En un barrio cerrado de San Luis, una vivienda que invita al encuentro
Amplios espacios integrados generan espacios ideales para la reunión. Además, se destacan por las vistas.
Enfocada en la vida familiar y social, Casa Encuentros propone integrar el espacio interior con el entorno de La Florida, un barrio cerrado ubicado en San Luis.
Diseñada por el estudio DLM Arquitectura, que dirige la arquitecta Daniela Lusich Marinoni, la vivienda tiene una superficie de 305 m2 y está distribuída en una sola planta.
El principal desafío de la arquitecta fue generar una vista panorámica hacia un espejo de agua de la zona, que se ve interferido por casas emplazadas en las cercanías.
Como solución, la autora aprovechó una elevación natural de dos metros de altura que comienza en el extremo sur del terreno. A medida que avanza al norte, nivela el semisubsuelo donde se ubican las cocheras.
“Este desnivel forma parte de la estética de la vivienda y también otorga elementos funcionales como permitir que drene la lluvia y elevar una terraza panorámica”, dice la autora.
Esta terraza, que se construyó en el punto más elevado, es el corazón del encuentro. Invita a disfrutar las vistas a toda hora, descubriendo el relieve, los espejos de agua y el cielo.
Al ingresar a la vivienda se observan ventanales traslúcidos que fusionan las vistas exteriores con el interior y permiten ver la piscina con desborde infinito y la galería.
La distribución de los espacios en Casa Encuentros está pensada para ser habitada y vivida de manera dinámica: entrar y salir, subir y bajar, celebrar y descansar.
Los sectores sociales se conectan a través de un corredor a las áreas privadas conformadas por dos habitaciones en suite y un ambiente que funciona como playroom, escritorio o dormitorio. Este espacio posee puertas plegadizas que permiten expandirlo o preservar la intimidad hacia el resto de la casa.
La vivienda posee dos patios que interconectan la atmósfera de todos los ambientes y proveen iluminación natural. El patio este une el área de servicios: cocina, depósito y cocheras para dar comodidad al uso cotidiano. En tanto, el patio oeste conecta el área social: comedor, estar y el ingreso a la terraza panorámica.
La construcción se caracteriza por la presencia de materiales nobles, orgánicos, duraderos y atemporales como hormigón, piedra y madera reciclada, que no interfieren con el hábitat y no requieren mantenimiento.
Además, se incorporaron parasoles que protegen del sol y aseguran la privacidad. Se pueden abrir para aprovechar las vistas o cerrar para disfrutar la intimidad.
En el diseño interior, en tanto, se utilizaron telas, pieles, maderas y fibras naturales. Hay presencia de varias obras de arte, que se destacan por sus figuras orgánicas, colores y materialidades y completan cada espacio de la casa.
Comprender el carácter del entorno natural y aprovecharlo para entramar el diseno parte de la impronta de DLM Arquitectura.