Ambientes con efectos mágicos logrados con pintura
Degradés, dibujos geométricos y enmarcado son guiños para sorprender y generar y pertenencia.
La pintura permite crear efectos que permiten sumar diseño a distintos ambientes de la casa. Un ejemplo son los trick eye, trucos que ayudan a los ojos a entrar en un clima especial. Ese que se busca y por el que se eligió la pintura, desde su color hasta el modo de aplicarla.
Un “trick eye” genera que la casa tenga guiños para sorprender y producir alegría y pertenencia.
“La clave está en descubrir primero qué esperamos de esos ambientes, y entonces elegir ese truco que nos dé la respuesta. Lo mejor es que muchas veces están ahí, pero pasan casi desapercibidos, solo quieren influir sin que te des cuenta, y en otras ocasiones quieren protagonismo, pero para darte impulso, para motivarte a la acción. En definitiva, son trucos para dar confort a todos los que habiten o transiten por esos espacios”, dicen desde el Departamento Técnico de Alba, marca del Grupo AkzoNobel. Entre los efectos más usados están: Ombré: es un degradé que va de un color oscuro a uno claro y permite ir dejando gradualmente atrás el día de trabajo para ir adentrándonos en una atmósfera de confort.
Geometría: franjas, círculos o líneas diagonales. Su presencia puede ser buena para generar estímulos para recuperar la concentración. Además, estos elementos pueden ser usados para indicar el movimiento dentro de la vivienda, indicando el recorrido y logrando que los ambientes dialoguen entre sí.
Enmarcado: puertas, ventanas, zonas de estantes, espacios para cuadros o incluso para la tele pueden ser destacados con trucos combinando dos tonos de pintura, marcando un foco ya sea para concentrar la mirada o para resaltar un rincón decorativo dentro.
Complementarios: lejos quedaron los tiempos en los que los ambientes lucían un único color. Para darle mayor movimiento y liviandad la tendencia es utilizar dos tonos, ya sea el mismo color con diferentes matices o tonos complementarios. Incluso, este juego puede darse entre ambientes interconectados o entre los muros y los muebles.
Integrar el techo: ya sea con el tradicional blanco o apostando a un color diferente (complementario de las paredes) los techos hoy se integran con los muros, buscando que el corte visual no se dé en la junta, sino un poco más abajo, para evitar los ángulos rectos. De este modo, el ambiente se vuelve más liviano, aportando confort.