Clarín - Autos

La importanci­a de las sillitas infantiles

Que los bebés y niños pequeños viajen bien amarrados a sus asientos es vital para evitar lesiones graves.

- Gabriel Silveira gsilveira@clarin.com

Qué le pasa a un niño durante un accidente si viaja sin la protección adecuada.

La imagen es habitual. La familia sale a pasear en auto y, como es un paseo, muchos piensan que no es imprescind­ible sentar a los chicos en la sillita de seguridad. Uno de los nenes se arrodilla en el asiento y se apoya sobre el respaldo, en sentido contrario a la marcha, para disfrutar de esa gran ventana en la que se transforma la luneta. Hasta que ocurre lo imprevisto.

La propia distracció­n del conductor o la imprudenci­a de algún tercero pueden terminar en un choque. Y a partir del impacto, el menor que iba admirando el mundo desde su cómoda posición se transforma en un proyectil que sale disparado hacia los asientos delanteros y, si viaja- ba en el centro, el destino será la consola central o el parabrisas.

Alejandro Furas, secretario general de Latin NCAP, entidad que evalúa la seguridad de los autos que se venden en Latinoamér­ica, le detalló a Clarín que “si el vehículo choca a 30 km/h, el niño suelto impacta a esa velocidad contra los asientos, otros ocupantes, el tablero o el parabrisas”. Y agregó que “chocar a esa velocidad, energética­mente equivale a una una caída desde un primer piso de un edificio (a 60km/h es como caer de un quinto piso de un edificio) . Esto describe claramente las lesiones que podría sufrir en ese niño; desde fracturas de cráneo y cuello, hasta de columna”.

Desde la fundación Gonzalo Rodríguez, una organizaci­ón uruguaya que promueve la seguridad de niños y adolescent­es en ambientes viales, aclaran que “los niños tienen

una estructura muscular y ósea diferente a la de los adultos. Sin embargo, la mayoría de los vehículos están diseñados para el transporte de adultos, por lo que se hace necesaria la utilizació­n de elementos extra de seguridad, como lo son los sistemas de retención infantil (SRI)”.

El comportami­ento del cuerpo de un niño durante un accidente no es el mismo que el de un adulto. En la fundación detallan que “el peso de la cabeza de un niño es un 30 % del total de su masa corporal y en un adulto sólo es el 6 %; y en la altura la cabeza en un niño es un 25 % y en un adulto, un 15%. Por lo cual si un niño viaja suelto y sin ningún tipo de retención, su cabeza actuará como una punta de flecha y será lo primero que impacte contra el parabrisas del vehículo o salir despedido”.

Por su parte, Furas advirtió sobre otras prácticas riesgosas e inapropiad­as al momento de asegurar a un niño dentro del vehículo.

Niño grande, silla chica

“Cuando al infante le queda chica la sillita, es habitual que sólo se le ajuste el cinturón en la zona abdominal, ya que por su tamaño, las correas no alcanzan para sujetar por encima de los hombros. En un choque es factible que se fracture costillas y se perforen órganos con consecuenc­ias fatales”.

Niño chico, silla grande

“Un niño pequeño en una silla más grande que la que debería usar por su edad y contextura (o bien que el niño no sea ajustado correctame­nte a la silla), lo deja expuesto a que fácilmente zafe de los sistemas de ajustes de la sillas y pase a ser proyectil en el momento del impacto entrando en el carón so de niño suelto descripto antes”.

Silla mal instalada

“Un niño en una silla mal instalada es un proyectil en el habitáculo, y al igual que el niño suelto, está expuesto a impactar contra el interior del auto a la misma velocidad a la que choca el vehículo”.

Cinturón de seguridad del auto sobre el cuerpo de un chico

“A un niño ajustado con un cinturón de seguridad de 3 puntos, la parte que debería ir sobre la clavícula y el hombro, le va a quedar a la altura del cuello. En un siniestro, ese cintu- se tensa y hace de pivote al cuello del niño, generando potenciale­s lesiones que podrían causar la muerte o cuadriplej­ia”.

“En un caso igual al anterior, además está el riesgo de lo que se conoce como “submarinin­g”, en el que la faja del cinturón que debería ir calzada en la pelvis, en los niños llega al abdomen (área plana del cuerpo). En caso de choque puede provocar fractura de columna en la zona lumbar o hasta una ablación del abdomen con las consecuenc­ias que ello conlleva”.

 ??  ?? Crash test. Acá se muestra cómo un niño suelto, ante la desacelera­ción brusca en un choque, sale despedido por el parabrisas.
Crash test. Acá se muestra cómo un niño suelto, ante la desacelera­ción brusca en un choque, sale despedido por el parabrisas.
 ??  ?? Uno atado, la otra no. El niño se queda en su silla, la niña suelta vuela.
Uno atado, la otra no. El niño se queda en su silla, la niña suelta vuela.
 ??  ?? Niños. Sillas para que el cinturón los sujete mejor.
Niños. Sillas para que el cinturón los sujete mejor.
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Bebés. Los más pequeños, mirando hacia atrás.

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