El m2 la mejor inversión
En medio del panorama recesivo convalidado oficialmente por las publicaciones del INDEC acerca de la evolución de la industria. Hay un sector que no retrocede, el mercado inmobiliario desde Enero de 2016 ha registrado una tasa de crecimiento de escrituras en promedio del 15% en términos interanuales. ¿Representa esto un cambio de tendencia o es simplemente el efecto rebote de uno de los sectores mas golpeados con la instauración de los controles de cambio impuestos por el gobierno anterior? La pregunta deja de ser relevante una vez que se considera lo que está por venir. Para ponerlo blanco sobre negro, hablamos del blanqueo y de la promoción de créditos hipotecarios. Lo primero representa un impulso al segmento de inmuebles nuevos, principalmente los realizados por medianos desarrolladores dado que, si bien aún no está definida la letra chica, montos hasta 20.000 USD no recibirían penalización y éstos buscarán refugio de valor que hoy solo es garantizado en la compra de bienes durables. También habrá que estar alerta al desarrollo del crowdfunding inmobiliario que podría tener un fuerte impulso. El recuerdo amargo de la experiencia del CEDIN quedó en el pasado, el país no brindaba la seguridad jurídica que existe hoy. La posibilidad de ingresar montos superiores a los 20.000 USD a tasas entre 5 y 10% obliga a los grandes desarrolladores a estar preparados a atender a una demanda hoy cautiva. Por otro lado, no solo sigue vigente la línea de créditos impulsada por el BCRA (créditos UVI) sino también se suman nuevas alternativas, la nueva línea del Banco Nación que se acaba de poner en marcha podría ser el puente para impulsar el crédito hipotecario hasta que la inflación ceda y florezca el plan de los créditos indexados. Estos créditos podrían poner fin a la deuda y demanda social existente, el anhelo del techo propio. Para esto es necesario que exista coordinación por parte de inmobiliarias y el sector bancario, lo cual es un desafío para ambos sectores dado que se necesitan en forma recíproca. Con este panorama, ya no podemos pensar en un simple cambio de tendencia o un repunte, sino en una oportunidad única para el sector que deberá estar preparado para ser uno de los primeros actores en protagonizar el repunte de la actividad económica.