Las chacras marítimas, las estrellas de la Costa
Además, hay barrios que suman departamentos y locales. Los nuevos productos están orientados a potenciar la cercanía con el mar y el entorno agreste.
El entorno agreste y la cercanía con el mar son un imán para las inversiones inmobiliarias en la Costa Atlántica. Desde hace algo más de una década entre San Clemente del Tuyú y Chapadmalal se viene desarrollando un puñado de countries.
En terrenos con costa sobre el mar o rodeados de bosques, se levantan emprendimientos con amenities de primer nivel como cancha de golf, spa o apart hotel. La oferta incluye lotes, casas, departamentos y locales.
Las obras viales acompañan este crecimiento. En octubre del año pasado se inauguró el primer tramo de ampliación de la ruta 11 comprendido entre San Clemente y Mar del Tuyú.
“Los nuevos barrios generaron un entusiasmo en un turismo, que no encontraba su conformidad en lo que se ofrecía”, comenta Daniel López, socio gerente de Grupo 3Ele, desarrolladora del complejo Km 314, ubicado en San Clemente del Tuyú.
Además, agrega que “familias que antes eran habitué de las costas uruguayas y del sur de Brasil, hoy experimentan sus vacaciones con satisfacción, en las nuevas urbanizaciones que se están desarrollando”.
Hay interés por tener una propiedad cerca del mar. “La gente busca servicios y seguridad durante todo el año no solo para vacacionar en el verano si como destino de fin de semana durante todo el año”, explica Rubén Torres, del complejo Dunas de las Pampas, en Colonia Marina, muy cerca de Villa Gesell.
Dentro del comprador hay varios segmentos. Torres los describe: “por un lado, está el que compra una unidad terminada o construye su casa, con el objetivo que sea su residencia vacacional y, por otro, quien lo hace como inversión para obtener rentabilidad con el alquiler de la unidad”.
Uno de los temas que suele preocupar en estos barrios son las expensas. En general, rondan entre los $ 7 mil y los $ 12 mil dependiendo del tipo de emprendimiento.
En la oferta hay desde barrios cerrados o condominios sin instalaciones deportivas hasta megaemprendimientos con golf o hípica.
Una de las novedades de la temporada 2020 es el surgimiento de chacras marítimas. En este segmento se ubica el barrio cerrado El Salvaje, ubicado en Villa Gesell.
El complejo está comercializando lotes del primer barrio. Son 280 de un total de 800. Tienen 2.500 metros cuadrados promedio.
“La geografía del lugar genera una transición entre el campo y los médanos costeros, con ondulaciones cubiertas por pinos y álamos”, relata Martín Galli, cofundador de BPK, desarrolladora.
En amenities, tendrá tres sectores principales: Náutico, Hípico y Deportivo y tres complementarios: Verde, Comercial y Playa y Hotelera.
Otras de las propuestas de este segmento es el complejo Chacras Almar. Se levantará en una fracción de 556 hectáreas ubicada entre Villa Gesell y Cariló y contará con 1,8 kilómetros de costa sobre el mar.
Se trata de un proyecto del Estudio Ing Soria -Krabbe King Co. que está tramitando las autorizaciones. “Incluirá un programa mixto con lotes, departamentos, oficinas y locales”, dice Gustavo Ortolá de GO Real, que participa en el proyecto.
Por ahora se están comercializando lotes de 600 m2 y a futuro se analizará la posibilidad de incluir unidades con mayor superficie que se ubiquen en el rango de chacras.
Otro de los proyectos que incluirá una franja con 50 chacras es La Mansa, un megacomplejo que se encuentra en a pasos de la rotonda de acceso a Pinamar, en el partido de General Madariaga. El sector residencial, además, incluirá lotes y departamentos.
También tendrá un área pública con centro comercial, dos hoteles y