La importancia de limpiar las canaletas
Es una tarea clave que protege a la casa de posibles daños. También colabora con el ahorro de gastos.
El mantenimiento preventivo de las casas es fundamental para evitar imprevistos y gastos en reparaciones. Las canaletas se han transformado en un sistema esencial para proteger el hogar contra posibles daños causados por el agua.
En épocas del año donde las precipitaciones son abundantes, como por ejemplo en la primavera, es necesario poner atención en la limpieza de las canaletas. Esta tarea es clave para evitar daños relacionados con la humedad en techos, paredes e incluso cimientos. Todos estos cuidados -como el mantenimiento y la limpiezapermiten prevenir y ahorrar dinero en el hogar.
Mantener las canaletas limpias, no sólo hace que la casa se vea bien, sino que también la protege y evita dolores de cabeza y problemas económicos futuros. Su función principal es llevar el agua de lluvia desde el techo hasta la bajante para alcanzar un lugar específico en el suelo o en el sistema de drenaje pluvial. Esto permite evitar la caída libre del agua del techo en forma de cortina, que puede ocasionar daños o ingreso de agua.
Amanco Wavin propone y recomienda la limpieza de las canaletas de PVC como una rutina de mantenimiento. “Sin dudas, es un hábito importante que ayudará a que el agua del techo se aleje de la casa. Además, esto permitirá inspeccionar para buscar filtraciones, y partes flojas y dañadas”, explican desde la firma, especializada en fabricar soluciones para la conducción de fluidos para la construcción.
Para una buena limpieza de las canaletas es importante considerar lo siguiente:
- Realizar varias limpiezas durante el año.
- Chequear siempre luego de una tormenta fuerte y limpiarlas si fuera necesario.
- Quitar la suciedad y desechos con una pala de jardinería y colocarlos en una lona o un balde para no ensuciar la superficie.
- Verter agua por las canaletas para asegurarse de que se encuentren limpias y no estén dañadas u obstruidas.
- Contar con guantes para protegernos las manos de cualquier objeto que pueda lastimar.