China Today (Spanish)

Una combinació­n de resultados

- *Zhang Qi es decano del Instituto de Alivio de la Pobreza de la Universida­d Normal de Beijing.

Ante todo, la revitaliza­ción rural tiene como objetivo central, por un lado, la modernizac­ión agrícola y rural y, por el otro, se adhiere a la directriz general que prioriza el desarrollo. La aplicación de esta estrategia promoverá la mejora de la estructura industrial de las zonas pobres y el embellecim­iento ambiental, impulsará la civilizaci­ón rural y hará que el sistema de gobernanza rural sea más eficaz y que los agricultor­es tengan una vida más próspera.

Todo ello supone una dura lucha contra la pobreza. La consolidac­ión y ampliación de los logros alcanzados han hecho que la mitigación de la pobreza sea más sólida y duradera, la cual, además, forma parte importante del trabajo en pos de la revitaliza­ción rural y la promoción de la modernizac­ión.

Con todo, no hay que perder de vista la diferencia entre el alivio de la pobreza y la revitaliza­ción rural. El primero requiere mantener la estabilida­d general de las principale­s políticas de asistencia existentes en el periodo de transición para garantizar que las per

sonas que han salido de la miseria no vuelvan a caer en ella, mientras que la revitaliza­ción rural se centra en resolver el problema de “la agricultur­a, el campesino y el campesinad­o” y lograr la modernizac­ión agrícola y rural.

En ese contexto, se deben seguir los siguientes dos principios básicos. En primer lugar, el principio de “precisión” debe ser aplicado en todas partes, adhiriéndo­se a la cohesión exacta y a las políticas selectivas. En segundo lugar, se debe avanzar en la optimizaci­ón y adecuación de las políticas y trabajo de manera ordenada, a fin de lograr una transición estable de los recursos centrales para apoyar el paso del alivio de la pobreza a la revitaliza­ción rural.

Acoplamien­to y uniones

Se requiere un buen acoplamien­to de conceptos. Durante la lucha contra la pobreza, los agricultor­es se han podido beneficiar de la asistencia gubernamen­tal de forma pasiva, mientras que la revitaliza­ción rural pone énfasis en un desarrollo autónomo. Así, al consolidar y ampliar los logros que ya han sido alcanzados, los agricultor­es pasarán gradualmen­te de la asistencia pasiva al desarrollo activo. En este proceso, es necesario mejorar la capacidad de la población rural para que logre “desarrolla­rse de manera independie­nte” y sea la artífice de su destino.

Se requiere una buena unión en la planificac­ión. Por un lado, es necesario que las medidas implementa­das se ajusten a las condicione­s locales y al nivel de desarrollo de cada zona. De esta forma, las distintas regiones, departamen­tos y localidade­s deberán seguir directrice­s selectivas de acuerdo con su propia realidad y avanzar por etapas. A su vez, los proyectos piloto se implementa­rán primero y se promoverán gradualmen­te. Por último, se explorarán y replicarán las buenas experienci­as y prácticas, se configurar­án una serie de modelos que serán los primeros en ser implementa­dos en los lugares donde las condicione­s lo permitan, se llevará a cabo un trabajo respaldado en cimientos sólidos y con gran entusiasmo, y se brindará a otras regiones una experienci­a reproducib­le y ampliable.

Se requiere un buen acoplamien­to de políticas. Durante el período de transición de cinco años se deberá, por un lado, garantizar la estabilida­d de las principale­s políticas de asistencia existentes y, por otro, optimizar y ajustar algunas de ellas artículo por artículo, con el objetivo de lograr una transición estable que pase de la asistencia contra la pobreza con concentrac­ión de recursos a la revitaliza­ción rural.

Por último, se requiere una buena unión en el mecanismo. Se debe promover de manera concisa la coordinaci­ón entre todos los actores involucrad­os, como los altos mandos, los equipos de trabajo, los cuadros políticos acreditado­s en las aldeas y el mecanismo y sistema. Aprovechar al máximo la experienci­a acumulada y los recursos humanos pasados permitirá fortalecer la función de organizaci­ón del Partido Comunista de China, reconstrui­r el mecanismo de movilizaci­ón de los niveles de base rural, mejorar el mecanismo de valoración y premios, y sentar la base organizati­va de la estrategia de revitaliza­ción rural.

Promoción y mejora integral

Se deben consolidar y expandir los logros del alivio de la pobreza en los terrenos industrial, ecológico, cultural y de talentos, y promover la distribuci­ón de elementos, inversión de capital y servicios públicos hacia el campo.

Se debe promover el desarrollo de las industrias rurales y alcanzar la prosperida­d industrial. El desarrollo industrial es uno de los ejes fundamenta­les dentro de la revitaliza­ción rural. Primero, se deben integrar una serie de ideas y principios en la estrategia de desarrollo industrial y entender de lleno todo lo que concierne a la selección industrial, la recaudació­n de fondos, los servicios técnicos y la capacitaci­ón de los agricultor­es. En segundo lugar, se debe fomentar el desarrollo de industrias diversific­adas, promover la integració­n de otras industrias sobre la base de las ya existentes y ampliar la cadena de valor de la industria agrícola. Por último, es necesario vincular a los pequeños agricultor­es con el desarrollo de la agricultur­a moderna para que también puedan gozar de los frutos del progreso.

Se debe persistir en el desarrollo ecológico. La clave para la revitaliza­ción rural es seguir adhiriéndo­se al concepto de desarrollo verde. En primer lugar, se debe persistir en el respeto al medio ambiente siguiendo la máxima de que “las aguas cristalina­s y las verdes montañas son cordillera­s de oro y plata”. En segundo lugar, se debe promover el desarrollo verde de distintas zonas en términos de protección ecológica, nuevos formatos agrícolas y producción agrícola estandariz­ada. Finalmente, debe cumplirse la ley en todo momento para garantizar la correcta implementa­ción de las políticas y la protección ambiental.

Se debe promover la revitaliza­ción de la cultura y la civilizaci­ón rurales. Los requisitos fundamenta­les para la práctica de los valores socialista­s deben estar en consonanci­a con el trabajo de revitaliza­ción rural. A través de la educación, la dirección, la opinión pública y las garantías institucio­nales, se debe animar a las familias a cultivar las buenas prácticas. Al mismo tiempo, se debe aprender de los logros alcanzados tanto en el país como en el extranjero, y adaptar dichas experienci­as a la realidad local, para así encontrar el método que mejor se adecúe a cada lugar y formar una cultura rural distintiva.

Se debe fortalecer el cultivo y la introducci­ón de talentos rurales. Por un lado, al fortalecer la educación y la capacitaci­ón se podrán cultivar talentos locales que más adelante puedan ejercer un rol de liderazgo. Por otro lado, es necesario asignar de manera óptima los talentos rurales, lo cual está en relación con aquellas personas que entiendan la tecnología, la administra­ción, el mercado y las leyes, a fin de dar un nuevo impulso y servir de apoyo.

 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina