Capacitación, decisión impostergable
Se ubica al tope según una encuesta del Colegio Profesional Inmobiliario.
En un reciente evento convocado por la Comisión de Jóvenes Matriculados del Colegio Profesional Inmobiliario de la Ciudad, se llevó a cabo una encuesta completada por más del 80% de los casi doscientos participantes. Allí se preguntaba cuáles eran las principales acciones esperadas por los matriculados de parte del Colegio Profesional. Las respuestas fueron contundentes: 47% capacitación, 32% facilitar negocios, 12% combatir ilegales, 6% involucrarse en política. Está claro que en el proceso de profesionalización que ha comenzado con el funcionamiento del Colegio, están involucrados sus matriculados que aspiran a dar más y mejores servicios a sus clientes y para ello, son conscientes de la necesidad de contar con las herramientas que brinda la capacitación permanente en las múltiples disciplinas que conforman la actividad profesional inmobiliaria. La actual coyuntura se presenta como un interesante punto de inflexión en el negocio inmobiliario. A diferencia de lo que ha ocurrido en los últimos años no todo se va a vender y no todos los precios se sostendrán. Ante cada alternativa de inversión, habrá que detenerse a estudiar el mercado, el producto, la localización, la estructuración financiera del negocio. Es necesario evitar las generalizaciones y encontrar los productos adecuados para cada perfil de comprador. En esta nueva etapa el foco pasa de la macroeconomía a la microeconomía de cada operación inmobiliaria. No caben dudas que, hoy en día, la capacitación cumple un papel de primordial importancia entre los profesionales inmobiliarios que deben ayudar a sus clientes en la asignación de recursos para ser destinados a negocios inmobiliarios. Las operaciones inmobiliarias surgen de las necesidades individuales y colectivas de la persona. Lo que importan son sus necesidades, que deben satisfacerse teniendo en cuenta la realidad social, cultural y económica en la que el negocio pretende desarrollarse. No queda espacio para la improvisación. El esquema que pudo resultar un par de años atrás, de trabajar de modo “amateur”, no tiene sustento en el nuevo contexto. En este nuevo escenario, sólo trabajando profesionalmente se podrá obtener rentabilidad. Estos “momentos de descanso” que el mercado inmobiliario nos propone, son el tiempo oportuno para pararnos a pensar, para delinear la estrategia, para aunar fuerzas y para alimentar la mente y el espíritu. Son períodos adecuados para ordenar conceptos, para estudiar detenidamente proyectos y para tantas actividades postergadas por el diario devenir. El nuevo escenario de negocios es propicio para la profesionalización y es por eso que el Colegio Profesional Inmobiliario pone las herramientas al alcance de sus matriculados para captar el interés por la siempre constante tarea de capacitarse.