Una guía con consejos y trucos para que el jardín brille en primavera
Podar, controlar el riego, las hormigas y las babosas. Además, fertilizar y colocar compost en canteros.
Con la llegada de la primavera, los jardines se convierten en el corazón del hogar para dar lugar a encuentros con familiares, amigos e incluso generar veladas románticas. Aprovechando los días de sol y el aire libre, es el momento de poner a punto un lugar que disfrutaremos el verano e inclusive el otoño.
Una de las claves de esta época es ajustar el riego. “Hay que aumentarlo de a poco por el calor pero, a la vez, tener en cuenta los días de lluvia, que también son varios”, comenta Carlos Ianni, del Vivero Arboricultura y, agrega que “también es importante controlar la presencia de hormigas, que empiezan a comer los brotes más tiernos”.
La primavera es la estación climática para disfrutar de la presencia de mariposas en el jardín. Por supuesto, para lograrlo hay que trabajar un tiempo antes. “Las mariposas son atraídas por flores de tonos rojizos, anaranjados y amarillos, poco perfumadas y con corolas de forma tubular que faciliten liberar el néctar. Es conveniente tenerlo en cuenta al elegir las especies cuando se diseña el jardín”, explica la paisajista Eva Gómez
Soto, del Estudio Gsem.
A su vez, enumera las especies más propicias para atraerlas: “plantas nativas como la Lantana camara y Lantana trifolia son ideales por su floración continua en primavera, verano y otoño. Las asclepias, en tanto, son muy visitadas por las mariposas, porque funcionan como planta hospedera, son las elegidas por las mariposas para poner sus huevos y como alimento para sus larvas”.
Otras especies hospederas recomendables son mburucuyá (passifloras caerulea), mariposera (eupatorium inulifolium) y fosforito (dicliptera squarrosa), esta última también muy visitada por los colibríes.
“Un planta muy vistosa es la echinacea purpurea de floración continua desde principios del verano hasta fines del otoño”, dice Gómez Soto.
“Es muy importante incorporar la plantación de estas especies arbóreas en nuestro jardín para seguir cultivando la biodiversidad de nuestro ecosistema”, sugiere la paisajista.
Otras de las tareas para realizar en esta época es emprolijar los canteros, rastrillar las hojas que quedaron del invierno así como los yuyos y malezas. Es conveniente despejar el sector es importante para poder identificar la presencia de hormigas y babosas que impidan el crecimiento de las nuestras flores.
Además, cortar ramas y darle forma a los arbustos para promover los nuevos crecimientos. Recordar que estos recortes se pueden usar para generar esquejes que brotarán el próximo año siempre que no presenten enfermedades. Aprovechar para hacer poda en altura.
“El desarrollo de estas tareas requiere usar guantes para evitar cortes y lastimaduras e invita a utilizar gafas de protección para evitar daño ocular ante posibles ramas, astillas o espinas que pueden terminar siendo lanzadas accidentalmente hacia nuestros ojos”, recomienda Santiago Suares Del Mestre, licenciado en Higiene y Seguridad y experto de Libus, empresa que diseña elementos de protección personal.
En tareas de altura es clave usar casco, arnés y una escalera que esté en buen estado. “Por otro lado, es esencial proteger los oídos si se va a utilizar maquinaria como una podadora o motosierra; y los ojos, con buenos anteojos de protección”, dice el especialista.
Por último, no hay que olvidarse de fertilizar con Triple 15, que incluye fósforo, potasio y nitrógeno y pulverizar con fungicida e insecticida rosales, frutales y jazmines. “Otro dato clave es agregar compost en canteros y macetas”, concluye Ianni.