Consejos y tendencias para elegir un color a la hora de pintar
Cómo combinar los tonos de acuerdo a cada ambiente de la casa, la incidencia de la luz y el mobiliario. Trucos que potencian los espacios.
A la hora de pintar surgen dudas y preguntas acerca de cómo elegir el color adecuado para aplicar en los distintos espacios de la casa. Lo ideal es elegir uno que combine con el mobiliario y con las preferencias de cada persona.
“Es importante pensar en los colores que llaman tu atención. Los rojos, naranjas y amarillos se consideran cálidos mientras que los blancos, verdes y violetas, fríos. Cuando ambos se combinan, sus respectivas temperaturas se intensifican”, dice Marina Zamirowsky.
La especialista en color y tendencias de Sinteplast agrega que “la mandarina y el limón son ejemplos de colores altamente intensos y resultan ideales para alegrar espacios. Los terracota y trigo, en tanto, son bajos en intensidad y generan un clima de tranquilidad”.
Un dato para tener en cuenta es que la iluminación es clave en el color. La luz solar directa o indirecta ingresa a través de una ventana, una puerta o un tragaluz. Va cambiando según avanza el día modificando el color y puede dividirse en cálida y fría. La fluorescente, por ejemplo, tiene un aspecto azulado y tiende a opacar los colores. La incandescente o de halógeno produce un amarillo generando un ambiente más cálido y confortable.
La pintura también permite crear efectos o trucos, que se buscan con el color y el modo de aplicarla. Un “trick eye” genera que la casa tenga guiños para
sorprender y demostrar pertenencia. “La clave está en descubrir primero qué se espera de esos ambientes y elegir el truco que dé la respuesta. Lo mejor es que muchas veces están ahí, pero pasan casi desapercibidos, solo quieren influir sin que te des cuenta, y en otras ocasiones quieren protagonismo. En definitiva, son trucos para dar confort a todos los que habiten o transiten por esos espacios”, sostiene Virginia Domínguez, especialista en color de Alba Pinturas, marca del Grupo Akzonobel.
Entre los efectos más usados están: Ombré, un degradé que va de un oscuro a uno claro. Geometría, franjas, círculos o líneas diagonales. Su presencia puede ser buena para generar estímulos para recuperar la concentración. Además, estos elementos pueden ser usados para indicar el movimiento dentro de la vivienda, indicando el recorrido y logrando que los ambientes dialoguen entre sí.
Enmarcado en puertas, ventanas, zonas de estantes, espacios para cuadros o incluso para la tele pueden ser destacados con trucos combinando dos tonos de pintura, marcando un foco ya sea para concentrar la mirada o para resaltar un rincón decorativo.
Otra opción es elegir revestimientos acrílicos para la pared. “Tienen una buena adherencia, resistencia al paso del tiempo ya sea en ambientes interiores como exteriores”, sostiene Mónica Loyo, jefa de Producto Revear.
En tanto, la preparación de las paredes es el secreto para lograr un trabajo impecable y perdurable.
Al encarar el proyecto de darle color a un ambiente, hay paredes sin imperfecciones y otras que requieren arreglos. “En interiores, donde se requiera alisar o emparejar superficies hay que aplicar, según corresponda, una mano de acondicionador acrílico o fijador sellador. Dejar secar y luego aplicar enduido sobre las áreas a emparejar en capas delgadas, hasta nivelar la superficie”, dice Osvaldo Accini, del Departamento Técnico de Sherwin-Williams.