BARCELONA arte, cultura y diversión en la ciudad mágica al borde del mediterráneo
Con una población de 1.604.555 habitantes en 2015, es la segunda ciudad más poblada de España después de Madrid, y la undécima de la Unión Europea. El área metropolitana de Barcelona, incluida en la Región urbana de Barcelona, cuenta con 5.029.181 habitantes, siendo así la sexta ciudad de mayor población de la Unión Europea.
Se ubica a orillas del mar Mediterráneo, a unos 120 km al sur de la cadena montañosa de los Pirineos y de la frontera con Francia, en un pequeño llano litoral limitado por el mar al este, la sierra de Collserola al oeste, el río Llobregat al sur y el río
Besós al norte.
Barcelona ha sido escenario de diversos acontecimientos internacionales que han contribuido a desarrollarla y darle proyección mundial. Los más relevantes han sido la Exposición Universal de 1888, la Exposición Internacional de 1929, los Juegos Olímpicos de 1992 y el Fórum Universal de las Culturas 2004. Es también sede del secretariado de la Unión para el Mediterráneo.
En la actualidad, Barcelona está reconocida como una ciudad global por su importancia cultural, financiera, comercial y turística. Posee uno de los puertos más importan
tes del Mediterráneo y es también un importante punto de comunicaciones entre España y Francia, debido a las conexiones por autopista y alta velocidad ferroviaria. El aeropuerto de Barcelona
El Prat, situado a 15 km del centro de la ciudad, fue utilizado por más de 37,5 millones de pasajeros en 2014.
Historia: Edad Antigua
Los primeros rastros encontrados de población en el área de la ciudad se remontan al Neolítico (5500 a. C.), tal como indican los yacimientos encontrados alrededor del barrio del Raval ricos en enterramientos. Asimismo se han encontrado restos neolíticos en otros puntos del plano de Barcelona como la Sagrera. Sin embargo, los primeros pobladores destacados no aparecen hasta los siglos VII a. C. – VI a. C. Estos fueron los layetanos, un pueblo íbero. Después de la Primera Guerra Púnica, para intentar compensar las consecuencias de la derrota, los cartagineses iniciaron una política de expansión en la península ibérica. Según una leyenda, la ciudad fue fundada en el año 230 a. C. por
Amílcar Barca, padre de Aníbal. De acuerdo con la misma, el nombre de Barcelona deriva del linaje cartaginés Barca. Sin embargo, no hay pruebas de la presencia cartaginesa en el llano de Barcelona. Durante el inicio la Segunda Guerra Púnica, Aníbal Barca ocupó la población en el transcurso de su marcha hacia los Pirineos. Sin embargo, los romanos, lograron conquistar la ciudad en el año 218 a. C. La ciudad fue rebautizada como COLONIA IVLIA AVGVSTA FAVENTIA PATERNA BARCINO entre el 15 a. C. y 10 a. C. una vez los romanos se establecieron definitivamente. En el mapamundi de Claudio Ptolomeo aparece con el nombre Barcino. Barcino tomó forma de castrum o fortificación militar en sus primeros tiempos aunque el comercio fue reorientando la importancia de la ciudad; en el siglo I fue amurallada por orden del emperador romano
Claudio y ya en el siglo II contaba con una población de entre 4000 y 8000 habitantes.
Edad Media
Tras su llegada en el siglo V, los visigodos la convirtieron durante pocos años en capital de los territorios hispanos, traspasando después el poder hasta Toledo. En el siglo VIII fue conquistada por Al-Hurr, pero retornada al territorio cristiano por Ludovico Pío del Imperio carolingio en
801, incorporándola a la Marca Hispánica. Los ataques musulmanes no cesaron, y en 985 las tropas de Almanzor destruyeron prácticamente toda la ciudad. Borrell II inició la reconstrucción dando paso al floreciente periodo condal. Durante este período la ciudad destacó entre las tierras catalanas y el conjunto del dominio de la Corona de Aragón, y fue, junto con otros puertos de la Corona, como Tortosa, Palma de Mallorca, Nápoles o Valencia, de donde partieron numerosas tropas y recursos hacia la empresa de tomar nuevas posesiones. La ciudad floreció y llegaría a ser una de las principales del Mediterráneo occidental en los siglos XIII y XIV.
Edad Moderna
La decadencia se inició a partir del siglo XV con altibajos, y se prolongaría a lo largo de los siglos siguientes. Las tensiones derivadas de la unión dinástica con Castilla, iniciada con el matrimonio entre Fernando II de Aragón e Isabel de Castilla, alcanzó su momento álgido con la Guerra de los Segadores, entre 1640 y 1651, y más tarde, con la Guerra de Sucesión (de 1706 a 1714), que significó la desaparición de muchas de las instituciones propias de Cataluña, así como la prohibición del catalán y la construcción de la fortaleza militar de la ciudadela.
