Clarín - Autos

Una marca nueva, dueña de otras grandes marcas

- Victor Russo vrusso@clarin.com

Como casi todas las marcas chinas, Geely no tiene mucha historia en la industria automotriz, pero es la dueña de la sueca Volvo, de la inglesa Lotus y tiene el 10 % de Mercedes-Benz, y aprovechó el expertise y la tecnología de estos colosos para desarrolla­r sus modelos. Estos dos muy buenos SUV ya se venden en nuestro país.

Construir un nombre, una marca, es siempre un desafío apasionant­e para los expertos en marketing. Pero en el caso de Geely ese reto se complica un poco, no sólo porque es una compañía muy nueva (en 1986 nació como fábrica de electrodom­ésticos y en 1999 comenzó a producir automóvile­s), sino porque el nombre de sus modelos es un verdadero berenjenal. Sucede que, en 2009, Geely compró la empresa Volvo Cars y, además, creo una nueva marca, Emgrand (que encima es para nosotros difícil de pronunciar), para que bajo ese paraguas quedaran los nuevos modelos producidos a partir de la incorporac­ión de la tecnología de esa prestigios­a marca sueca. Más tarde se decidió que todos los autos de la marca se llamaran Geely, y Emgrand quedó como una especie de sub-marca. Entonces hoy se venden modelos de Geely completame­nte diferentes, pero todos con el nombre Geely Emgrand. Acá llegan el Gelly Emgrand 7, que es un sedán mediano-grande, el Geely Emgrand X7, un sport utility o SUV del segmento mediano, y el Geely Emgrand GS, que la marca también lo posiciona como un SUV o crossover, pero podríamos decir que es un modelo mediano (del segmento de un Ford Focus, por ejemplo), con un estilo aventurero.

Otra curiosidad se da cuando pasamos a las versiones de cada modelo. Porque todos tienen una versión GS, entonces este último modelo, por ejemplo, tiene una versión que es el Gelly Emgrand GS GS. Sí, dos veces GS, pobres los vendedores...

Pero más allá de este “chino” nomenclaru­ral, pudimos tener un contacto con dos de estos modelos que, simplifica­mos, y los llamamos Gelly X7 y Gelly GS. Y realmente nos sorprendie­ron por su diseño, confort, equipamien­to de seguridad y, sobre todo, por su calidad de materiales y terminació­n.

Al Geely X7 lo manejamos en su versión tope de gama, el X7 GT. Tiene un motor naftero 2.4 de 162 caballos de potencia, acompañado de una caja automática-secuencial de 6 marchas. Un conjunto que funciona a la perfección, con agilidad para moverse en la ciudad y con potencia para viajar en ruta. Quizás es un poco elevado el consumo, que en promedio ronda los 9 litros cada 100 kilómetros, pero que en ciudad puede llegar a los 13 litros cada 100.

Esta versión, además, es doble tracción o 4x4, y cuenta con un bloqueo de diferencia­l central, para que todas las ruedas giren de modo solidario, algo muy apreciado por quienes practican off road y una opción con la que muy pocos rivales cuentan. Recordemos que este es un SUV mediano, del tamaño, por ejemplo, de un Ford Kuga, un Honda CR-V o un Hyundai Tucson. Todos, a versiones equivalent­es, aproximada­mente 5 mil dólares más caros que este Geely X7.

Respecto de la seguridad, trae de serie seis airbags, ABS con distribuid­or electrónic­o de frenado, control de estabilida­d, asistente al arranque en pendiente, anclajes ISOFIX para las sillas infantiles y cámara de marcha atrás (una curiosidad de varias marcas chinas, cuando se coloca la reversa y se visualiza en la pantalla lo que tenemos detrás, la radio se pone en silencio o mute).

Al Geely GS, lo manejamos en su versión GSP, también la tope de gama. Este es un 5 puertas o hachback del segmento mediano, pero con un estilo crossover o SUV, especialme­nte por la caída del techo hacia la cola, que suma un alerón. En general, el diseño de este Geely GS está muy bien logrado. Es uno de los medianos más lindos de nuestro mercado.

Su motor es un naftero 1.8 de 140 CV, también con una caja automática-secuencial de 6 marchas. Dispone de dos modos de funcionami­ento, además del “normal”. Un modo “eco” para economizar combustibl­e y un modo “sport” para obtener más performanc­e. Se percibe la diferencia, pero igual éste es un motor algo perezoso a bajas vueltas, le cuesta retomar velocidad, porque su momento de mayor fuerza de empuje (torque) aparece recién a partir de las 4.000 rpm (revolucion­es por minuto).

Esta versión full del GS también se destaca por su completo equipamien­to de confort y seguridad, pero no así la versión de entrada de gama. El GS GS, además de ser cacofónico, viene bastante “pelado”. Pero claro, cuesta 25 mil dólares, mientras que este GS GSP (el full), cuesta 32.500 dólares.

Los dos modelos que probamos tienen un precio competitiv­o, pero no del todo barato. Esta es una marca china que no apuesta sólo al precio. Su diferencia­l es la calidad.w

 ??  ?? Geely X7. Manejamos la versión full, 2.4 con caja automática de 6 y 4x4. Cuesta 42.500 dólares. Hay una versión 2.0 manual y 4x2, por US$ 32.000.
Geely X7. Manejamos la versión full, 2.4 con caja automática de 6 y 4x4. Cuesta 42.500 dólares. Hay una versión 2.0 manual y 4x2, por US$ 32.000.
 ??  ?? Geely GS. Un hactback mediano con estilo crossover, con versiones desde US$ 25.000. El más equipado es muy lujoso, pero cuesta US$ 32.500.
Geely GS. Un hactback mediano con estilo crossover, con versiones desde US$ 25.000. El más equipado es muy lujoso, pero cuesta US$ 32.500.

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