Edificios cada vez más sustentables
Sistemas como aerotermia y geotermia ayudan a que los proyectos sean más sostenibles.
La necesidad de acortar esa brecha entre las energías renovables y no renovables es fundamental en todas las industrias, incluido el real estate. Varias desarrolladoras deciden incorporar energías renovables y buscan el etiquetado de eficiencia energética.
También suman sistemas como aerotermia y geotermia a sus proyectos, que reducen más del 75% el consumo de energía en un edificio o vivienda particular, utilizando sólo la energía del aire o la tierra para climatizar ambientes, una casa, piscina, y a la vez, suministrar agua caliente.
La aerotermia es un artefacto que se puede colocar en la terraza de un edificio o a nivel del suelo, que aprovecha la energía de las masas de aire, las calientes en invierno y las frías en verano. Luego a través de una bomba de calor, que ofrece un alto rendimiento, la transforma en calefacción o aire acondicionado.
La geotermia es un proceso similar con la diferencia que se trata de un artefacto que se coloca sobre el suelo y que requiere de una superficie para instalar cañerías subterráneas, a un metro y medio de profundidad, donde toma la energía de la superficie sólida de la tierra y la transforma en calefacción o refrigeración.
Otra de las herramientas sustentables es el uso de tecnología europea Manta Beach. Debido a que sus bombas se alimentan con paneles solares, reduce el costo de electricidad como también el del personal, puesto que posee un cuarto de máquinas totalmente autónomo.
Para la conservación del agua se emplea un conjunto de sensores de última generación que permite conocer el estado del agua, permitiendo una intervención precisa y efectiva. Adicionalmente, se utilizan técnicas de ultrasonido para minimizar la necesidad de químicos.
La desarrolladora Grupo Dinal utiliza estos sistemas en proyectos como Natureza, TAO Bosque y TAO Parque. El director, Néstor Ruiz, comenta que “desde 2019 intentamos llevar a cabo desarrollos amigables con el medio ambiente, con climatización sustentable e inteligente. Además de eso implementamos estaciones de reciclaje, paneles solares que alimentan zonas comunes o bombas para piletas, doble muro de ladrillo y aberturas de doble vidrio (DVH), para mantener el calor y hasta estaciones de carga para autos eléctricos”.
La desarrolladora Azcuy desde hace varios años utiliza materiales de alta prestación que permiten a los residentes beneficiarse con importantes ahorros en el consumo de energía. Todos los edificios de la serie Donna cuentan con paneles solares.
Las unidades cuentan con carpintería de aluminio con hermeticidad, lo cual repercute directamente en la climatización, conservando el calor en los meses invernales y el fresco en verano. Se complementan con los vidrios de baja emisividad, que generan un mejor aislamiento térmico.
Los sistemas de climatización que utilizan en la serie Donna incluyen tecnología VRV (Volumen de Refrigerante Variable) que permite reducir al 50% el consumo de energía. Además, son más silenciosos y emiten menos CO2. Se trata de sistemas respetuosos del medio ambiente.
Dentro del objetivo de fomentar estilos de vida sostenibles, creamos viviendas que permiten un contacto permanente con la naturaleza, porque sabemos que es parte sustancial de lo que representa el bienestar en la vida urbana contemporánea.
“Creamos jardines verticales, con mucho verde en los espacios comunes y en cada uno de los balcones, que se encuentran equipados con sistemas de riego automatizados con control de ph y nutrientes que garantizan un tapiz verde a lo largo de las cuatro estaciones”, dice Gerardo Azcuy, director general.
En tanto, Mahe Desarrollos Inmobiliarios incorpora el Etiquetado de Eficiencia Energética a sus viviendas.
El certificado de etiquetado determina cuánta energía consume un inmueble por año y por m2, dándole un rango al consumo. Y otro a las emisiones de CO2/contaminantes que se generan mediante el uso de luz que realiza cada unidad funcional. También suman paneles fotovoltaicos.
“El objetivo es que el comprador o inquilino cuente con esta información y conozca los beneficios de la implementación, que en su mayoría significan importantes ahorros económicos, y a priori, sustentables”, comenta el arquitecto Martín López, gerente de Proyectos y responsable del proceso de etiquetado.
Al igual que los electrodomésticos, donde las etiquetas indican cuánta energía van a disipar para su funcionamiento y apuntan a reducir el consumo, la etiqueta en el mercado inmobiliario brinda una calificación que va desde la letra A, para los edificios más eficientes, hasta la letra G, asignada a los menos eficientes. “Como una regla nemotécnica, las etiquetas van desde la A de ahorro, a la G de gasto”, explica el directivo.
La calificación en la etiqueta de cada unidad funcional depende de varios factores: la ubicación y orientación, la envolvente, el tipo de aberturas y la protección que tengan como postigos, persianas y parasoles. ▪