Un San Lorenzo alternativo volvió al triunfo con un golazo de Mercier
Con la mirada en la Copa, Aguirre puso un equipo B en el Bosque y le salió redondo. En Gimnasia faltó juego.
Entre semana por la Copa Libertadores y cuando al técnico Diego Aguirre se le quemaba la olla en el partido frente a la Católica quien lo salvó fue un pichoncito de cuervo debutante llamado Cristian Barrios (18 años). Y ayer, con un equipo de repuesto y con el partido abierto, el que acudió en su santa ayuda fue un veterano, Pichi Mercier (37 años), que armó la mejor jugada del partido y la tradujo en un golazo indispensable para cortar una seguidilla de dos derrotas en fila, que devuelve a San Lorenzo a la discusión en los puestos de arriba.
A diferencia de otros cotejos, San Lorenzo se mostró ayer como un equipo de transición rápida, que jugó como si cocinara el partido a fuego fuerte. Dentro de esa modalidad se destaca, quizá como un rasgo que va en detrimento de su falta de efectividad en el área ajena, el excesivo traslado de la pelota. Por caso, ante Temperley (0-1 en el Nuevo Gasómetro), las estadísticas –que a muchos podrán no gustarles- indican que durante aquel partido sus jugadores se pasaron la pelota 417 veces –un índice altísimo-, de los cuales 70 pases fueron defectuosos.
Y ayer, en cancha ajena, donde la planificación estratégica podría no ser la misma que en su cancha dadas las dimensiones del campo y otras valencias, no hizo lo mismo.
En su intención de abrir la defensa rival “gastó” menos la pelota plantando un 4-1-4-1 decididamente ofensivo y claramente directo. No arrolló a Gimnasia con esta postura pero sí lo incomodó, más que nada en la zona media, allí en donde el Lobo suele sacar provecho cuando los volantes creativos Faravelli y Aleman se levantan con el pie derecho, cosa que ayer no sucedió.
Fiel reflejo de las acciones, la libreta de apuntes arrojó, durante la primera mitad, mejores notas para el lado de la visita porque la frescura de los pibes de Boedo fue más efectiva que la quietud de su oponente, que pudo abrir la cuenta con un cabezazo de Guanini que despintó el parante derecho de Nico Navarro y nada más. Después, en verdad hay que tener agallas para ver a Gimnasia durante los segundos tiempos, sobre todo cuando los creativos están con la batería en baja. Al cuarto de hora el técnico Alfaro apeló a dos cambios ofensivos que solo sirvieron para que San Lorenzo tuviera más espacios de la mitad del campo en adelante.
Y así llegó el gol: un robo de pelota a Alemán, el Pichi que tomó la lanza y se fue para arriba, asistido genialmente por un taco de Bergessio que lo dejó cara a cara con MartinArias . El toque rasante al palo derecho fue la firma de un golazo.
Se vienen dos semanas decisivas para ambos con partidos de Copa y clásicos. San Lorenzo las encarará con el pecho inflado. Y Gimnasia en cambio precisa un inflador así de grande.