Siglo XX
En los inicios del siglo XX destacaron tanto el crecimiento económico (especialmente derivado de la Primera Guerra Mundial) como la proliferación de nuevas ideologías acogidas por amplios tramos de población, especialmente la obrera. El impulso gubernamental promovió el Metro y el Puerto. Sin embargo, la crisis del 29 que golpeó duramente a España y posteriormente el inicio de la Guerra Civil Española paralizó todo crecimiento durante una década. Pese a defender a la II República, la ciudad fue foco de rebeliones internas y peleas entre partidos que ni la ciudad ni el gobierno de la República pudieron controlar, como se vio en las Jornadas de Mayo de 1937. Durante la guerra la ciudad fue bombardeada en varias ocasiones. Las tropas franquistas ocuparon la ciudad el 26 de enero de 1939.
La dictadura militar designó a Barcelona como polo de desarrollo promoviendo una intensa industrialización que dio lugar a una fuerte y prolongada inmigración mayoritariamente procedente del sur de la Península. Las nuevas condiciones sociales y económicas dinamizaron la ciudad y transfor
maron radicalmente el trazado urbano, destacando la aparición de populosos barrios obreros y de importantes vías de comunicación. La red de ferrocarriles se hizo más densa y moderna, mientras el aeropuerto también ganaba relevancia. Sin embargo, la gran apuesta del transporte barcelonés, en comparación con otras grandes y medianas ciudades, fue el impulso del vehículo privado, para lo que se construyó una densa red de estacionamientos subterráneos.
■ Tras la muerte del general Franco y los difíciles inicios del período democrático, la ciudad se benefició, como el resto de España, de un nuevo impulso económico muy influido por la integración en la Unión Europea (1 de enero de 1986), que desembocó en modernos proyectos culturales y urbanísticos. Entre ellos destaca la organización de los Juegos Olímpicos de 1992.
Estructura urbana
El urbanismo de la ciudad ha ido evolucionando y sobreponiendo estratos desde la ciudad romana hasta nuestros días, y toda esta historia urbanística es visible aún. En el casco antiguo se puede ver el cardo
maximus y el decumanus que confluían en el antiguo foro romano, hoy llamado plaza de
San Jaime, centro de la vida política de la ciudad; o se puede seguir la traza de las murallas por la calle “Banys
nous” o por Aviñón. Los siguientes crecimientos de la ciudad medieval, y las correspondientes murallas del Borne o del
Raval también siguen siendo más o menos visibles hasta los límites del casco antiguo.
■ Este fue el límite de Barcelona hasta que en 1859 la ciudad decidió prescindir de las obsoletas murallas y crecer por el plano de Barcelona hasta fagocitar los pueblos de alrededor, hoy convertidos en barrios de la ciudad, como Gracia, Poblenou, Horta o Sants. Este crecimiento se hizo siguiendo el plan de ensanche diseñado por Ildefonso Cerdá, conocido como Plan Cerdá, con la ya famosa malla ortogonal con los cruces achaflanados.
Arquitectura
La ciudad tiene una larga y rica historia arquitectónica, empezando por los antiguos restos del asentamiento romano que fundó Barcelona, del cual solo quedan restos arqueológicos, o fragmentos dispersos, como por ejemplo, las columnas del templo de Augusto dentro el edificio del Centro Excursionista de Cataluña, los restos de Barcino bajo el subsuelo (integradas
dentro del Museo de Historia de Barcelona) o las antiguas murallas. También se conservan testigos de construcciones de estilo románico, muy posteriores, como el Monasterio de San Pablo
del Campo o la capilla de Marcús
Educación
La ciudad de Barcelona tenía en el curso 20142015 un total de 430.510 estudiantes, esto eleva la proporción de estudiantes sobre la población residente en Barcelona a aproximadamente un 25 %.
■ Estas cifras demuestran la potencia de las instituciones docentes, especialmente las universitarias, en la ciudad. Algunas de ellas están entre las mejores del país, y otras gozan incluso de prestigio a nivel internacional, y aparecen bien posicionadas en algunos rankings internacionales.
Transporte
La movilidad con vehículo privado dentro de Barcelona, como en cualquier gran urbe europea, es complicada a pesar de la buena organización urbanística, con su Ensanche y las rondas de circunvalación, y las grandes avenidas que cruzan la ciudad (Diagonal, Meridiana, Aragón, Gran Vía). Esta estructura hace a priori muy fácil la orientación y la circulación en vehículos particulares. Sin embargo, la gran densidad demográfica y cantidad de vehículos no hacen recomendable circular en auto. Entre los ciudadanos que se mueven en vehículo motorizado, una gran cantidad lo hace en motos. Barcelona es la ciudad europea con mayor cantidad de motos, en proporción a su número de habitantes.
