Herramienta para monitorear la obra
WHITE PROJECT Una aplicación permite documentar en tiempo real los avances de un proyecto e informar a los compradores.
White Project es una herramienta tecnológica para gestionar y monitorear proyectos de construcción, elaborada en nuestro país. Su utilidad consiste en monitorear y llevar el registro de las obras, incluso varias a la vez, y mantener informados en tiempo real a inversores, clientes y comercializadores. Lo curioso es que sus mentores, el estudio y desarrolladora Sáez-Sánchez Arquitectos, junto a la empresa de software Rolling Code, la concibieron en principio para uso interno; pero a raíz de los buenos resultados optaron por lanzarla al mercado cobrando una suscripción.
El otro hecho destacable es su carácter “federal”, ya que ambas empresas tienen base en la ciudad de San Miguel de Tucumán.
En diálogo con Clarín Clasificados, los arquitectos-desarrolladores Pablo Sáez y Alvaro Sánchez cuentan que la iniciativa surgió de haber notado el contraste entre la digitalización óptima de sus procesos de diseño y la precariedad de muchos de sus procesos de soporte en obra: “Es habitual que para los reportes usáramos planillas Excel inconexas y libros de obra que se perdían o se mojaban, a lo que se sumaban deficiencias graves en la comunicación, tanto entre los propios miembros de la empresa como con los clientes y proveedores”.
Todo esto, según explican, es lo que viene a solucionar White Project, cuya función básica es brindar una plataforma digital donde el desarrollador puede gestionar sus distintos emprendimientos, y al que tienen acceso todos los que intervienen en cada proyecto. Así, los directores de obra pueden subir in situ desde el smartphone los avances obra, incluyendo fotos y planos que van reemplazando automáticamente al anterior para que pueda verse sólo el más actualizado.
Con este material se elabora automáticamente el reporte periódico que se envía en forma instantánea a los inversores, compradores de unidades o comercializadores, quienes así pueden contar con información actualizada sobre la marcha y el estado actual de la obra.
Además, Sáez y Sánchez agregan que de esta forma la app reduce significativamente los tiempos de trabajo de un director de obra, ya que ejecuta simultáneamente las tareas de certificar el avance y generar el reporte. “De la otra forma, había que anotar todo en un cuaderno, volver a la oficina, cargarlo en un excel y enviarlo por mail”, grafican. También es posible cargar en la aplicación el relevamiento de las necesidades de cada obra para elaborar ya sea pedidos de cotización o estadísticas sobre las cantidades de insumos utilizados.
Por lo pronto, en la app ya vienen precargadas algunas plantillas estandarizadas para obras habituales como viviendas unifamiliares y edificios de distintas superficies, así como remodelaciones y locales comerciales, entre otras. Pero, a la vez, brinda la posibilidad de personalizar la plantilla y ajustarla para cada obra singular según la envergadura y el nivel de detalle que se quiera certificar. Para poder utilizarla, se requiere crear una cuenta en la página web y generar usuarios con contraseña autorizados para ingresar.
La app y la plataforma están disponibles en forma gratuita por 30 días y después hay un plan de suscripción que se acomoda a las necesidades de cada empresa (Standard, Pro y Premium), en función de la cantidad de proyectos y de usuarios, ya sean proyectistas, directores de obra o encargados de compras. Cada tipo de usuario de la app tiene un perfil propio, con su correspondiente nivel de acceso a la información y de autorización (o no) para modificarla en función del avance de obra.
En el caso de los compradores en preventa y los comercializadores, también pueden loguearse con su usuario y la contraseña asignada por el desarrollador para ver el avance de la obra o mostrarlo a otros, según explican Sáez y Sánchez. Pero incluso aunque no entren nunca a la app, igual reciben una notificación automática en su smartphone cuando culmina cada etapa de la obra: “Desde la aprobación de los planos y los permisos de obra hasta el nivel de tarea que cada uno defina; por ejemplo, el completamiento de cada losa”. En su opinión, esto supone “una total transparencia operacional, porque es como mostrar la operación interna”. E incluso van más allá: “El uso de la aplicación no sólo beneficia a la experiencia del cliente sino también a la del propio personal de la empresa que participa de la obra. La experiencia nos indica que al notificarse de los avances, por ejemplo que se llenó la losa número tal, con fotos incluidas, el equipo de obra también tiene la satisfacción de salir del ‘detrás de escena’ y recibir en la misma app mensajes con las felicitaciones del caso, que son leídas por todos”. Una caricia al espíritu de cuerpo de la empresa.
También permite elaborar estadísticas: cuántos metros cuadrados se ejecutaron en un año, o qué cantidad se utilizó de determinado material, data que podrá ser utilizada en futuros cálculos de costos operativos.
Los arquitectos afirman que existen aplicaciones importadas que podían servir para todo esto pero que eran tan complejas que excedían por mucho sus necesidades. Y concluyen: “La nuestra se ajusta a lo que hacemos, y además es en castellano”.w