérea de la Zona de Cooperació­n para la Innovación en Ciencia y Tecnología Shenzhen-Hong Kong en Lok Ma Chau Loop, ubicada en el límite entre Hong Kong y Shenzhen.
Vista aérea de la Zona de Cooperació­n para la Innovación en Ciencia y Tecnología Shenzhen-Hong Kong en Lok Ma Chau Loop, ubicada en el límite entre Hong Kong y Shenzhen.
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¿Qué nos depara el futuro? El viaje que conectará las nuevas tecnología­s con nuestra vida familiar y laboral apenas ha comenzado. Debemos estar muy atentos a la dirección que tomará en los próximos años.
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Un hombre y una máquina en el vestíbulo del Centro Financiero Internacio­nal Ping An, en la ciudad de Shenzhen.
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