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Crece la gama, de un extremo al otro

Doble prueba de manejo. La marca premium del grupo Peugeot-Citroën suma dos versiones. Una se destaca por su confort de marcha y el motor de bajo consumo; la otra, por su potencia y comportami­ento deportivo.

- Victor Russo vrusso@clarin.com

El DS3 primero y el DS4 después (un modelo más grande, del segmento mediano), se venden en la Argentina desde hace algo más de 5 años. En un comienzo, cuando todavía DS no era una marca en sí, como un modelo de Citroën. Todavía hoy muchos siguen diciéndole “Citroën DS”. Lo cierto es que DS es la marca “premium” del grupo PSA Peugeot-Citroën y este DS3, su modelo más chico.

En la Argentina, hasta ahora, sólo se vendían dos versiones del DS3, una con un motor 1.6 VTi de 120 CV de potencia y caja manual de 5 marchas; y otra con un motor naftero turbo (THP) de 165 CV y caja manual de sexta. La noticia es que se incorporan dos nuevas versiones, con caracterís­ticas bien distintas, en los extremos de opuestos: una que apunta al confort y al bajo consumo; otra que es pura adrenalina y performanc­e. Comenzarán a comerciali­zarse en junio, (se presentará­n en el Salón de Automóvil de Buenos Aires), pero ya pudimos probar ambas versiones y se las contamos a modo de “avant premiere”.

El DS3 necesitaba ofrecer en nuestro mercado una opción con transmisió­n automática. Y la que llega tiene una caja automática-secuencial de seis marchas, para acompañar a un nuevo motor, muy eficiente, de bajísimo consumo. Se trata de un propulsor naftero turbo, de tres cilindros y 1.2 litros de cilindrada, que desarrolla 110 CV de potencia. Esta, evidenteme­nte, es la versión más “dócil” del DS3, pero no se imaginen un auto de reacciones lentas ni nada por el estilo. La potencia le sobra para sus 1.165 kilos de peso, y tiene su máximo poder de empuje (el torque), a muy bajas revolucion­es. Desde las 1.500 rpm sale con fuerza ante el requerimie­nto del pie derecho. Acelera de 0 a 100 km/h en 10,5 segundos y alcanza los 190 km/h de velocidad máxima. ¿Para qué más? Bueno, el DS3 Performanc­e ofrece mucho más, pero ya lo veremos. Con este 1.2 automático, en ruta (a 90 km/h constantes), las mediciones de consumo homologada­s por fábrica indican que se gastan 3,9 litros de nafta cada 100 kilómetros. Y en ciudad, 5,6 L/100.

Por otro lado, hay que decir que las suspension­es de esta versión fueron calibradas en favor del confort de marcha, aunque sigue siendo un auto estable para viajar en ruta.

El DS3 Performanc­e es completame­nte distinto. Su motor naftero THP (por las siglas de “turbo de alta presión” en francés) es de 1.6 litros y desarrolla 208 CV, lo que en un auto de 1.250 kilos redunda en una excelente relación peso-potencia. En este caso, el motor está acompañado por una caja manual de seis velocidade­s.

Dijimos que con el DS3 automático de 110 CV bastaba para moverse con agilidad en la ciudad, e incluso para viajar en ruta con seguridad. Pero nos tocó dejar el automático y pasar a esta versión deportiva, y las sensacione­s de manejo inmediatam­ente nos sorprendie­ron. Claro, este Performanc­e acelera de 0 a 100 km/h cuatro segundos más rápido y eso es ¡un montón! Marca 6,5 segundos para los 0-100 y alcanza los 230 km/h de velocidad máxima. Y para que esta pequeña fiera sea “controlabl­e”, el chasis es también muy diferente respecto de la otra versión. Los discos de freno son más grandes, con cálipers de mayor poder, las suspension­es son mucho más firmes, tiene 15 milímetros menos de despeje del suelo y las trochas son más anchas (26 milímetros más adelante y 14 más atrás). Y pasa a tener llantas de 18 pulgadas en lugar de las de 16 que trae el automático, con neumáticos de muy bajo perfil. Todo esto lo convierte en un auto sumamente estable a altas velocidade­s y muy seguro a la hora de encarar curvas y contracurv­as, con muy poco rolido de la carrocería. Además tiene un diferencia­l autoblocan­te Torsen para aumentar aún más la seguridad en curvas, junto con el control electrónic­o de estabilida­d ESP.

Y sí, para doblar en el asfalto es como un kart, muy preciso; pero en pisos desparejos o en empedradro­s rebota mucho, es muy duro. Incluso las butacas, de estilo deportivo, con los

apoyacabez­as integrados y los flancos envolvente­s para contener al conductor en las curvas rápidas, también son menos mullidas que las de las versiones estándar. Todo está orientado a la deportivid­ad, no al confort, por eso decimos que, de una versión a otra, parecen modelos distintos.

Una ventaja de estos motores chicos sobrealime­ntados con potentes turbos, es que cuando no los exigimos a fondo, el consumo de combustibl­e no es para nada exagerado. Claro, invita a acelerarlo, y así sí se gasta más, pero a 90 km/h constantes, en ruta, sólo consume 4,6 litros cada 100 kilómetros. Y en ciudad, 6,9 L/100 km.

Quedarse con uno u otro de estos DS3 no es sólo una cuestión de plata. Quizás haya quienes pudiendo comprar cualquiera de los dos elijan el automático (31.000 dólares) antes que el Performanc­e (US$ 42.000). Son estilos opuestos: confort y docilidad contra deportivid­ad extrema. Y aunque uno tenga algo menos de equipamien­to, se parte de una base de calidad y confort acorde a una marca que busca instalarse entre las más lujosas del mundo.w

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FOTOS: ANDRÉS D’ELIA
 ??  ?? La fiera. Deportivo también por su pinta. Llantas de 18 pulgadas, poco despeje del suelo, spoilers y plásticos negros sobre los guardabarr­os, escape de doble boca y hasta un nuevo logo para distiguirl­o, alusivo a la división Performanc­e de la marca DS.
La fiera. Deportivo también por su pinta. Llantas de 18 pulgadas, poco despeje del suelo, spoilers y plásticos negros sobre los guardabarr­os, escape de doble boca y hasta un nuevo logo para distiguirl­o, alusivo a la división Performanc­e de la marca DS.
 ??  ?? DS3 Automático y DS3 Performanc­e. 110 CV y mayor confort de marcha, por 31 mil dólares. La adrenalina de los 208 CV y un mejor comportami­ento deportivo cuestan 42 mil dólares.
DS3 Automático y DS3 Performanc­e. 110 CV y mayor confort de marcha, por 31 mil dólares. La adrenalina de los 208 CV y un mejor comportami­ento deportivo cuestan 42 mil dólares.
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 ??  ?? El dócil. El confort de un motor sereno y la caja automática, pero no es un auto de reacciones lentas. Al contrario, se mueve con mucha agilidad gracias al torque de su motor. Trae llantas de 16 pulgadas.
El dócil. El confort de un motor sereno y la caja automática, pero no es un auto de reacciones lentas. Al contrario, se mueve con mucha agilidad gracias al torque de su motor. Trae llantas de 16 pulgadas.

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