ElCadillac presidencial, una joya recuperada
Fue adquirido por Perón, aunque nunca llegó a usarlo. Luego de un tiempo en el olvido, fue restaurado por el Museo del Automóvil.
La 17° edición de Autoclásica, la exposición más prestigiosa de automóviles y motos clásicos de Sudamérica, abrirá sus puertas mañana en el boulevard del Hipódromo de San Isidro. Hasta el lunes 16 de octubre (inclusive), de 10 a 18.30 hs., los visitantes podrán apreciar la historia de las diferentes marcas emblemáticas. Este año, la muestra se caracteriza por celebrar los 70 años de Ferrari, los 90 de Volvo y los 110 de Lancia. Además, entre los 600 vehículos participantes, habrá presencia de varias modelos Lamborghini, entre otros.
Autoclásica también es reconocida por exhibir pequeños tesoros de nuestro patrimonio que, como toda joya del ayer, encierra una historia fascinante. En este sentido, el protagonista de este espacio será el Cadillac que fuera adquirido por Juan Domingo Perón; recientemente restaurado por la Comisión de Amigos del Museo del Automóvil.
El modelo es un Serie 62 Coupe Convertible, del año 1955, que el General Perón jamás llegó a utilizar debido a que su arribo al país se produjo luego de su derrocamiento. Sí pudieron “disfrutar” de su extremo confort otros presidentes como Arturo Frondizi, Arturo Illia, y Raúl Alfonsín.
Mecánicamente cuenta con un
motor V8 de 5.424 cm3 que entrega una potencia de 250 HP, acoplado a una transmisión automática HydraMatic de 4 velocidades. Además, capota y vidrios electrohidráulicos, butacas delanteras eléctricas y tapizado de cuero.
Protagonista de históricas ceremonias oficiales, el vehículo se encontraba en estado muy deteriorado, guardado en un galpón de la Quinta Presidencial, impidiendo, por ejemplo, que Mauricio Macri pudiera desfilar en él durante su asunción.
Su restauración fue encomendada al Museo del Automóvil para que el Cadillac pudiera ser exhibido en el Museo de Casa Rosada. Sin embargo, Luis Spadafora, director del Museo, y el equipo de la Comisión de Amigos del Museo, tuvieron un plan más am-
bicioso: dejarlo listo en tiempo récord para que el vehículo pudiera lucirse en el Salón del Automóvil de Buenos Aires 2017.
La tarea de desarmado, restauración y preservación duró 10 meses y tuvo como epicentro el taller del Museo, ubicado también en el barrio porteño de Villa Real. No fue una tarea nada fácil si se tienen en cuenta que el auto no arrancaba, presentaba importantes descuidos de chapa y pintura, y además tenía los tapizados y la capota en muy pobre estado.
A partir de mañana, los amantes de los autos clásicos podrán observar en persona a esta reliquia que alguna vez perteneció a Perón, se vistió de etiqueta para llevar a otros presidentes, y que tiene una historia conmovedora, típica de Autoclásica.w