■ Por otro lado, Barcelona está instalando medio centenar de enchufes para recargar vehículos eléctricos, ya que quiere que su nombre se encuentre ligado a los autos urbanos: los autos eléctricos.
Patrimonio históricoartístico
Barcelona ofrece al visitante la posibilidad de recorrer a pie desde las ruinas romanas y la ciudad medieval hasta los barrios del modernismo catalán, con sus edificios característicos, sus manzanas cuadradas de cantos seccionados, sus calles arboladas y sus anchas avenidas. La ciudad antigua es prácticamente llana, mientras que los barrios nuevos, a medida que se acercan a la cordillera litoral, adquieren más pendiente.
El centro histórico y las Ramblas
Uno de los lugares de mayor atractivo y concurrencia son Las Ramblas (en catalán Les
Rambles), paseo situado entre la plaza de Cataluña, centro de la ciudad, y el puerto antiguo. Allí se encuentran kioscos de diarios, de flores, de pájaros y animales domésticos, actores callejeros, cafeterías, restaurantes y comercios. Cerca del puerto acostumbran a instalarse mercados, así como pintores y dibujantes de todo género, destacando la zona por su índole artística y cosmopolita. Paseando por Les Rambles pueden admirarse varios edificios de interés, como el
Palacio de la Virreina, el mercado de La Boquería y el famoso teatro
Gran Teatro del Liceo, en el que se representan óperas y ballets. Una calle lateral de pocos metros de longitud, conduce a la plaza Real
(en caalán Plaça Reial), una plaza con palmeras y edificios con porches que albergan cervecerías y restaurantes, y en la que se reúnen los fines de semana los coleccionistas
de sellos y de monedas.
La Rambla
El paseo de Las Ramblas termina junto al puerto antiguo, donde la estatua de Cristóbal Colón señala hacia el mar. A dos pasos se encuentra el Museo Marítimo (Museu Maritim), dedicado sobre todo a la historia naval en el Mediterráneo, y en el que se exhibe la reproducción a escala real de una antigua galera de combate. El museo está ubicado en los astilleros de la Edad Media, donde se construían los barcos que navegaban por todo el Mediterráneo. El puerto antiguo ofrece otros atractivos, como un centro de ocio, con comercios, restaurantes, y como centro documental, con un acuario de la fauna marina mediterránea.
■ En el centro histórico, muy cerca de Las Ramblas, destaca la Catedral de Barcelona, la plaza de San Jaime, que acoge los edificios de la Generalidad de Cataluña y del Ayuntamiento de Barcelona, y las callejuelas tanto del barrio gótico como del Arrabal y del Borne.
■ También destaca la posibilidad de apreciar las Murallas Medievales al lado de las Atarazanas, en el Paralelo, las imponentes murallas romanas y la entrada del acueducto en la calle subteniente Navarro, junto a la vía Layetana,o la antigua puerta junto a la catedral; siendo “Barcino”, Barcelona, una de las ciudades provinciales mejor amuralladas del Imperio romano. También destacan las fortalezas medievales del
Castillo Fortí o del castillo de Montjuic; aunque la antigua ciudadela y murallas defensivas construidas en 1714 y que rodeaban la ciudad fueron derribadas en el siglo XIX para permitir la expansión urbana. Aun así, todavía quedan los edificios de la iglesia y el arsenal, que alberga el Parlamento de Cataluña.
Vida nocturna
Barcelona se ha convertido en un centro de referencia de la vida nocturna en España. Actualmente, las dos zonas de público alternativo y más autóctono de bares y discotecas de Barcelona se reparten entre el barrio de Gracia, en la parte alta de la ciudad, y el barrio de Pueblo Nuevo, en la antigua zona industrial de Barcelona, al norte de la zona olímpica, con un público bastante joven y algunos de los clubes más grandes de la ciudad ubicados en naves industriales reformadas. Las zonas de público más selecto se encuentran en Sant Gervasi y Tibidabo.
■ Una de las principales zonas es el casco antiguo, repartido entre el barrio de El Raval, a un lado de las Ramblas, y el Barrio Gótico, al otro lado. Hay una gran cantidad y variedad de bares con un público formado por turistas, extranjeros residentes y una minoría de barceloneses. El Ensanche, especialmente entre las calles Valencia, Gran Vía, paseo de Gracia y Muntaner, es otra de las zonas con mayor cantidad de restaurantes y locales musicales.