“La transferencia entre los autos de competición y de calle es permanente”
El director deportivo de Peugeot Sport analizó la relación que existe entre los vehículos de carrera y los que usamos todos los días.
En las últimas dos ediciones del Rally Dakar el dominio del equipo Peugeot Total fue abrumador. Tanto que el año pasado, los tres lugares del podio fueron ocupados por los autos de la marca francesa. Este año el favoritismo del equipo galo se mantiene bien alto, tanto por la calidad de sus pilotos, como por su herramienta mecánica: el 3008 DKR Maxi.
Pero cuánto tiene este prototipo de competición del 3008 que se lanzó el año pasado en nuestro mercado y que es un éxito en otros mercados del mundo. Bruno Famin, director deportivo de Peugeot Sport, analizó con Clarín cómo se utilizan hoy las carreras de autos para promocionar la marca y sus productos.
- Las competencia de autos existen desde que existen los autos. ¿Cómo se asocia hoy un vehículo como el 3008 DKR con el 3008 de calle?
- Se asocia muy bien y lo hace desde dos aspectos, lo promocional y lo técnico. Desde lo promocional, Peugeot ha decidido ir al Dakar y al Silk Way Rally, que se corre entre Moscú y Beijing, porque queríamos promocionar la ofensiva SUV que tenía la marca, primero con el 2008 y después con el 3008.
- Pero desde lo técnico no hay punto de comparación.
- Por supuesto que los autos de carrera están bastante lejos de los de calle. No se puede decir hoy, como se decía en los años 50, que tal función fue desarrollada en la competición y pasó directo al auto de calle. No existe más eso. Lo que sí existe es una transferencia de competencia permanente entre el departamento deportivo y el de producción de autos de calle, que suma mucha más gente pero es mucho más pesado. Nosotros tenemos la flexibilidad y la capacidad para ir mucho más rápido. Trabajamos sobre el rendimiento, sobre hacer a los autos más livianos, para reducir el consumo de combustible, y sobre lo aerodinámico. Todo eso lo intercambiamos con nuestros colegas de autos de calle y eso los hace mejorar a los vehículos. Y ocurre mucho más rápido que si lo hubieran hecho por si solos.
Al 3008 DKR Maxi apenas se le pueden contar tres similitudes con el modelo de calle. La cifra del nombre del modelo, el emblema del león en la trompa y que ambos son de tracción simple, aunque el de competencia tracciona con las ruedas traseras y el 3008 “civil” con las delanteras.
El auto que está intentando conseguir un nuevo título para el equipo Peugeot Total es una máquina extrema. Tiene un motor V6 turbodiesel biturbo que entrega 340 caballos de fuerza y que está ubicado en el sector central-trasero del vehículo.
El chasis está construido en fibra de carbono y para esta edición se lo hizo más ancho: mide 2,4 metros de rueda a rueda en cada eje, medio metro más que la versión de calle. Y la suspensión es otra (de doble brazo en cada eje y con dos amortiguadores por ruedas), el tanque de combustible carga 400 litros y tiene discos de frenos (355 mm) y ruedas más grandes.
A esto hay que sumarle el verdadero “dream team” que conformó Peugeot Total (NdeR: al cierre de esta edición tres de los cuatro pilotos aún continuaban en carrera). El español
Carlos Sainz, ganador de la edición 2010 y bicampeón mundial de rally, marcha primero en la general; seguido por Stephane Peterhansel, ganador de 13 Dakar (6 en moto y 7 en auto), conocido como monsieur Dakar.
Cyril Despres, que conquistó 5 Dakar en moto, ocupa el puesto 15°, mientras que Sebastien Loeb, máximo ganador del Rally Mundial con 9 títulos; abandonó la competencia.
Con todo esto, las expectativas de Famin son enormes para esta edición: “después de haber ganado en 2016 y de haber hecho 1-2-3 en 2017 no tenemos otra expectativa más que ganar. Pero va a ser dificilísimo porque la carrera va ser larguísima, complicada y con una competencia de alto nivel. Pero vamos por la victoria”.
- Este será el último Dakar de Peugeot, ¿Cuál será el futuro de la marca en la competencia automovilística?
- Es difícil hablar del futuro porque estamos a full todavía en este Dakar. Pero ya está decidido y vamos a hacer más esfuerzos en el Rally Cross, donde ya estamos. Queremos pelear por el título en 2018; con más certeza, espero, en 2019. Y con un gran cambio en 2020, ya que el campeonato mundial de Rally Cross va a pasar a ser eléctrico. Queremos acompañar a la transición energética de la marca con este nuevo programa.
- ¿Cree que a diferencia de lo que ocurre hoy con el Dakar, los autos eléctricos del Rally Cross van a estar más cerca de los modelos eléctricos de calle?
- No, creo que va a ser lo mismo que sucede ahora. No va a haber una batería usada en competición que va a ir a parar a un auto de calle. Pero todo el conocimiento específico del manejo de la energía, de la batería y del motor, va a ayudar al desarrollo de los autos de calle.w