Torino: la leyenda inolvidable
Un libro recorre toda la historia y las hazañas deportivas del emblema más grande la industria nacional.
El frío se siente en los huesos en Nürburgring (Alemania). El agua cae a baldazos interminables hace varios días y encima hay un viento y la niebla... esa maldita niebla. El por entonces joven mecánico Oreste Berta y el consagrado Juan Manuel Fangio miran, con respeto, el plano de uno de los circuitos más complejos del mundo y no imaginan ni en su mejor sueño lo que va a pasar en las próximas 84 horas.
Era la “Misión argentina” que llevó al Torino, en 1969 y de la mano del quíntuple campeón del mundo de Fórmula 1 (que era como una suerte de DT del equipo de corredores), a competir en la prueba más difícil.
Contra todos los pronósticos, incluso el del clima, los 10 pilotos argentinos que formaron el equipo (entre los que estaban Luis Rubén Di Palma), terminaron primeros en la histórica competencia de “resistencia”, que los tuvo tres días y medio sin parar en la complicadísima pista. Por una penalización la ubicación oficial fue el cuarto lugar, pero el logro ya había sido alcanzado. El Torino ya era una marca admirada en todo el mundo. Aquel fue uno de los triunfos más grandes del automovilismo nacional y el hito que llevó al auto a convertirse en el mito argentino que es hoy, casi 50 años después de aquella epopeya.
“Hasta ese momento el Torino no tenía apoyo masivo porque los amantes del TC eran de Ford o de Chevrolet y compraban autos de esas marcas. De repente apareció un coche al que nadie le ganaba y eso no cayó bien. Había mucha oposición pero con el resultado de Nürburgring, que tuvo al país en vilo escuchando la carrera, la marca pudo revertir esa imagen. Ahora era el auto que le ganó a los Porsche, a los Mercedes Benz”, explica con precisión Martín Glas, autor del libro “Torino, un mito argentino”, (de Lecto ediciones) que repasa al detalle todo lo que ocurrió en la historia del “Auto argentino”.
El 26 de octubre de 1966, en la planta de Monte Chingolo, se inició la fabricación del Torino 300. Fue el nacimiento de la leyenda de un auto que logró instalarse en la cultura nacional por una variada mezcla de cualidades.
¿Por qué es una leyenda el Torino? Por varios motivos: sus logros deportivos, su desarrollo mecánico y estético (con la mano del prestigioso diseñador Sergio Pininfarina) y el orgullo que causaba la primera producción de un auto argentino hacia el mundo. Fue una muestra de la Industria Nacional de calidad, que hoy todavía soñamos tener.
Juan Manuel Fangio y Oreste Berta son dos de las figuras más grandes del automovilismo nacional, uno como piloto y el otro como mecánico. Ambos son reconocidos en todo el planeta y estuvieron detrás del armado del proyecto de la empresa Industrias Kaiser Argentina (IKA). Según explica Glas los conocimientos de Berta fueron fundamentales para mejorar el motor, convirtiéndolo así en un auto con una potencia, estabilidad y tecnología que estaban al nivel de los mejores del mundo.
Fangio, por su parte, ya estaba retirado como piloto pero gozaba de un gran prestigio en toda Europa y lo utilizó para impulsar al vehículo gestionando la participación de Pininfarina en el proyecto y la memorable presencia del Torino en Nürburgring.
La reconocida revista Corsa, en su edición de agosto de 1969, comparó al inolvidable logro del Torino en tierras alemanas con el también memorable triunfo del boxeador Luis Ángel Firpo en la década del 20. “Hoy un segundo ‘Toro’ -esta vez un 380W- lleva nuevamente la imagen argentina al resto del mundo”, afirmaban en la nota sobre “Misión argentina”, bautizando así al ya mítico auto.
La pregunta que muchos se hacen es si se podría volver a fabricar. A pesar de la pasión de sus fanáticos y coleccionistas, la respuesta del autor no es demasiado alentadora: “El país no tiene la capacidad industrial como para enfrentar un proyecto así. Nos cuesta bastante relacionarnos bien con nuestro socio Brasil y desarrollar un proyecto grande implica requerimientos muy serios. Talento hay, pero el país no respalda un desarrollo así”. Por eso la leyenda del Torino seguirá creciendo.w