Compra tierra, hace rato han dejado de producirla
A nadie le gusta pagar un precio alto por un bien, menos en estos tiempos de aumentos de precios. La misma lógica opera a la hora de comprar una vivienda. Desde el segundo semestre del año anterior predomina la idea de esperar y ver, pensando que llegará el momento donde las propiedades bajen de precio.
Luego de mas de 120 días en en la nueva gestión gubernamental, el ajuste del tipo de cambio y la salida del cepo, los precios en dólares solo cedieron un 0.1% en propiedades nuevas y 0.4% en usadas en dicho período. El escritor Mark Twain decía, “si usted se encuentra del lado de la mayoría, es momento de hacer una pausa y reflexionar” Quizás sea el momento de hacer esa pausa y reconsiderar la compra de una propiedad.
Al momento de analizar la posibilidad de la caída de precios vemos que no se encuentran elementos racionales para que esto suceda, sino todo lo contrario. El surgimiento de nuevas líneas de créditos hipotecarios, la caída de las expectativas de inflación, la posibilidad que bajen las tasas de interés en el corto plazo y la posibilidad de la recomposición parcial de los salarios avizora un aumento antes que una baja del valor del metro cuadrado en la Ciudad.
De hecho, parece que algunos ya hicieron esa pausa y han decidido comprar, las escrituras han subido 14% en términos interanuales considerando las escrituras en CABA para el mes de marzo.
El dólar de referencia en el mercado inmobiliario, ahora es mas bajo que el que se utilizaba antes del cambio de gobierno, toda vez que hace un año el billete costaba $12,60 y ahora solo $14,5, es decir dicho dólar subió 15% mientras que la inflación fue 40%. Por lo tanto, la accesibilidad a la vivienda aumentó. En términos de ingresos, antes eran necesarios 2.95 salarios medios de la ciudad para comprar un metro cuadrado y hoy esa medida cayó a 2.18.
Quitando la crisis del 2002, el precio de las propiedades nunca ha bajado en forma sostenida en los últimos 50 años. La falsa ilusión de esperar al momento de una gran oportunidad, puede ser una muy mala decisión si esto no sucede.
De hecho, si las nuevas líneas de créditos hipotecarios (présta- mos promovidos por el BCRA y la nueva línea del Banco Nación) funcionan y se genera mas certidumbre acerca del futuro de la economía, la demanda subirá a un ritmo que la oferta no podría alcanzar. Con una demanda cautiva en este mercado que se refleja en las 900 mil personas que alquilan vivienda en relación a los 3.2 millones de habitantes de la ciudad vale entonces seguir otro consejo el citado autor: “compra tierras, hace rato han dejado de producirla”.