Con las dosis justas de elegancia, calidad y robustez
Su diseño lo aleja del estilo rústico de la generación anterior, pero conserva una mecánica confiable y probada.
La invasión de modelos SUV alcanza a todo tipo de marca y a cualquier tamaño y segmento de vehículo. Pero hace poco más de una década, esto no era así. Durante los primeros años de este siglo, los únicos fabricantes que se animaban a ofrecer distintas opciones de 4x4 eran aquellos que tenían alguna tradición o experiencia en la materia, más allá de que el modelo en particular terminara teniendo una utilización casi nula fuera del camino. Uno de esos modelos que apareció para integrarse a la escenografía urbana fue el Nissan X-Trail, pero conservando de verdad el ADN aventurero de la marca japonesa. Hoy vuelve a nuestro mercado con los mismos atributos.
Este SUV mediano llega importado de Japón y está disponible en una única versión, que está bien equipada y que puede seducir a quien busque algo más que un modelo para moverse todos los días dentro de la ciudad, ya que este modelo conserva cualidades off road con las que apareció originalmente y que fueron parte de los pilares de la empresa.
Si uno se guía sólo por lo que ve, el cambio entre una generación y otra es notable. Del estilo con líneas rectas que le daba una forma absolutamente cuadrada, ahora lleva unos trazos suaves y con ondas, que dibujan formas armónicas. Y aunque se pueda pensar que con esta nueva imagen pierde esa idea de robustez, lo cierto es que lo que dejó es una figura rústica para ganar más elegancia.
Los cambios de estilo también llegaron al interior, con una plancha de a bordo que imita los “movimientos” de las líneas que hace la chapa en el exterior. Y claro que también ha mejorado en la incorporación de nuevos elementos de confort y sistemas de seguridad. Los beneficios de la mejoras también se aprecian en el espacio interior, que termina ofreciendo un generoso lugar dentro del habitáculo, especialmente en las plazas traseras (en otros mercados con esta generación se sumó una opción de siete asientos que no está disponible en nuestro mercado).
Una idea similar se podría expresar con la parte mecánica. El sistema de suspensiones, que ha evolucionado pero con un esquema similar al del anterior, lo que permite que el nuevo X-Trail pueda ofrecer un buen confort de marcha y con una robustez estructural difícil de encontrar en otro modelo de estas características y de este tamaño. Sin embargo, eso (ni la suspensión trasera independiente) no impide que las inclinaciones de carrocería se manifiesten en curvas cerradas. Pero la sensación de control y de seguridad no se pierde nunca.
En gran parte también conserva el grupo motopropulsor de la generación anterior. Su motor es un naftero de 2.5 litros y 171 caballos de fuerza. Se trata de un propulsor que ya tiene sus años y eso se nota frente a la competencia. Hay modelos como el Ford Kuga, el Volkswagen Tiguan o el Honda CR-V ofrecen motores más modernos y más potentes. El del X-Trail ofrece un sistema para reducir el consumo de combustible y que se activa presionando un botón (ECO). Al hacerlo el acelerador es menos sensible al pie derecho, salvo que se acelere a fondo. Sin esa opción conectada, el motor responde rápidamente.
La mejora mecánica se hizo en la caja de cambios, que si bien sigue usando la tecnología de variador continuo (CVT), han mejorado su eficacia y con ello casi ha desaparecido esa sensación de que “patina”, tan común en este tipo de transmisiones.
El otro sello de este modelo sigue siendo su sistema de gestión de la tracción, que permite enviar la fuerza sólo al eje delantero, que se reparta en forma automática entre los ejes anterior y posterior o que se conserve un reparto constante 50/50 entre las ruedas delanteras y las traseras. Un plus que tentará a más de uno, aunque nunca le saque provecho. ■