Un barrio de la Costa inició la preventa de su segunda etapa
Ubicado en Villa Gesell, El Salvaje, Chacras Marítimas combina campo y mar. Se comercializan terrenos de 2.500 m2 desde US$ 40.000, con promociones.
Los emprendimientos cerrados de la Costa Atlántica suman el valor agregado del paisaje donde playas y bosques forman parte de un atractivo entorno. Aprovechando la temporada alta que reúne público de distintas localidades presentan sus novedades.
En este contexto, El Salvaje, Chacras Marítimas inició la preventa de su segunda etapa. Ubicado en el Km 427 de la ruta 11, a cinco kilómetros de Mar de las Pampas, en el partido de Villa Gesell, el barrio ofrece un equilibrio perfecto entre bosque y mar.
La preventa está formada por 40 terrenos de un total de 104. Las parcelas tienen entre 2.500 y 3.000 m2. Se ubican en un predio conformado por 52 hectáreas e incluyen generosos espacios verdes hacia montes y bosques de variada vegetación; amplias vías de circulación y una laguna central. La entrega, en tanto, está prevista para 2026.
La primera etapa está formada por 279 terrenos de los que quedan los últimos con entrega inmediata. Como parte de la primera etapa se construyó el club house, de 400 m2. Tiene pileta con desborde infinito, sede náutica y está rodeado por una laguna de 2,5 hectáreas para la práctica de disciplinas náuticas sin motor y playa de arena.
En tanto, la segunda etapa, contará con sede hípica con canchas de taqueo, senda ecuestre y caballerizas; y sede deportiva con tres hectáreas que incluirá canchas de tenis, fútbol y gimnasio. Además, un hotel boutique y un área comercial con locales de abastecimiento, gastronómicos y entretenimiento.
El precio por m2 de los lotes oscila entre US$ 16 y US$ 24 . Se consiguen opciones desde US$ 40.000 que se puede pagar con un plan de financiación que requiere un anticipo del 30 % y el saldo en 36 cuotas en dólares. Para las operaciones de contado, en tanto, se ofrece un descuento del 10 %.
En el perfil del comprador se destacan parejas y familias jóvenes con hijos. “Son personas que priorizan vivir en espacios verdes extensos y tranquilos potenciando su calidad de vida”, dice Martín Galli, que junto con el arquitecto Guillermo Cervini fundaron BPK, la desarrolladora del proyecto.
El diseño del masterplan, a cargo de BPK, tuvo como objetivo lograr un equilibrio entre la intervención urbanística y la preservación del entorno natural. En total contempla el desarrollo de 400 hectáreas. Su tamaño permite preservar la intimidad y la tranquilidad de la vida de campo con acceso a playas vírgenes y al mar, que se conectan con el circuito ecológico Reserva Natural Faro Querandí.
La baja densidad poblacional es otra de las apuestas del barrio. “Sólo vivirán 800 familias, con un promedio de dos casas por hectárea”, asegura Galli.
El Salvaje se asienta en dos pre-
misas fundamentales: la sustentabilidad y el compromiso con el medio ambiente. Destina un área de 30 hectáreas como reserva natural intangible, rodeada de un área adicional de protección de más de 11 hectáreas para el contacto y disfrute visual de la flora y fauna.
Su implantación fuera de la cadena de médanos vivos y a una distancia prudente de la costa marítima, zona de mayor fragilidad y riesgo ambiental, define una política de preservación.
“Es el único proyecto que cuenta con Declaratoria de Impacto Ambiental otorgada por la Oficina Provincial de Desarrollo Sostenible (OPDS) de la provincia de Buenos Aires”, asegura Galli.
Entre sus prácticas de sustentabilidad, delimita la demanda de recursos naturales, minimiza la impermeabilización y la contaminación sonora; cuenta con tendido eléctrico subterráneo; conexión por fibra óptica; separación de residuos y programas de energías sustentables. Además, cada vivienda tiene una planta individual de residuos cloacales.
Paralelamente, desarrolla un cuidadoso plan de reforestación, que incluye sólo especies autóctonas como talas, álamos, pinos, eucaliptos, plátanos y acacias, entre otras.
En plena expansión, actualmente hay 110 casas entre terminadas y en construcción. Si bien el reglamento de construcción del barrio establece un mínimo de 140 m2, la mayoría de las propiedades tienen entre 150 y 200 m2. En cuanto, al diseño predominan los modelos clásicos y modernos.
El Salvaje ofrece, a través de su constructora y desarrolladora BPK S.A la modalidad llave en mano, que incluye seguimiento personalizado, garantía y servicio postventa a US$ 900 el m2, con vigencia limitada por la coyuntura. Las construcciones se rigen por estándares de calidad en la edificación y en el equipamiento.