Terremoto en Nissan Renault
La acusación de fraude al fisco japonés mantiene en vilo a las autoridades de ambos países.
La noticia fue un verdadero bombazo. Carlos Ghosn, CEO de las marcas Nissan, Renault y Mitsubishi, y ejecutivo estrella de la industria automotriz mundial era apresado el lunes por autoridades japonesas cuando descendía de su jet privado, en Tokio.
Según los primeros datos comunicados a la justicia, en los informes anuales entregados a las autoridades, Ghosn habría minimizado en unos 5.000 millones de yenes (38 millones de euros) sus ingresos desde junio de 2011 a junio de 2015, indicó la fiscalía. Según Nissan, también es sospechoso de otras malversaciones, como el uso de bienes de la empresa con fi- nes personales, indicó la agencia AFP.
Los primeros coletazos fueron la caída de las acciones de las empresas en los dos países. Es que Ghosn fue el gran impulsor de la alianza que llevó a Nissan, Renault y Mitsubishi a convertirse en el mayor fabricante mundial, con más de 10,6 millones de unidades registradas en 2017.
Por el momento, la única que ha tomado una determinación, anque parcial, fue la empresa del rombo. La junta directiva de la automotriz francesa designó al segundo ejecutivo de mayor rango en la automotriz, el jefe de operaciones Thierry Bollore, para ocupar temporalmente el puesto de Ghosn, después de una reunión de emergencia el martes en París.
De todos modos, “el señor Ghosn, incapacitado temporalmente, permanece como presidente y director general” de la marca, señaló la junta de Renault en un escueto comunicado.
Tanto Nissan como Mitsibishi programaron para hoy las reuniones en donde tratarán la situación. En ambos casos, se habla de “destitución de su cargo” para Ghosn.
Mientras tanto, las autoridades de los dos países buscan preservar la salud de la Alianza. Hoy arribará a París el ministro de economía japones, Hiroshige Seko, para reunirse con su par frances, Bruno Le Maire. El titular de la cartera de finanzas de Francia celebró el nombramiento temporal que se hizo en la marca del rombo.
El lunes el presidente Emmanuel Macron, declaró que el Estado francés, que posee el 15 % de la automotriz francesa, será “extremadamente vigilante en cuanto a la estabilidad” de Renault y de la alianza con Nissan.
Carlos Ghosn nació en Porto Velho, Brasil, cerca del límite con Bolivia, en 1954. Sin embargo, se mudó con su familia a Líbano, donde terminó sus estudios secundarios y luego prosiguió su formación en Francia, cuando obtuvo el título de ingeniero en la Escuela Politécnica de París.
Inició su carrera en Michelin y cobró notoriedad al sacar de apremios económicos a la filial sudamericana del fabricante de neumáticos.
Renault lo incorporó a su planta de ejecutivos, en 1996. Por esos años, la compañía francesa no era rentable y Ghosn tomó la responsabilidad de cambiar esa realidad. Bajo la promesa de renunciar si no lo lograba, el brasileño encaró una enorme reestructuración que contemplaba el ahorro de 3 mil millones de dólares. Y aunque el plan estaba planeado para un periodo de tres años, en 1997 la marca volvió a ganar dinero.
Pero el hecho que lo convirtió en una verdadera celebrity del mundo empresarial fue la alianza con Nissan, en 1999. La empresa japonesa estaba a un suspiro de la bancarrota: cada vez vendía menos vehículos, solo había sido rentable en uno de los diez años previos y tenía una deuda de 17 mil millones de dólares.
Ghosn realizó un proceso de reestructuración pocas veces visto. Recortó al mínimo posible el plantel de ejecutivos y cambió la manera de desarrollar y fabricar vehículos. Nissan tenía prácticamente una plataforma para cada auto o camioneta que fabricaba: pasó de 27 a 15 en total. Pero el ajuste contemplaba también el cierre de cinco plantas y el despido de al menos 21 mil empleados de toda la cadena de valor de Nissan. Desde ese momento empezó a ser conocido como “El Asesino de Costos” o “El Señor Arreglo”. Su último logro había sido sumar a Mitsubishi al conglomerado franco nipón.
Hace un tiempo su nombre sóno como posible candidato a presidente del Líbano. Habrá que esperar para ver cómo sale de esta situación. ■